Dos fotos para retratar una época

Afuera

No es necesario que la imagen lo muestre. Las cámaras lo revelan. Es quien ha liderado esta batalla contra la corrupción, el guerrero que comanda la tropa. Su espada ha cortado cientos de cabezas monstruosas en su propio país. El mismo Uribe le tiene sus rencores documentados. Cuentan que viajó a Guatemala a advertirle a Otto Fernando que si lo aceptaba como comisionado se arrepentiría toda la vida. Por eso los reporteros no lo sueltan. Le toman cientos de fotos por segundo. Respingan los flashes, los micrófonos. Afuera del círculo observa, replegada, la premio nobel. Lleva gritando tres, cuatro décadas en nombre de tantos tantos extranjeros en su propio patio. Los colores del traje son eso: la otredad, lo negado, lo no escuchado, lo rural, un lenguaje inentendible en los oídos de las políticas oficiales. Al final de cuentas, el silencio. De no ser por su encendido atuendo pasaría inadvertida. Esa mañana, celebrando el Día Mundial contra la Corrupción en el cine Lux, fue de las contadas mujeres indígenas en el auditorio. ¿Habrá algún espejo que se abra y permita adentrarnos en el misterio?

Bocinas

Las bocinas truenan. En todos los puntos de la ciudad, del país. Rapidito se tuitean las declaraciones. Se vuelven fácilmente trending topics y compiten con los hashtags que comúnmente inundan la red, así como con esa manía de atacar a cualquiera como sea. En dos pijazos ya tenemos un linchado y nadie lleva un galón de agua. Las manos luego se esconden. Nace otro tema. Nos encaramamos a la siguiente ola viral. Un tuit pega más que un discurso. El comi, quien ahora declara, lo sabe. Sin embargo, hablar no es su punto débil y se explaya en los puntos jurídicos, sociales. No hay suficiente espacio para entrevistarlo. Las bocinas lo replican. No vemos su cara. Pero el país sigue temblando. Los diputados, los magistrados sienten en los sueños el sonido, esa voz de los miles, en la plaza desinhibida. Aparece también media cara de Gloria, la presidenta de la Corte de Constitucionalidad, quien se le plantó a tanto macho irresoluto. Quedan muchas peleas, por todos lados, pendientes. Hay varios sables disponibles, y un violín en la repisa espera ser interpretado.