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“Echando a perder se aprende”, el caso del Ecce Homo

Doña Cecilia me hizo en lo personal un gran favor: hacerme reír hasta más no poder y reflexionar sobre el extraordinario poder que pueden tener algunas desventuras.
Tipo de Nota: 
Opinión

“Echando a perder se aprende”, el caso del Ecce Homo

09 de Septiembre de 2012
Palabras clave

Hay una máxima moral que dice que no hay que burlarse de la desgracia ajena, sin embargo confieso que nada me había hecho reír tanto en los últimos días como el caso de la malograda restauración del Ecce Homo, una obra que a pesar de su modesto valor económico y artístico adquirió súbita fama mundial.

Un corresponsal de la BBC en Europa dijo que la obra de Elías García Martínez –hasta ese entonces un pintor anodino– se transformó en “el esbozo de un mono muy peludo con una túnica mal amarrada”, luego de la intervención de la bien intencionada doña Cecilia Giménez, la “restauradora”.  La colosal metida de pata hizo que el Ecce Homo fuera rebautizado irreverentemente con el nombre de Ecce Mono.

Nunca imaginó esta  octogenaria de Borja (Zaragoza, Es...

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