Ir

En nombre de Dios

Fue una estrategia perversa. Se trata de la persuasión de grandes masas —a través de sectas fundamentalistas— para que se olviden del más acá pensando en una representación demasiada ilusoria del más allá.
Tipo de Nota: 
Opinión

En nombre de Dios

02 de Diciembre de 2019
Palabras clave

En épocas de dictadura llama a vergüenza el manoseo que se hace del nombre de Dios para mantener un statu quo que se convierte, por sí mismo, en la mala nueva de la buena nueva.

El fenómeno es iterativo en Latinoamérica, y Guatemala tiene lo suyo. En 1856, al Jesús Nazareno de La Merced le fue otorgado el grado de coronel por el presidente Rafael Carrera. Y durante la época de la Contrarrevolución, al Cristo de Esquipulas se le nombró capitán general. Ambas circunstancias inundaron de vergüenza a la Iglesia, particularmente porque hubo aquiescencia de la jerarquía católica, como sucedió en 1954 con el arzobispo Mariano Rossell y Arellano y el nuncio apostólico Genaro...

Autor



Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad exclusiva del autor. Plaza Pública ofrece este espacio como una contribución al debate inteligente y sosegado de los asuntos que nos afectan como sociedad. La publicación de un artículo no supone que el medio valide una argumentación o una opinión como cierta, ni que ratifique sus premisas de partida, las teorías en las que se apoya, o la verdad de las conclusiones. De acuerdo con la intención de favorecer el debate y el entendimiento de nuestra sociedad, ningún artículo que satisfaga esas especificaciones será descartado por su contenido ideológico. Plaza Pública no acepta columnas que hagan apología de la violencia o discriminen por motivos de raza, sexo o religión
Autor