"Es una situación perversa”

Hace unas semanas, cuando la candidatura de Sandra Torres se veía como inconstitucional, el candidato patriota, Otto Pérez Molina aseguró que no sólo no la rechazaba sino que se encantaría competir contra la Primera Dama porque la consideraba una mujer que había abierto espacios en el Gobierno y había avanzado programas sociales de calado.  Hoy ante su inminente divorcio y su previsible inscripción como contrincante, ha salido al paso de las intenciones de Torres asegurando que la estrategia de la separación del presidente se enmarca en el delito de fraude de ley. ¿Cómo interpreta el cambio de discurso del Patriota?

-Depende del jefe de estrategia y cómo decida manejar la campaña. Me permito decir que la campaña se ha depreciado mucho. El debate de altura, de temas claves, no se está tocando. Y esto está mal. Los partidos se están enfocando en las opciones de los otros. Así quien pierde es el país porque no hay un debate de contenidos. Se están quedando en una visión confrontativa sin ningún sentido.

¿Qué daño se le está haciendo el proceso electoral?

-Mucho. Estamos retrocediendo más que avanzando y quien puede tener más posibilidades de ganar es quien tome distancias. Es cansado este debate y no tiene mucho sentido. Recordemos que una discusión sobre el proceso constitucional debe ser un tema de especialistas.

El partido de oposición ha hecho pública la candidatura a la vicepresidencia de otra de las mujeres más connotadas de la política nacional, Roxanna Baldetti. ¿Cómo se relaciona esta postulación con la de Torres y qué otras aristas estratégicas le ve?

-La candidatura de Roxanna se debe a que ella la quería. Pero creo que se precipitaron. Lo hacen a raíz del posicionamiento que logró Sandra para presidenta. No responde a una razón estratégica. Les hará mucho daño haberse precipitado porque pierden la posibilidad de negociación seria con otros sectores. Sobre todo en campaña cuando se necesitan alianzas sólidas. Esto demuestra que el proceso de la UNE encuentra un “alter-ego” en el proceso del Patriota. Un escenario posible es el siguiente: con un segmento de la población se cansa, un tercer candidato puede sobresalir al hacer una alianza.

La sociedad guatemalteca se define conservadora y el divorcio es visto a veces como un suceso socialmente detestable. No obstante, en ninguna campaña guatemalteca se encuentran antecedentes de candidatos que se hayan divorciado para acceder a la Presidencia ¿Qué consecuencias electorales podría tener? ¿Qué estratos de votantes podrían objetar la candidatura por causa del divorcio?

-No lo sabemos porque esta campaña es inédita. Por los reclamos constitucionales, por el divorcio, porque un partido oficial no se había mantenido tan unido y tampoco con una alianza. Es muy impredecible. Creo que justo esto pondrá a prueba si la población es tan conservadora como se cree o si no. Quizá ni les importe el divorcio. Especialmente porque el sistema político es clientelar y tiene la fuerza suficiente para corromper el proceso más auténtico incluso tiene la capacidad de hacer olvidar. Es un juego de posibilidad.

Algunos abogados han levantado ya la voz contra la decisión. Aseguran que se trata de un fraude de ley. ¿Qué opina?

-No es fraude pero sí es falta de moral y ética.  La gente puede hacer lo que quiera. Queda demostrado que en este caso el matrimonio no es sólido pero las aspiraciones sí. En realidad tienen todo el derecho de hacerlo. Lo que hay que ver son los propósitos.

En cuanto a la institucionalidad, ¿sufre menos o lo mismo que si se hubiera forzado un "sí" de la Corte de Constitucionalidad?

-Hay que reconocer que la institucionalidad sufre mucho menos. La electoral que era que era la primera que podría afectarse y la Constitucional que era la definitiva.

¿Y en términos reales cuales son los daños a la institucionalidad?

-Viéndolo desde fuera y una perspectiva a distancia estamos en una situación perversa. Porque el Estado de Derecho es muy débil y el nivel de impunidad es muy alto. Aquí se hace lo que se puede pagar. Es irónico como se rasgan las vestiduras sobre el cumplimiento de la ley y el juego de mentiras: un día digo no me divorcio y a la mañana siguiente sí.

¿Cuál será la reacción del guatemalteco común?

-Para el guatemalteco es una mancha más para el tigre. En la que el clientelismo empieza con las personas  que más pueden dar millones y que termina en una persona que presta servicios que pinta piedras y espera algo a cambio. El sistema es tan sofisticadamente clientelar… pero demoledor para quienes quieren participar. Esto es una simple  mancha más. Porque todo se resume en ofrecer lo imposible y dar los posible. Concesiones a mineras, remesas de Mi familia progresa, becas solidarias, Ipads…