Ir

El carpintero, el cura y yo

Tipo de Nota: 
Opinión

El carpintero, el cura y yo

01 de Diciembre de 2014
Palabras clave

Cuando Federico —un compañero de escuela primaria— decidió ser carpintero, todos en la escuela sabíamos que iba a ser un empresario exitoso. A los diez años ya era todo un artista de la madera.

De Gabriel —otro compañero de grado— dudamos mucho cuando nos dijo que iba a ser cura. No teníamos certeza de su vocación. El tiempo nos demostró lo contrario. El tiempo y los logros de aquel amigo que llegó a la escuela sabiendo solo q’eqchi’ y ahora habla español, inglés, francés, latín y griego.

Nos reunimos anual o bianualmente cuando Gabriel viene a Guatemala y nos convoca a la misma taquería donde refaccionábamos entre 1963 y 1966. Este octubre recién pasado solo pudimos estar el...

Autor



Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad exclusiva del autor. Plaza Pública ofrece este espacio como una contribución al debate inteligente y sosegado de los asuntos que nos afectan como sociedad. La publicación de un artículo no supone que el medio valide una argumentación o una opinión como cierta, ni que ratifique sus premisas de partida, las teorías en las que se apoya, o la verdad de las conclusiones. De acuerdo con la intención de favorecer el debate y el entendimiento de nuestra sociedad, ningún artículo que satisfaga esas especificaciones será descartado por su contenido ideológico. Plaza Pública no acepta columnas que hagan apología de la violencia o discriminen por motivos de raza, sexo o religión
Autor