En estos tiempos posmodernos, los álbumes de fotos o los recortes de prensa ya no se guardan en gavetas y no hacemos tiempo para revisar nuestro pasado reciente o momentos que nos han marcado. Esto ahora lo hace Facebook. Esta herramienta, al igual que todo lo digital, es imborrable y facilita refrescar la memoria de una forma que en lo análogo es imposible. Porque a lo análogo es más difícil de acceder.
Anteayer se conmemoró la lucha contra la violencia contra la mujer. En los medios ...
En estos tiempos posmodernos, los álbumes de fotos o los recortes de prensa ya no se guardan en gavetas y no hacemos tiempo para revisar nuestro pasado reciente o momentos que nos han marcado. Esto ahora lo hace Facebook. Esta herramienta, al igual que todo lo digital, es imborrable y facilita refrescar la memoria de una forma que en lo análogo es imposible. Porque a lo análogo es más difícil de acceder.
Anteayer se conmemoró la lucha contra la violencia contra la mujer. En los medios digitales modernos se han publicado columnas admirables no solo por su estilo, sino también por su contenido respecto al tema. Tal es el caso de Julio Prado en Nómada con su post Yo iba para macho, pero mejor no, de Zaira Lainez con Niñas y mujeres deseadas y de Camila Urrutia con su nota Con pólvora en los tenis. Además, el rechazo a la campaña de MD y otras expresiones hacen pensar que, aunque seamos pocos, existimos los ciudadanos que estamos tratando de comprender las dinámicas de poder que tanto daño nos hacen como sociedad al reforzar hipermasculinidades y reprimir feminidades.
Esto no era así hace unos años. En 2012 escribí una columna que se llamaba De macho a macho, en la cual critiqué una campaña que hizo Guatevisión en contra de la violencia contra las mujeres. Para mi sorpresa, Mario Antonio Sandoval me contestó con una columna que hacía evidente una visión machista del mundo. Este aclamado periodista guatemalteco decidió dedicarme una columna que se titulaba El machismo según Marisa, en la que literalmente escribe que soy una iletrada y que estoy completamente equivocada al pensar diferente a él y a su equipo de Guatevisión.
Hoy que veo esa campaña me sigue causando repulsión y sigo pensando que ese tipo de mensaje no aporta. En ese momento pensaba que el señor estaba en todo su derecho de criticar mi columna y de pensar que yo era una ignorante. Pero ahora creo que ejemplificó con su columna la violencia que vivimos las mujeres cuando decidimos salir de la casa y empezamos a ejercer liderazgo. Ahora me doy cuenta de que en ese momento a este señor le ardió el ego cuando una mujer más joven se atrevió a criticar su proyecto y de que esa es otra forma de violencia contra la mujer. La actitud que él tuvo es el verdadero machismo según Marisa.
Por otro lado, he tenido la suerte de contar con grandes mentores hombres, quienes durante mi carrera universitaria y profesional me han dejado cuestionarlos, criticarlos y retarlos. Y esos son los hombres a los que admiro. Creo que es a ese tipo de mentor y de persona a quien debemos empoderar como sociedad. Porque solo cuando haya más mujeres en el poder vamos a poder tener una sociedad más equilibrada.
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