Detrás del #SiHuboGenocidio

Ríos Montt solo, en una esquina, frente a la inmensidad de la historia de cientos de ixiles, vivos en la voz de los testigos ahí presentes. La espera angustiosa, el escuchar decir al General “puedo llamar a un amigo para que me defienda”, y recuperar el aliento luego de escuchar a la jueza Barrios.

Una noche antes, en el Twitter muchos escribían su sentir, su pensar, frente a la noticia de la posibilidad de regresar a la etapa intermedia un juicio resultado del esfuerzo de muchos y de la perseverancia de los mismos. Es cierto: no cambia nada, no es un mecanismo de incidencia real. Pero con gente desconocida, con quien comparto una historia, me sentí reconfortada. Tal vez no son tan desconocidos si compartimos la historia, y en la confianza de expresarnos, escuchamos como todos teníamos algo que decir. Sin saber cómo somos físicamente, desconociendo el nombre real de algunos, por un momento fuimos uno diciendo todos #SiHuboGenocidio.

 Detrás y a raíz de esas palabras, @juanlemus9 nos invitó a una manifestación tuitera la noche siguiente. Ahí estuvimos una hora, hasta lograr posicionar esas palabras a nivel nacional, la memoria se volvió en un tema de discusión en la red social. Las ideas iban y venían, y @Su_pg propuso pegar en la entrada de la CSJ las palabras virtuales en apoyo del pueblo ixil. Fuimos, y nos topamos con la “resistencia pacífica” de los abogados defensores, pero también la muestra de apoyo de la Coordinadora Juventud por Guatemala, jóvenes de 185 organizaciones, diciendo sí a la justicia necesaria. Esperamos.

Tres de la tarde en Ciudad Guatemala. Ríos Montt sonriendo y Zury Ríos con voz quebrada agradece a la jueza encargada de arriesgar el proceso ya iniciado. Pajas, pero posible. Ya nada sorprende en Guatemala, pero entre tanta desilusión, es la esperanza lo que se debe cuidar entre todos. “Llenemos la CSJ de claves rojos” y @ursurol nos hizo despertar. Esa noche, en la Plaza de los Derechos Humanos, junto a los testigos, prendimos veladoras, pedimos justicia, nos dimos la mano y aunque no éramos los que teníamos que ser, les hicimos saber que no están solos. 

Una noche anterior, estábamos con el celular en la mano, hoy con hojas y marcadores, escribíamos aquello que otros nos habían compartido. Ahí estaban los tuiteros, ahí nos reconocíamos unos y otros, ahí sentado en las gradas @jorgesantos15 escribía algunas de las palabras de @LaFilistea, de las más intensas de estas noches: “Y tras la cortina de tela gruesa perfumada, escuché cosas que mi niñez guardó tan celosamente que el llanto me dice que #SiHuboGenocidio”.