Un voto nulo es aquel que no presenta una clara intención de voto, aquel en el cual la figura trazada por el votante se sale de la casilla designada a un partido político y toca áreas designadas a otros. Al momento de revisar los votos, los fiscales de otros partidos pueden argumentar que el voto no es del partido A, sino del B, y ante esa falta de claridad el voto se consideraría nulo, pues no sería ni del partido A ni del B. Asimismo, escribir insultos en las papeletas las convierte en voto...
Un voto nulo es aquel que no presenta una clara intención de voto, aquel en el cual la figura trazada por el votante se sale de la casilla designada a un partido político y toca áreas designadas a otros. Al momento de revisar los votos, los fiscales de otros partidos pueden argumentar que el voto no es del partido A, sino del B, y ante esa falta de claridad el voto se consideraría nulo, pues no sería ni del partido A ni del B. Asimismo, escribir insultos en las papeletas las convierte en votos nulos, por si no sabían (artículo 237 de la LEPP).
Además, la ley establece una barrera para que el voto nulo tenga el valor suficiente para repetir las elecciones: más del 50 % de los votos emitidos (votos blancos y votos válidos, artículo 196), una barrera muy alta. El padrón electoral (personas con capacidad de votar) es de alrededor de ocho millones, según datos del TSE para marzo de 2019. Entre estos hay una abstinencia (personas que no van a votar) del 30 %, lo cual deja un total aproximado de 5,600,000 votantes que van a participar. Tendría que formarse un bloque fuerte para lograr más del 50 % de los votos nulos, de alrededor de 2,801,000 votos para repetir las elecciones (casi como poner de acuerdo a toda la población de la capital). ¿Puede alcanzarse dicha cifra y repetirse así la elección para ciertos cargos?
Tal como se planteó en una entrevista conducida por Édgar Ortiz, comparto que la barrera quedó muy alta y que por eso es difícil que en la realidad se pueda alcanzar para repetir la elección (artículo 196). Analizando las tres posturas de los invitados a la entrevista, se puede rescatar que:
- Un entrevistado presenta su postura a favor del voto nulo en binomio presidencial y en corporaciones municipales, ya que este podría permitir que ciertos partidos que no pudieron postular candidatos puedan hacerlo durante la reinscripción. Además, los candidatos, al tener que reinscribirse, perderían inmunidad (derecho de antejuicio, artículo 217) y correrían el riesgo de que a causa de nuevos hallazgos no puedan participar en la nueva contienda electoral. Un escenario muy interesante.
[frasepzp1]
- Otro entrevistado señala que se debe diferenciar el voto nulo en los diferentes cargos: diputaciones (listado nacional, listado distrital y Parlamento Centroamericano), corporaciones municipales y binomio presidencial. En cada uno de ellos el voto nulo tendrá diferentes efectos, siendo el binomio presidencial y la corporación municipal los más sensibles.
- El voto nulo refleja, de alguna forma, el descontento legítimo por lo escuetas y superficiales que han sido las propuestas electorales.
- Sin embargo, al momento de aprobar la ley, a última hora los astutos diputados cambiaron el espíritu del voto nulo mediante el cual se buscaba (en pasado) que se postularan nuevos candidatos al momento de repetirse las elecciones. Pero no quedó redactada así al final. La mala noticia al respecto es que los partidos no necesariamente cambiarán a sus candidatos y candidatas después de haber invertido tanto en ellos. Entonces, solo haríamos que el TSE gastara más en repetir un proceso electoral con los mismos (artículo 50).
- El voto nulo favorece a los partidos más populares de la contienda, ya que pueden resultar electos con menos votos de los esperados y llegar a cargos de elección popular con menor legitimidad. Los partidos pequeños no podrían crecer y tampoco recuperar lo invertido en la campaña (artículo 21).
Entonces, ¿en qué quedamos? En mi opinión, la barrera impuesta para que el voto nulo tenga validez y se repita la elección es muy alta y prácticamente inalcanzable, por lo que no la recomiendo. Pero, como he dicho antes, respeto todas las posturas. Espero que estos datos los ayuden a tomar una decisión sobre sus votos. ¿Ya decidieron cómo votar?
Más de este autor