Pero, más allá de lo humano y fundamental, el humor es también medicinal, aligera las penas, facilita la interacción social y juega un rol básico en la relación de pareja.
Sin embargo, muchos humanos ingratos se niegan este placer. Algunos de los que se hacen pasar por intelectuales terminan apagados en su mundo de ideas y conceptos, sin una luz de humor, porque creen que la risa es para los tontos. No ven el poder que esta tiene. «La risa libera al aldeano del miedo al diablo [… y hac...
Pero, más allá de lo humano y fundamental, el humor es también medicinal, aligera las penas, facilita la interacción social y juega un rol básico en la relación de pareja.
Sin embargo, muchos humanos ingratos se niegan este placer. Algunos de los que se hacen pasar por intelectuales terminan apagados en su mundo de ideas y conceptos, sin una luz de humor, porque creen que la risa es para los tontos. No ven el poder que esta tiene. «La risa libera al aldeano del miedo al diablo [… y hacerlo] es un acto de sabiduría». Además, «al aldeano que ríe, mientras ríe, no le importa morir». (El nombre de la rosa, Umberto Eco). Por tanto, la risa nos emancipa de la muerte y del miedo. Ese es su poder.
El humor es rebelde, insurrecto. Aún resuenan en mi memoria las censuras que recibí por escribir sobre temas sexuales y, peor aún, por hacerlo de manera desfachatada y «poco científica». Esas críticas me habrían convertido en una frígida textual, de no haber sido por un buen amigo que me hizo ver que esa manera atrevida de tratar el sexo era precisamente lo más subversivo y lo que más irritaba.
En Centroamérica se distinguía al chapín por su sentido del humor fino y sofisticado. Hábiles en el uso de la ironía y el sarcasmo, esos hijos legítimos del humor combatían de frente el poder en todas sus formas. Eran irreverentes con la muerte, desafiantes hasta con el mismo diablo. Esos chapines guerreros del humor, ¿adónde se han ido? Me pareció ver un retazo de esto en la plaza. Una mezcla de ingenio y creatividad, pero que aún no despierta del todo.
Es necesario meter más humor en la plaza, más humor en las redes sociales. Olvidarse de lo políticamente correcto, que ha castrado nuestro humor y nuestra capacidad de reírnos hasta de nosotros mismos.
Pues bien, si la risa y el humor son tan poderosos para la sociedad y para el ser humano, ¿cómo no van a ser esenciales en el amor? Navegando en las aguas mansas del Internet me topé con una encuesta dirigida a mujeres en la cual se les pregunta qué características buscan en un hombre (entiéndase como pareja, no como amigo). Un resultado ya esperado es que a ellas les importa más su carácter que su físico. Es decir, nos vale huevo la talla del zapato o la masa corporal. Pero un dato interesante es que un 77 % de las encuestadas considera el sentido del humor un rasgo de personalidad esencial, por encima, incluso, de la inteligencia y de la pasión. Es más, agregaba por ahí que si el individuo era capaz de hacerla reír tenía puntos extras.
Por lo tanto, caballeros, no escatimen en humor ni cuando están seduciendo ni después de ser pareja. Además, si ese humor es inteligente, seguro que ese fulano se lleva rabo y orejas (taurinamente hablando).
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