El color de la mayor parte de su cuerpo es negro, a excepción de sus pies que se ven desgastados. Y no es precisamente por caminar, sino por el roce de las manos de los miles de devotos que le visitan a diario. Habita en la Catedral Metropolitana, y es la copia fiel del Cristo Negro de Esquipulas.
Hombres y mujeres hacen fila para tocar los pies del Cristo Negro. Transmiten su fe y sienten lo invisible. Doña Clara pide le de un trabajo. Hace tiempo que ha tenido que apretar los pocos q...
El color de la mayor parte de su cuerpo es negro, a excepción de sus pies que se ven desgastados. Y no es precisamente por caminar, sino por el roce de las manos de los miles de devotos que le visitan a diario. Habita en la Catedral Metropolitana, y es la copia fiel del Cristo Negro de Esquipulas.
Hombres y mujeres hacen fila para tocar los pies del Cristo Negro. Transmiten su fe y sienten lo invisible. Doña Clara pide le de un trabajo. Hace tiempo que ha tenido que apretar los pocos quetzales que le quedan. Don Julián, acompañado de su padre, le encomienda al Cristo Negro su nuevo negocio. Una mujer mayor llora, y en su llanto se desborda mucha tristeza. Luego pasa una pareja de jóvenes. Terminan su oración con un abrazo. Héctor aguanta el llanto, hace meses que no soporta el dolor en su cuerpo. Doña Josefa se detiene para decir que "El Cristo Negro es milagroso, que se le agradece, se le pide, se le adora, es esperanza y es Santo".