Anarquía electoral, ausencia de reformas, corrupción, la exclusión de un modelo. Todo debe comprenderse a partir de que la ley y el orden, nacen en 1985 de una Constitución pacificadora, facilitada por un Estado terrorista, contrainsurgente y militarizado.
Leyendo el informe de la organización civil, trataba de contextualizar con nuestra posguerra; encontré una necesidad fundamental: la transformación de un modelo político que tuvo sus orígenes en un magro contexto, de lo que no puede esperarse algo mejor.
El informe ofrece elementos desde los cuales se puede interpretar el comportamiento de un aparato electoral clientelar-corporativo.
Los actores. Los partidos en promedio gastan un 60% de su capital en campaña y precampaña, y el 40% restante en gastos operativos. Fue la campaña más cara. La TV abierta es el medio de comunicación más privilegiado por la inversión de los partidos, donde el PP, ganador del ejecutivo; aportó el 38% de lo que las corporaciones de televisión recibieron. La radio y la prensa en ese orden, fueron los medios más contratados.
A decir de los analistas, las encuestas (las empresas que las hacen), funcionan como agencias calificadoras de riesgo, ya que a partir de sus augurios; los capitales se decantan por unas campañas o por otras, para evitar perder con un perdedor. De ahí se observa un claro cambio en el flujo de gasto de los partidos entre la precampaña y la campaña. Las corporaciones mediáticas son un actor clave en la distribución de la renta entre la clase política formal organizada. ¡Viva la libre empresa!!
Un intento de análisis de los actores, también debe incluir su actuar. Un proceso marcado por la violencia, el oportunismo, el fraude, la intimidación, la compra de votos. A Nebaj, Quiché, por ejemplo; el Estado le permitió alcalde hasta febrero. Una población heroica, sobreviviente en el día del más brutal genocidio en su contra, que también lucha por sobrevivir hoy al sistema político de la incertidumbre en la posguerra.
Una investigación periodística sugiere que casi la mitad de la legislación de diputados, se ha transfugado de partido político. Es decir, que luego de haber sido electos por el pueblo al aceptar su oferta política y depositar su confianza en aquellos, estos o estas deciden traicionar dicha confianza, y abandonar la oferta política planteada, para engrosar otras agrupaciones que supieron comprar su voluntad en la pasada legislatura.
En esta se transfugaron ya 36 diputados de la UNE que recibieron un voto provocado por la precariedad estructural, capitalizada por los Colom-Torres, con una base social traicionada y de la que otros disfrutan, y que hoy ya no existe entre los vulnerados/as, engañados/as de nuevo, esta vez por los tránsfugas que se burlaron de su necesidad.
Un militar señalado de genocidio es electo en su mayoría por urbanos desmemoriados/as y jóvenes (profundamente ignorantes de su historia, víctimas de un Estado que con su estructura, ahoga su propia reforma educativa), en medio de una histórica abstención. Según el informe, ya que la Ley electoral y de partidos políticos, exige que el Estado debe pagar $2 por voto recibido a los partidos, el PP de empresarios y militares recibirá casi Q25 millones. En total, el Estado deberá cancelar como deuda a la partidocracia clientelar unos $11 millones 200 mil. Una democracia mercantilista, pero esto podés esperarlo de una que fue concebida desde un cuartel. Telésforo Guerra, constituyente él, es abogado defensor de Mejía Víctores, exjefe de Estado de facto.
Otro dato llamativo es el hecho de que comparativamente, la elección en Guatemala, dura más que en ninguna otra parte. 133 días en promedio. Más que los 90 de Honduras y Chile, y más que los 105 de Costa Rica.
Los analistas rompen cabeza con la “Reforma Fiscal”, no entiendo por qué. La existencia aquí es totalizada por la dictadura del dinero. Entonces, ¿cuál es el reto para nosotros/as los que no tenemos dinero y que somos la mayoría? Nosotros/as somos los que luchamos por la soberanía. Las mujeres de su cuerpo, los indígenas de su territorio y los trabajadores/as de nuestro trabajo y del capital. Solo queda unir nuestras diversas perspectivas de lucha y construir la verdadera Democracia que resulta de esa unidad diversa. Lo demás, como se dice coloquialmente son pajas. Lo demás, es una “Actualización Tributaria”, una democracia finquera.
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