Basado en su análisis de la propuesta del Organismo Ejecutivo para el presupuesto 2020, el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) formuló 24 recomendaciones puntuales para corregir anomalías y errores. Lamentablemente, al dictaminar esta propuesta la CFPM no solo no atendió esas recomendaciones y otras presentadas por otras entidades, sino que la empeoró significativamente introduciendo más anomalías y bolsones de corrupción.
Quizá el ejemplo más escandaloso, pero no el único, es que, al igual que otras entidades, el Icefi alertó que la propuesta original del Ejecutivo incluyó dentro del presupuesto del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación asignaciones por 75 millones de quetzales que se les regalarían a cinco organizaciones sin fines de lucro y a una cooperativa. Por carecer de experiencia y capacidad demostrada para ejecutar fondos públicos, por tener vínculos con diputados y excandidatos a cargos de elección popular y, en general, por presentar perfiles dudosos, se le recomendó a la CFPM suprimir esas asignaciones espurias.
Sin embargo, la respuesta de la CFPM fue que no solo no suprimió esos regalos, sino que incluso los incrementó. En el dictamen de la CFPM, en vez de seis asignaciones espurias, el Icefi identificó mediante su análisis (en el cual plantea 12 recomendaciones adicionales para corregir las anomalías) por lo menos 22 de estas entidades. Y en vez de 75 millones de quetzales, ahora los regalos ascienden a un bolsón para la corrupción de 142.5 millones, con lo cual se depreda el presupuesto de por los menos ocho ministerios de Estado.
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El dictamen de la CFPM altera severamente el presupuesto del Ministerio de Desarrollo Social al suprimir el aporte de 358 millones de quetzales para el subsidio al transporte del adulto mayor. El artículo 131 reemplaza ese aporte con 30 millones para la Coordinadora Nacional de Transporte Urbano Departamental de Guatemala (CNTUDEG), que tiene un historial de anomalías y de servicio de muy mala calidad, incluyendo abusos en contra de los adultos mayores, a los que supuestamente busca beneficiar, y amenazas que han rayado en la extorsión en caso de que el Gobierno no le regale esos montos millonarios.
Por el lado de los ingresos, la CFPM decidió suprimir los 140 millones de quetzales que se esperaba que Guatemala recibiera en concepto de donaciones de Gobiernos de otros países y 132 millones más en concepto de donaciones de organismos e instituciones internacionales. Como si Guatemala tuviera dinero de sobra, fuera libre del lastre de la desnutrición infantil o tuviera una cobertura universal de salud y de educación. Temo que esta decisión de la CFPM sea parte de esa concepción estúpida de soberanía y de nacionalismo que caracteriza al Pacto de Corruptos, también reflejada en el último párrafo del artículo 122 del dictamen de mérito, en el que se pretende prohibir las embajadas guatemaltecas en países en los que residan menos de 3,000 guatemaltecos. Toda una carrera hacia el aislamiento y hacia confirmarse como el hazmerreír ridículo de la comunidad internacional.
Estas son solo algunas de las anomalías más escandalosas, sin mencionar recortes brutales al gasto social prioritario o la fijación de metas como dejar fuera del sistema educativo a más de 62,000 estudiantes y dejar de entregar 3.4 millones de textos a estudiantes de primaria. Un legado nefasto de Jimmy Morales y de la gavilla que hoy controla el Congreso.
Si se aprueba como el primer presupuesto que ejecutará el gobierno de Giammattei, ojalá él y su equipo estén planeando corregirlo una vez en el poder. Además, ojalá que los diputados nuevos se informen de estas anomalías y se capaciten para proponer y apoyar correcciones legítimas.
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