Por ello, conviene compartir algunos datos para comprender la situación del empresario guatemalteco promedio:[1]
- Crean y mantienen empresas pequeñas. En Guatemala, de los empresarios que crearon empresas en el 2010, un 90.8% las creó con cinco trabajadores o menos. A duras penas 0.2% de los empresarios generan empresas con más de seis trabajadores. Lo que es aún peor, menos del 5% de los empresarios que crearon empresas en dicho año dijeron que tendrían más de 10 trabajadores para el año 2015, el porcentaje más bajo de América Latina.
- Tiene un bajo nivel educativo. Un 46% de quienes iniciaron una empresa en el 2010 tiene primaria completa o menos.
- Tiene poca experiencia laboral y empresarial. La mayoría de los empresarios que iniciaron una empresa en el 2010 tiene entre 18 y 34 años de edad.
- Tiene escaso acceso a capital. La mayoría de los emprendedores que iniciaron una empresa en ese año requieren menos de Q10,000 para iniciar sus negocios.
- Tiene poca capacidad para obtener capital adicional. En Guatemala, solo un 6.8% de las empresas son sociedades anónimas. Esto hace que el resto de empresas afronte problemas para poder absorber capital que no sea vía deuda o familiares. Y aun así, la mayoría tendrá problemas, pues para poder adquirir deuda se necesita mostrar documentación que usualmente no maneja o prepara un empresario individual.
- Tiene poca experiencia en procesos productivos complejos. Esto se debe a que un 75% de los empresarios que iniciaron una empresa en el 2010 son comerciantes y a que la cantidad de trabajadores y capital que manejan es pequeño.
Con un empresariado con dichas características, uno debe preguntarse, ¿es posible realmente desarrollar Guatemala con empresarios de empresas pequeñas? O, en todo caso, ¿debiéramos prestar más atención a qué obstáculos tienen que superarse para que las empresas puedan crecer a medianas y luego a grandes?
La razón de esta pregunta es sencilla: ¿dónde podrá encontrar un trabajador mayor posibilidades de tener un salario más alto? O, puesta de otra manera, ¿dónde tendrá un riesgo menor de ser pobre un trabajador, en una empresa grande o una pequeña?
Lo que encontramos en un estudio hace algunos años, era que el 33% de los trabajadores en empresas de menos de 10 trabajadores ganaban menos de US$2 al día. Ello contrasta con trabajadores en empresas con 31 a 50 trabajadores, pues se reduce a 9%. Y, para empresas con más de 100 trabajadores la probabilidad se reduce a 6%. Es decir, una empresa pequeña incrementa 5.5 veces la probabilidad de pobreza.
Ante este tipo de evidencia, parece que es necesario que una de las prioridades del Gobierno sea identificar dichas barreras (de las cuales puedo hablarles en mi siguiente columna) y generar políticas concretas para eliminarlas de forma sustancial.
[1] Con información de GEM 2010, ENCOVI 2006 y DINEL 2010.
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