Al inicio del vídeo se observa unos como dedos que juegan con una pequeña cámara hasta encenderla y dejarla en posición para capturar las imágenes de Mitt Romney compartiendo con un animado grupo de comensales. Se trata de un evento para recaudar fondos, realizado en mayo pasado, en Boca Ratón, Florida, en el cual, el candidato presidencial comparte su estrategia para ganar las elecciones y sus controversiales puntos de vista sobre política exterior y los votantes del presidente Obama.
En lo que se puede considerar el punto toral de su discurso, Romney afirma que “hay un 47% de votantes que respaldarán al presidente pase lo que pase… hay un 47% que está con él, que dependen del Gobierno, que piensan que son víctimas y que además creen que el Gobierno tiene la responsabilidad de cuidar de ellos”. Esta aseveración de Romney debe ser puesta en el contexto de las encuestas que para ese momento daban un 47% de intención de voto al presidente Obama.
Romney remata su razonamiento, señalando que “su trabajo no es preocuparse por esa gente”, pues "nunca les voy a convencer de que deberían asumir sus responsabilidades y ocuparse de sus vidas”. Y culmina señalando que “ellos no pagan impuestos, así que nuestro mensaje sobre la reducción de impuestos nunca va a resonar entre ellos”.
Tras la tormenta causada por la publicación de este vídeo, el candidato republicano reaccionó señalando que sus declaraciones se habían realizado a la ligera y no habían sido presentadas de “manera elegante”. En el foro realizado en la Universidad de Miami, y organizado por Univisión el pasado miércoles, Romney señaló “me preocupo por el 100% de la población”, en un claro intento por aminorar el impacto del vídeo.
Sin embargo, el daño para la campaña republicana parece estar hecho, y en demasía. La respuesta inicial del comité de campaña republicano fue desmentir la veracidad del vídeo, cuestionando las intenciones de Mother Jones con su publicación, al ser este un medio pequeño, al que en el particular espectro político de los Estados Unidos se identifica con la izquierda. Como respuesta, Mother Jones hizo público en su sitio web el contenido completo -aproximadamente 49 minutos- del vídeo. Medios como el New York Times ya han colocado en sus sitios web la transcripción completa de las declaraciones de Romney.
Antonio Caño, en una columna publicada por El País el miércoles pasado, realiza una descripción, que considero como la más certera interpretación de las declaraciones de Romney: “apuntar a la mitad del país como una panda de perdedores y aprovechados que no merecen atención es la forma más grosera de dividir a una nación que se ha visto desde hace tiempo en una campaña electoral”.
Lo cierto es que este caso, nos lleva a apuntar al ejercicio de una escandalosa doble moral, muy propia de la clase política. A un reducido grupo de comensales, que han pagado 50,000 dólares cada uno por la cena, se le puede decir lo que no se le dirá jamás a la población de un país. ¿Existen entonces dos verdades, o es este simplemente un ejercicio de Realpolitik?
No debe perderse de vista el curioso apunte sobre el anfitrión de la cena: Marc J. Leder, jefe ejecutivo de Sun Capital Partners, una firma privada de la cual Romney es inversionista. La casualidad quiere que Leder, antes de fundar Sun Capital Partners, fuera uno de los vicepresidentes de Lehman Brothers. La quiebra de esta firma, en 2008, se considera como el inicio de lo que sería la gran crisis económica, de la cual aún no vemos la luz de salida. Y para la cereza del pastel, Leder, de acuerdo a Consumer News and Business Channel (CNBC), se encuentra siendo investigado por evasión tributaria, bajo una figura que le ha permitido presentar sus ingresos en inversiones para exonerarlas de impuestos.
Como lo sabemos muy bien los latinoamericanos, algo funciona muy mal con la clase política, que vive, de manera muy exitosa, de espaldas a la realidad de sus electores. En este caso, al 47% de ellos.
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