Época de bulos, posverdad y aporofobia

La disertante fue la doctora Adela Cortina Orts, quien entre sus múltiples haberes académicos ostenta las calidades de catedrática emérita de Ética y Filosofía Política de la Universidad de Valencia y de miembro de número de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas de España.

Su disertación fue soberbia, posiblemente la mejor lección inaugural que yo haya escuchado en los últimos 15 años, y de dicha conferencia destaco en este artículo tres conceptos que nos vienen como anillo al dedo en este momento poselectoral. Se trata de los significados de bulo, posverdad y aporofobia.

Del primero, los bulos (fake news), dice: «La expresión fake news fue elegida en el 2017 por la editora de Diccionarios Collins por “su presencia omnipresente” durante los 12 meses, lo cual, a su juicio, describe de algún modo la realidad social de esta etapa, presente en la opinión pública. Con la expresión fake news nos referimos a noticias falsas capaces de propagarse velozmente a través del espacio digital» [1].

Establece las siguientes diferencias: «Evidentemente, la palabra española que recoge perfectamente este significado es bulo, porque, atendiendo al Diccionario de la lengua española, un bulo es una “noticia falsa, propalada con algún fin”. A diferencia de los rumores o las habladurías, que pertenecen a lo que Heidegger denomina el “man”, el “se”, presente en “se dice”, “se piensa”, y que se refieren a noticias que carecen de un emisor identificable, los bulos tienen un emisor que podría identificarse, aunque se necesitara para lograrlo mucho esfuerzo» [2].

Del segundo término, posverdad, explica: «Se dice que la posverdad o mentira emotiva es un neologismo que describe la distorsión emotiva de una realidad con el fin de conformar la opinión pública e influir en las actitudes sociales. En este caso, los hechos objetivos tienen menos influencia que las apelaciones a las emociones y a las creencias personales. La apariencia de verdad es más importante que la verdad. Según el Diccionario de la lengua española, la posverdad es una “distorsión deliberada que manipula emociones y creencias con el fin de influir en la opinión pública”».

[frasepzp1]

Y respecto a la aporofobia refiere: «Por último, hay un tercer vocablo que quisiera mencionar en el ámbito de las palabras del año y que tiene un carácter muy distinto de los dos anteriores: es la palabra aporofobia, que lancé yo a la arena pública en la década de los 90 del siglo pasado. La aporofobia da cuenta de la existencia de una patología social, que hasta ahora no se reconocía con un nombre, [consistente en] el desprecio al pobre, el rechazo y la prevención frente a él. Es en aporofobia, el rechazo al pobre, publicado en mayo de 2017, donde intenté explicar en qué consiste ese rechazo, cuáles son sus causas y cómo superar esa patología. El 20 de diciembre de 2017 fue admitida la palabra en el Diccionario de la lengua española, y el 27 de diciembre la Fundación del Español Urgente BBVA (Fundéu) la eligió palabra del año por algo muy importante para mí: por “su capacidad transformadora de la realidad”. Precisamente porque ponerla sobre el tapete significaba desenmascarar ese rechazo al pobre y buscar medios para superarlo, porque es un atentado contra la dignidad de las personas concretas y un peligro para la democracia» [3].

Estimado lector, a la luz de los sucesos que estamos viviendo, yo le sugiero hacer el ejercicio de encontrar ejemplos de bulos, posverdad y aporofobia. Yo contribuiré con tres. De bulos ejemplifico la noticia falsa recién circulada en redes sociales acerca de que los diputados del Congreso de la República destituirían a los magistrados del Tribunal Supremo Electoral; de posverdad, los baños de santidad que se dieron muchos candidatos para autonombrarse elegidos de Dios, y de aporofobia, la culpa que se le está echando a la gente pobre en cuanto a los resultados en el recuento de votos, como si no hubiese sido similar en las ciudades y en las áreas rurales (excepción hecha con Quetzaltenango).

Éxitos en su ejercicio. Hasta la próxima semana.

* * *