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Esotérico

Doña Rosa es una psicóloga empírica, que aprendió por necesidad necesaria. La pobreza extrema, el abandono de su esposo con tres niñas pequeñas, un padre mayor y viudo son sin duda sus mejores motivaciones.
Tipo de Nota: 
Opinión

Esotérico

20 de Abril de 2013
Palabras clave

Es algún lugar de Villa Nueva. Son las ocho de la noche o más. Doña Rosa me pasa a una habitación o, mejor dicho, al área de una habitación que está separada por un viejo plástico negro sostenido por un lazo de los que venden en las tiendas de barrio.

En una esquina hay una pequeña mesa de madera desvencijada, dos sillas a los lados. Ella se sienta frente a mí, su hija de 15 años a mi derecha. Sobre la mesa hay una lata pequeña vacía y dentro hay una candela de las más baratas, con una luz que parpadea y evita que se vea lo sucio del piso, un montón de pequeños cartuchos que parecen volcancitos de los que se queman para las fiestas, y que luego me percato son los restos de puros que doña Rosa barre y acumula en una esquina del cuarto para ...

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