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Entre la inutilidad y el ridículo

La inutilidad en el uso del casi medio millón por día que cuesta mantenerlo, se incrementa con la ridiculez y el desperdicio.
Tipo de Nota: 
Opinión

Entre la inutilidad y el ridículo

08 de Febrero de 2013
Palabras clave

El despacho presidencial y la seguridad de quien lo ocupa, nos cuesta 13.67 millones de Quetzales al mes. Algo así como Q.455,866 por día. Si este señor tiene un horario como su segunda, cada una de las ocho horas hábiles nos origina un gasto de Q.56,983; que traducido a minutos, nos representa un costo de Q.949 por unidad.

Bien empleados en la conducción de los destinos del país, la mejora en la prestación de servicios esenciales como salud, educación y seguridad, difícilmente se cuestionaría el costo de este empleado. Un monto que no considera el pago fijo, aunque esté fuera, ni suma los gastos de viaje, viáticos y representación. El total de esto, bien podría elevar la cifra, pero por no contar con el detalle gastado, asumamos que en lugar de manirroto, el Gobernante es austero y no gasta más que los 949 por ...

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