La plaza, ese lugar que nos ha hecho converger para pedir un nuevo Estado, una nueva manera de hacer política y ser políticos, ha sido un espacio que nos ha hecho desempolvar valores y formas de relacionarnos. Cuando el agua escasea, se comparte. Si alguien está apurado haciendo algo, se le apoya. Al gritar uno, seguimos muchos. Reencontrarnos en los otros: eso también nos lo ha devuelto la plaza.
Como hoy, cuando Alicia necesita de nuestro cariño. Está pasando por un momento difícil, ...
La plaza, ese lugar que nos ha hecho converger para pedir un nuevo Estado, una nueva manera de hacer política y ser políticos, ha sido un espacio que nos ha hecho desempolvar valores y formas de relacionarnos. Cuando el agua escasea, se comparte. Si alguien está apurado haciendo algo, se le apoya. Al gritar uno, seguimos muchos. Reencontrarnos en los otros: eso también nos lo ha devuelto la plaza.
Como hoy, cuando Alicia necesita de nuestro cariño. Está pasando por un momento difícil, en el que se está demostrando que la lucha y la valentía se llevan siempre con una misma en la plaza, en una sala de algún hospital. Alicia es una mujer talentosa y con una sensibilidad muy linda. He visto cómo ha trabajado junto con otros universitarios. Y antes de conocerla ya la había visto junto con otros amigos recorriendo las calles de esta Guatemala.
Alicia quiere regresar a su país, al país de Alicia, que como a tantos otros les ha dado la espalda y les ha negado la posibilidad de luchar por la vida con todas las fuerzas y en todos los sentidos. La situación de los hospitales, de los centros de salud y de todo el sistema de atención de salud nos recuerda que hay mucho que hacer, pues mientras no lo hagamos muchos hombres y muchas mujeres como nosotros no tendrán la oportunidad de ser atendidos como se merecen.
Ante un Estado que se niega a proteger la vida de quienes somos parte de Guatemala, la solidaridad como principio político es, ante todo, uno de los principios de las relaciones humanas más necesarios y más hermosos. Es el que nos recuerda que en la cooperación y en la colaboración se encuentra una buena parte del sentido que puede darle sustento a una vida plena. Si no lo hace el Estado, es una pequeña resistencia que nosotros, los que no somos ni políticos ni funcionarios públicos, debemos ejercer constantemente. La solidaridad nos anima a ser comunidad, a ser un colectivo preocupado por las necesidades de los otros y atento a estas.
Alice ha gritado que este Estado debe replantearse, que ya no queremos corrupción. Yo quiero volver a escucharla de nuevo en las calles. Hay un esfuerzo por Alicia que celebro. La subasta solidaria, con obras de artistas muy reconocidos, puede ayudarnos a ser parte de quienes conocimos, unos más y otros menos, a Alicia. Subaste o sugiera una cifra para apoyar a Alicia y a su familia. Por aquí le dejo la dirección en Facebook. También se encuentra como #ElPaísDeAlicia.
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