Esto se contrastaba con otras carreras como ingeniería o finanzas en donde el lugar en donde se estudiaba era irrelevante. Es por eso que en Guatemala es común que la gente utilice el término derecho y leyes de forma indistinta, ya que lo que se estudiaba en las aulas era la aplicación de las leyes del país.
Sin embargo, ésta no es la tendencia actual, la globalización nos hace comprender el derecho de una forma diferente. Nos obliga a ver el contexto internacional para luego convertir...
Esto se contrastaba con otras carreras como ingeniería o finanzas en donde el lugar en donde se estudiaba era irrelevante. Es por eso que en Guatemala es común que la gente utilice el término derecho y leyes de forma indistinta, ya que lo que se estudiaba en las aulas era la aplicación de las leyes del país.
Sin embargo, ésta no es la tendencia actual, la globalización nos hace comprender el derecho de una forma diferente. Nos obliga a ver el contexto internacional para luego convertirlo en local, el derecho transnacional es un ejercicio cada vez más común en todos los países. Esta nueva forma de estudiar el derecho nos obliga a estudiar modelos en lugar de legislación. Nos exige hacer un estudio interdisciplinario en lugar de un estudio estrictamente técnico legal.
Los contratos son el mejor ejemplo de la aplicación de derecho transnacional ya que modelos como el de franquicia o el factoraje no son propios de nuestra tradición legal, sin embargo la velocidad del comercio y las necesidades del mercado nos han hecho asimilar este tipo de contrato. Conceptos más tradicionales como el de familia y matrimonio también se ven cuestionados por modelos de otros países. Argentina, Brasil, Uruguay y México han permitido el matrimonio entre personas del mismo sexo a partir de este tipo de ejercicio jurídico. Hasta el Derecho Penal que es uno de los, tradicionalmente, más territoriales tiende a convertirse en un ejercicio transnacional; el Código Procesal Penal de Guatemala es resultado precisamente de esta tendencia.
Ante este cambio, sería de esperar que las Facultades de Derecho, el Colegio de Abogados, la Corte Suprema de Justicia o alguien, estuviera preguntándose si estamos preparando a los abogados guatemaltecos para esto o no. La semana pasada se celebró el Día del Abogado pero pocas veces se cuestiona el currículo que ofrecen las facultades de derecho en el país y el enfoque que en las aulas se le está dando a la carrera.
No adaptar la enseñanza del derecho a las nuevas tendencias ocasiona graves problemas, el más grave es que nos convertimos en un país en el que otros abogados hacen experimentos jurídicos. Guatemala tiene instituciones jurídicas propias (la unión de hecho es un excelente ejemplo), sin embargo tiende a ser un país receptor de modelos jurídicos y por eso es muy importante que en Guatemala tengamos profesionales preparados para recibir y adaptar los modelos sugeridos.
El día del Abogado debería generar más discusiones que la repetitiva reflexión sobre la ética profesional y las ideas románticas de la carrera. Como sociedad tenemos que tener claro qué tipo de abogado queremos y cómo estamos preparando a los próximos juristas.
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