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“Es tarde para una observación creíble”

Para el día de la votación es una cosa, puede llegar con una semana de anticipación; pero para el proceso, la actualización de los padrones electorales, el proceso de cedulación eso está ocurriendo hoy día, verdad.
Yo creo que en el futuro vamos a mantener esta política de mantenernos aparte de los asuntos internos políticos de Nicaragua.
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“Es tarde para una observación creíble”

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Cuando está a punto de cumplir su misión de tres años en Nicaragua, el embajador de Estados Unidos Robert Callahan es el único de su gobierno que permanece en los países del Alba.

Sus colegas fueron expulsados por los gobiernos de Venezuela, Ecuador, y Bolivia, pero Callahan se ha mantenido en Nicaragua a pesar de momentos de gran tensión en la relación bilateral. Esta particularidad revela la tónica de las relaciones del presidente Ortega con Estados Unidos, manteniendo una retórica de “alta intensidad”, y un canal de comunicación permanente para apagar los fuegos.

En una amplia entrevista para Confidencial y Esta Semana, el embajador Callahan relató, desde su óptica, los principales hitos de esta compleja relación diplomática.

El gobierno del presidente Ortega ha mantenido siempre una retórica muy confrontativa con el gobierno de Estados Unidos, pero pareciera que en los asuntos de fondo platican y se arreglan ¿las relaciones bilaterales hoy están mejor que cuando usted vino, o peor?

Yo diría más o menos igual. Hay sí, hay comunicación con el gobierno, tenemos contacto casi diario con varios elementos del gobierno, de varios ministerios, de las fuerzas armadas y la policía. Entonces, en este nivel anda bastante bien las relaciones, tenemos esta comunicación que es fundamental.

Al mismo tiempo, la retórica ha sido muy fuerte y eso tiene un efecto, no cabe duda, en las relaciones. No necesariamente con la embajada, sino con Washington más que todo, y no solamente en el Departamento de Estado sino también con el congreso, porque ellos no pueden prestar atención exclusiva a un país, ellos (se) forman opiniones basados de lo que leen, y cuando ellos leen acusaciones, por ejemplo que nuestra misión en Haití fue una invasión y una ocupación, ellos no se olvidan de eso, y eso desgraciadamente tiene un efecto en la actitud de Washington hacia Nicaragua. Allá ha perjudicado realmente la imagen de este gobierno en Washington.

Las crisis recurrentes

Ha habido momentos especiales de tensión en esta relación mientras usted ha estado como embajador, por ejemplo cuando fuerzas de choque vinculadas al partido de gobierno hostigaron la embajada, o después que se produjeron las denuncias de fraude electoral del año 2008, cuando se produjo posteriormente la suspensión de la cuenta del milenio. ¿Hubo un momento en que estas relaciones llegaron a un punto crítico?

Estos tres momentos obviamente, fue muy difícil, y también exactamente la cuestión de la manifestación que fue medio violenta en frente de la embajada, fue producto de la decisión de mi gobierno de comentar sobre la manera en que la Corte Suprema decidió de permitir la reelección del presidente Ortega, verdad, entonces este fue un momento bastante tenso, y con el ataque contra la embajada, una manifestación bastante violenta, un ataque contra mi persona, personalmente en la UCA, fue difícil.

También las elecciones municipales de 2008 cuando decidimos de suspender la Cuenta Reto del Milenio, este fue bastante difícil, y francamente de vez en cuando con la retórica de altos oficiales del gobierno ha sido una reacción en Washington. Entonces ha habido momentos muy tensos, pero sin embargo la cosa importante es que hemos podido superar hasta cierto punto estas crisis.

La suspensión de la cuenta del milenio, algunos la interpretaron como una represalia política que tendría efectos económicos sobre Nicaragua, otros lo ven como una oportunidad perdida para el pueblo de Nicaragua ¿existen posibilidades de que este gobierno u otro gobierno en el futuro pueda aplicar de nuevo a ese fondo?

Claro que sí. En el Congreso por décadas los congresistas o senadores han acusado al departamento de estado y el USAID de tener una meta política en el apoyo bilateral, y la intención fue de sacar el apoyo bilateral de la política y establecer algunos criterios objetivos: gobernabilidad, institucionalidad; los presupuestos para programas sociales, educación, salud, hay diecisiete en total.

En el caso de las elecciones municipales de 2008 el problema fue la gobernabilidad, la institucionalidad, nosotros no tuvimos opción, porque fue para la junta directiva de la cuenta una violación de este criterio, y entonces nosotros decidimos de suspender la cuenta, para empezar, y darle al gobierno una oportunidad de responder a las acusaciones, no de nuestra parte, sino a las acusaciones de parte de muchos nicaragüenses, de la iglesia católica. El gobierno decidió de no responder, y después de siete meses realmente no tuvimos opción que cancelar el programa.

Nosotros nos dimos cuenta de las consecuencias para el pueblo más pobre, pero sin embargo el voto también es importante para cada individuo, hasta para los pobres, y es importante que el voto de ellos cuenta, porque ellos no son solamente seres económicos.

¿Qué tendría que hacer Nicaragua para ser elegible nuevamente y participar en ese programa?

Hay un proceso. La primera etapa es que hay una evaluación basado en estos diecisiete indicadores, si tienen notas suficientemente altas entonces la junta de la cuenta va a informarle al gobierno de Nicaragua a través de la embajada, que ellos califican calificarse para un nuevo compacto. Luego el gobierno tiene que expresar un interés en tener un compacto. El tercer paso es que la junta directiva de la cuenta decide entre los diez o doce que merecen un nuevo compacto; y el cuarto paso es de las negociaciones.

¿El gobierno actual ha dado alguna señal de interés de que quisiera una reapertura?

No, nada.

El caso de La Haya

El reclamo que ha hecho en estas semanas el presidente Ortega a través de medios de comunicación de que Estados Unidos debería de indemnizar a Nicaragua en cumplimiento de la sentencia de la Corte Internacional de Justicia de 1987, que estableció un monto de 17 mil millones de dólares. Mientras usted ha sido embajador en Nicaragua, ¿ese reclamo se ha presentado en ese diálogo bilateral, se ha llevado al departamento de estado, Nicaragua le está pidiendo eso oficialmente a Estados Unidos?

No, nunca. Bueno, el Presidente ha mencionado este caso varias veces, mas recientemente el fin de semana pasado, pero una nota diplomática, una carta, algo oficial no, no hemos recibido nada en la embajada.

Si es algo que es aparentemente es muy importante para el presidente ¿por qué no está en la mesa de negociaciones?

No, no, no.

¿Y Estados Unidos que haría en caso de que eso se formalizara?

No creo. Como yo dije recientemente, para nosotros el caso está cerrado, y en septiembre de 1991 un representante del gobierno de Nicaragua, el gobierno democráticamente elegido, fue a la Haya y retiró oficialmente el caso y nosotros tenemos ese documento de la Haya.

Pero ustedes no reconocen la jurisdicción de la Haya, Estados Unidos en su momento no aceptó esa resolución alegando de que la Corte no tenía competencia

Exactamente.

Pero Nicaragua si reconoce la competencia de la Corte.

Sí, en este caso tiene razón, esto fue en los años ochenta y no reconocimos la competencia de la Corte en este caso, sin embargo en la Haya estaba pendiente, entonces el gobierno de Nicaragua en aquel entonces decidió retirar el caso oficialmente, y nosotros tenemos este documento.

Como reaccionan ustedes al señalamiento de que Estados Unidos, en el caso de Nicaragua, invirtió muchísimos recursos en los años ochenta en la época de la guerra financiando las operaciones de la contra y en toda la etapa de reconstrucción, a partir del año 90, aunque ha habido un apoyo bilateral, ha sido mucho menor de lo que se invirtió para la guerra.

No sé si ha sido menor. Desde 1990 la cifra que nosotros tenemos es de más de dos mil millones de dólares, y esto es en ayuda bilateral, también hemos tenido la Cuenta Reto, hemos tenido otros programas a través de nuestro departamento de agricultura, por ejemplo, de trabajo, y también hemos tenido un programa de intercambio muy fuerte con las fuerzas armadas. En total estamos hablando de mucho más de dos mil millones de dólares, y no tengo las cifras para los años ochenta, pero me imagino que no llegaron a este nivel.

La rectificación de EEUU

El gobierno del presidente Ortega acusa continuamente a la embajada de interferir en los asuntos políticos internos por la relación que tienen con partidos de la oposición, con organizaciones de sociedad civil. ¿Cómo establecen ustedes la raya entre apoyar la democracia y por otra parte y no intervenir en los asuntos internos?

Yo siempre he dicho en la embajada, que nosotros tenemos que ser como la esposa del César, afuera de cualquier sospecha, porque obviamente este gobierno cree que nosotros nos estamos metiendo en los asuntos internos políticos de Nicaragua, y no estamos haciendo, durante mi estadía aquí no lo hemos hecho y no vamos a hacerlo por dos razones fundamentales: todo el mundo sabe que sí, por más de un siglo nosotros nos hemos metido con frecuencia en los asuntos internos de Nicaragua ¿y que ha sido el resultado? No ha sido muy positivo, obviamente.

Y la otra cosa es, si hay todavía políticos aquí en Nicaragua o segmentos de la sociedad política en Nicaragua que creen que pueden ir a los Estados Unidos, o a la embajada de los Estados Unidos para arreglar sus problemas, ellos no van a asumir la responsabilidad por su propio futuro. Entonces, yo creo firmemente que es importantísimo que los nicaragüenses mismos decidan su futuro y por eso no nos hemos metido en los asuntos políticos de la oposición, y no vamos a hacerlo.

Y en nuestros programas para la sociedad civil, siempre, hemos abierto estos programas a candidatos de todos los partidos políticos, incluyendo el frente y hemos tenido militantes del frente en algunos de nuestros programas y eso nos da satisfacción, porque estos programas están diseñados para promover la actividad política en la manera más abierta, más democrática.

Usted insiste en que esta es la política que se ha implementado bajo su gestión ¿quiere decir que en épocas anteriores sí hubo un injerencismo de Estados Unidos? ¿hay una rectificación?

Bueno, estamos tratando de cambiar la política obviamente y yo creo que en el futuro vamos a mantener esta política de mantenernos aparte de los asuntos internos políticos de Nicaragua.

Lo que si es importante para nosotros y más que todo para los nicaragüenses, es un proceso democrático, la creación de una democracia verdad, una democracia con todas las libertades personales, una democracia abierta, transparente, una democracia que permite la rotación de partidos en el poder; los elementos básicos de cualquier democracia en el mundo, no es la estructura, cada país, cada democracia tiene su propia estructura.

¿Qué relación tienen ustedes en este momento con las principales instituciones del estado que tienen que ver con el enriquecimiento de la democracia, con la Corte Suprema de Justicia, con el Consejo Supremo Electoral, con la Fiscalía, con el Congreso?

Francamente no tenemos relaciones muy cercanas con ninguna de esas instituciones, en el caso del Consejo Supremo Electoral no tenemos comunicación con ellos, ellos no quieren tener comunicación con nosotros, antes sí, hasta cierto punto teníamos un contacto. Con la Corte Suprema nada, para nosotros es importante la separación de poderes del estado, y tenemos nuestras opiniones hoy día en cuanto a cómo anda eso, sin embargo un contacto directo con algunos de los magistrados, no.

¿Con el ejército y la policía sí tienen algunos programas directos de cooperación?

Claro que sí, muchos programas, más que todo en el área de la lucha contra el narcotráfico pero también en otro, en otras áreas, por ejemplo la seguridad ciudadana. Estamos trabajando con el gobierno aquí y con los otros gobiernos, porque el problema es regional. Entonces sí tenemos relaciones muy estrechas con la policía, con las fuerzas armadas y estas relaciones están funcionando muy bien.

Misiles por medicinas, ¿por que fracasó?

 Qué pasó con las negociaciones entre su gobierno y el gobierno de Nicaragua para la destrucción de un importante lote de los misiles tierra-aire. Nicaragua y Estados Unidos estaban muy cerca de llegar a un acuerdo e iba a producirse incluso una especie de intercambio entre la eliminación de los misiles y un fondo de cinco millones de dólares para la adquisición de equipo médico ¿por qué se cayó la negociación?

Cuando yo estaba preparando mi salida de los Estados Unidos para llegar aquí, el embajador Cruz, en aquel entonces en Washington, me dijo que estaban a punto de firmar el acuerdo, pero como dos, tres semanas antes de mi llegada aquí el gobierno nicaragüense decidió, por sus propias razones, no firmar el acuerdo.

Y luego yo hablé con altos funcionarios del gobierno nicaragüense y yo les dije –estamos dispuestos de negociar eso cuando ustedes quieran-, pero desde entonces, no he oído ninguna palabra de interés por parte del gobierno de Nicaragua, entonces durante mis tres años aquí realmente no hemos tenido una conversación seria sobre este acuerdo potencial, y yo creo que habría sido un acuerdo muy provechoso para Nicaragua y para el mundo, verdad, de destruir estos misiles

Y había una oferta de recursos…

De cinco millones de dólares para rehabilitar La Mascota completamente y con nuevas maquinas. Para mi era un concepto ideal, porque destruir armas de guerra y mejorar un hospital para niños, bueno yo creo que habría sido un acuerdo muy provechoso para los niños de Nicaragua, y estoy seguro si este gobierno, o un futuro gobierno decide de perseguir un acuerdo, nosotros estaríamos muy dispuestos de hablar.

La propiedad y la justicia

Los reclamos por expropiación de propiedades de norteamericanos o nicaragüenses que se convirtieron en norteamericanos sigue en aumento, o se ha llegado ya a un punto final en esta negociación? ¿Cuántos casos se han resuelto?

Este año el gobierno de Nicaragua ha resuelto sesenta y uno, y hay todavía un poquito más de cuatrocientos casos y como doscientos reclamantes, porque algunos tienen más de uno. Eso anda bastante bien, es muy difícil, requiere mucho esfuerzo y tiempo en la embajada, pero sin embargo el gobierno de Nicaragua está dispuesto de compensar a estas personas hasta la fecha y eso es importante. Pero lo que nos preocupa hoy día mas que los casos de propiedad confiscada son las invasiones de propiedad, y eso es muy preocupante porque toca no solamente a los norteamericanos obviamente, pero más que todo a los nicaragüenses, y es un problema creciente el tratamiento de propiedad privada.

Cuando los inversionistas extranjeros y norteamericanos recurren a ustedes para hacer un balance de las fortalezas y debilidades de Nicaragua ¿Qué es lo más importante que le señalan sobre el estado del clima de negocios?

Bueno, para ellos más que todo es la vigencia y cumplimiento de de contratos y el sistema judicial, si ellos tienen un problema pueden recurrir a la corte y las cortes van a dar una justicia objetiva, imparcial, estas son las preocupaciones principales de los inversionistas.

En las zonas francas están muy bien, los inversionistas están contentos con el tratamiento, ellos están invirtiendo más; pero al otro lado son los problemas con la propiedad y con los contratos y la corte, entonces realmente es una balance bastante mixto.

En estos tres años muchos gobiernos europeos que cooperaban con Nicaragua se han retirado del país y por otro lado se ha incrementado la presencia de Venezuela tanto en materia de convenio petrolero, en materia política, y de inversiones, ¿hasta donde Venezuela está compensando la salida de otros donantes?

Bueno hasta que sepamos nosotros, y ustedes saben la misma cosa, estamos hablando de 500 millones de dólares al año, en una forma u otra es bastante dinero, yo creo que entre todos nosotros los otros donantes no llegamos a esta, a esta cifra, verdad, entonces obviamente la ayuda de Venezuela es beneficioso para el gobierno.

Pero por otro lado eso le da a Venezuela un protagonismo político como el que usted dice en el pasado tuvo Estados Unidos-, pareciera que Venezuela ha venido de alguna manera a sustituir ese vacío

Bueno, es su comentario editorial

¿Le preocupa a Estados Unidos ese protagonismo político que tiene Venezuela en Nicaragua, o la dependencia que tiene el gobierno de Nicaragua con el gobierno del presidente Chávez?

Bueno, una preocupación quizás es demasiado fuerte eso, nosotros, obviamente, tratamos de monitorear la influencia, creo que es importante el desarrollo en una forma balanceada de la economía nicaragüense, y también el fortalecimiento de la democracia, y bueno si la influencia de Venezuela apoya estos fines, no sé…, eso es para ustedes decidir.

Elecciones y observación

Para las elecciones de noviembre el pueblo nicaragüense de manera de consenso está demandando observación electoral. El consejo supremo electoral ha dicho que quizás en el mes de agosto van a establecer un reglamento, no para observación, sino para acompañamiento. ¿Desde la óptica de EEUU qué impacto tendría la no observación electoral, o una observación no plenamente democrática, en la legitimidad de estas elecciones?

Eso es una preocupación. Una de nuestras subsecretarias adjuntas ayer estaba hablando de la observación en Venezuela, pero eso aplica aquí también, y ella dijo que es una preocupación para los Estados Unidos porque nosotros creemos que la observación nacional e internacional, creíble, es sumamente importante para que ahí el pueblo mismo tenga fe y confianza en los resultados.

Pero también la opinión de la comunidad internacional es importante, y ya estamos muy tarde, francamente, aquí en Nicaragua para tener una observación del proceso, obviamente para el día de la votación es una cosa, puede llegar con una semana de anticipación; pero para el proceso, la actualización de los padrones electorales, el proceso de cedulación eso está ocurriendo hoy día, verdad.

Y yo siempre digo en las elecciones anteriores de 2006, para marzo estaban aquí observadores internacionales, incluyendo al Centro Carter, y nacionales trabajando, y ya estamos en julio, y todavía no tenemos claridad en cuanto a qué es la intención para los observadores y no tenemos mucho tiempo porque faltan cuatro meses.

¿Que consecuencias podría tener eso en el resultado de la elección …en Estados Unidos tendría que pasar ese proceso electoral una especie de waiver político?

Creo que para nosotros y obviamente para el mundo y para los mismos nicaragüenses va ser un poco difícil aceptar los resultados sin una observación, porque la observación creíble da una autenticidad a los resultados de las elecciones y eso francamente me preocupa. No puedo entender qué es la renuencia de tener observación nacional e internacional aquí; es una cosa muy común en muchas partes del mundo. Es difícil entender por qué el gobierno no quiere tener esta observación, nacional e internacional, para dar confianza al pueblo de los resultados, del proceso y de los resultados.

En Estados Unidos se está discutiendo la ratificación de Jonathan Farrar, que será su sucesor como embajador, algunos senadores dicen que quieren que venga a Nicaragua alguien con una posición más dura que usted, ¿eso refleja alguna especie de frustración de los senadores con su labor o están esperando otra cosa?

No, yo ví la audiencia y ellos estaban hablando más que todo de lo que Jonathan había hecho en Cuba, no sobre mi actuación aquí, pero sin embargo Jonathan es un diplomático profesional, de una trayectoria larga, ojalá que venga porque es un diplomático muy capaz.

¿Cuándo se regresa a Washington?

El 19 de julio.

Esa es una fecha muy simbólica…usted la escogió

No, no, tengo que estar allá el miércoles, el 20 de julio, entonces yo quiero quedarme aquí hasta el último momento.

Este lunes los lectores de Confidencial leerán algunos de los cables diplomáticos que usted envió a Washington, que han sido filtrados a través de Wikileaks, y que nosotros estamos publicando, pero todavía estamos esperando tener un comentario suyo sobre esos cables.

Como usted sabe nosotros no hacemos comentarios en cuanto a supuesta información filtrada.

¿Pero es o no es verdad?

¿Qué cosa?

La información.

No puedo comentar.

 

Este artículo apareció originalmente en El Confidencial.

 

 

 

 

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