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Deuda y elecciones en España

El presidente del Gobierno, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, que se ha visto desbordado por la actual crisis económica y financiera y cuyo partido afronta una derrota histórica el 20 de noviembre
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Deuda y elecciones en España

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A tres días de las elecciones generales, en las que se prevé una mayoría absoluta del opositor Partido Popular, España sufrió hoy de nuevo el acoso de los mercados sobre su deuda, lo que llevó a que la prima de riesgo alcanzara máximos históricos.

Desde la apertura del mercado de deuda, la prima de riesgo española -que mide el diferencial entre el bono nacional a diez años y el alemán del mismo plazo- se situaba en un nivel récord desde la creación del euro, hasta casi tocar los 500 puntos básicos.

Pero comenzó a relajarse gracias a la compra por parte del BCE de bonos españoles e italianos hasta cerrar a 460 puntos básicos.

Aunque el bono hispano no era ni el único ni el más acosado por los especuladores, el hecho de rozar los 500 puntos básicos, que obligó al Tesoro a pagar un tipo de interés del 7,088 % para colocar 3.562 millones de euros en bonos a diez años, situó a España al borde de la cota en la que se consideró necesario el rescate de Grecia, Irlanda y Portugal.

El presidente del Gobierno, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, que se ha visto desbordado por la actual crisis económica y financiera y cuyo partido afronta una derrota histórica el 20 de noviembre, exigió hoy en un acto electoral a la Unión Europea y al Banco Central Europeo una solución "inmediata" porque, a su juicio, "Europa es la respuesta para volver a la estabilidad".

Zapatero recordó que el problema del sistema financiero no se arregla cambiando los gobiernos -lo que ya ha ocurrido en Grecia e Italia y va a ocurrir previsiblemente en España tras los comicios- "sino que tiene que haber un gobierno europeo que tome decisiones para todos".

"Hace falta un banco central europeo que lo sea en efecto y defienda la moneda común y los países de la moneda común", advirtió.

El líder socialista -que no se presenta a la reelección, desgastado por la crisis y por el peso de casi cinco millones de desempleados (más del 21 por ciento de la población activa)- opinó que Alemania y Francia deben ser conscientes de que si el conjunto de la zona euro sigue con esa tensión terminará afectando a todos.

La vicepresidenta económica española, Elena Salgado, salió al paso de los temores de rescate asegurando que España no lo necesita y que la sostenibilidad de la deuda española está "fuera de toda duda".

La ministra señaló que el "nerviosismo" de los mercados está en el origen de las dudas suscitadas sobre España.

Tampoco el candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, cree que España esté en riesgo de ser rescatada, e instó al BCE a que actúe de manera inmediata para "parar esta incertidumbre".

Rubalcaba insistió en que la solución a los problemas con la deuda soberana que están atravesando en los últimos días una docena de países europeos está en que el BCE "actúe y actúe con claridad y con rotundidad".

A su juicio, el BCE tiene que comportarse respecto a la deuda de los países de la zona del euro como la Reserva Federal con la deuda de Estados Unidos o el Banco de Inglaterra en relación con la británica.

Por su parte, el presidente del conservador Partido Popular y probable próximo jefe de Gobierno, Mariano Rajoy, no hizo hoy referencia concreta al acoso sobre la deuda española, y se limitó a expresar su convicción de que España tiene posibilidades de salir de la crisis con el cambio de Gobierno.

"Las cosas en España se pueden hacer, se deben hacer, y se van a hacer infinitamente mejor que durante estos cuatro años", recalcó.

En un mitin electoral en el penúltimo día de campaña, Rajoy aseguró que su Gobierno será "fuerte" y necesitará del mayor número posible de votos para que la mayoría sea holgada, ya que así podrá enviarse a Europa un mensaje de confianza. EFE

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