Mientras la mayoría de mexicanos aceptaban gustosamente los mitos propios del Revolucionario Instituciona...lizado a la fuerza, buena parte de los entornos sociales y académicos cercanos al exilio español republicano sugerían la importancia de los espacios democráticos en México. No quedándose al margen de las modas políticas, mayo de 1968 fue un momento convulsionado tanto en París como en ciudad de México.
Hay un punto de quiebre. Todo depende fundamentalmente del modelo de ´República´ que sea admirado.
Desde el día viernes pasado hasta el día de hoy, son varios los articulistas tanto en México como en Guatemala que hacen una fervorosa apología en relación a los ideales expresados en La Marseillaise. Todo en relación a celebración de la Toma de la Bastilla. El ideal revolucionario se hace moda mediática en buena parte de columnistas de prensa que dicho sea de paso, están en el espectro de la centro derecha.
No es de sorprender.
Desde admiradores neófitos, pasando por las huestes gaullistas y neo-gaullistas del famoso RPR con el triunfo de Chirac en 1987 hasta las juventudes que despidieron a Sarkozy en su último discurso luego de la victoria de Hollande… es muy cierto que el conservadurismo-nacionalista francés entona perfectamente y sin problemas La Marselleise. Es perfectamente comprensible. Cualquiera que haya sido el alza popular se entiende (dicen ellos) produjo un modelo institucional que en la mente de los conservadores (y no sólo los franceses) no requiere ningún tipo de rediseño.
Aparece entonces la falacia que David Riazanov, llamará la revolución institucionalizada.
Richard B. Day en su texto Witnesses to Permanent Revolution: The Documentary Record, desentierra una genial frase de Alexander Israel Helphand (más conocido como Parvus) en su diagnóstico sobre el problema en la materialización del ideal revolucionario ruso. De acuerdo a Parvus, el problema era que ´los liberales, al descubrir su propia debilidad, se comprometieran con el zarismo en interés de preservar el “orden”. … ´Sólo los trabajadores podrían completar el derrocamiento revolucionario del absolutismo… los socialdemócratas se encontrarían entonces en el poder... con una agenda extraordinariamente compleja: por un lado, tendrían que institucionalizar la revolución y establecer las libertades constitucionales necesarias para la organización de los sindicatos y el partido de los trabajadores; por el otro lado debían comenzar, al mismo tiempo, a implementar las demandas de la clase trabajadora que inevitablemente cercenan la propiedad privada de los medios de producción´. Luego de leer estas frases, la coyuntura histórica descrita en el 18 Brumario también viene a la mente.
¿Qué le sucede a las revoluciones populares?
Problema complejo determinar hasta donde ´el índice revolucionario´ se diluye.
Algo así le sucedió a la izquierda francesa en 2007, ante la potencia electoral de Sarkozy quien la puso en jaque. Tanto así que Bernard Kouchner (ex ministro socialista durante el gobierno de Miterrand) publicó un artículo polémico en Le Journal du Dimanche afirmando que ´sólo una izquierda socialdemócrata renovada puede convencer a los franceses y dicha izquierda no debe rechazar la alianza con un centro renovado´…Aceptar en suma, que la revolución arribó a su mejor momento. No le pida más, no le meta más, no la estire más.
Hay otras visiones más radicales. Pero ojo, no tanto más radicales porque se adhieran a una visión de clase.
Cómo no citar aquí la canción de Sérge Gainsbourg titulada Aux Armes et cætera. Con la intención de hacer rugir a la derecha conservadora, Gainsbourg hace sátira de la letra del himno francés mostrando la brutalidad de la misma: … ´ l'étendard sanglant est levé… y agrega inmediatamente después: ´Liberté liberté chérie… Ils viennent jusque dans nos bras, egorger nos fils nos compagnes…' ( https://www.youtube.com/watch?v=ogNkIcNSnVs )
Suena a las palabras atribuidas a María Antonieta: Libertad libertad, ¿Cuántos crímenes se comenten en tu nombre?
Decía Patricia Mills, (discípula de Jacques Derridá) en su seminario sobre la obra ´Glas´, que Derridá solía satirizar el himno francés al referir a la frase l'étendard sanglant est levé, descubriendo (según él) lo que no se decía abiertamente: El estandarte, el ´falo erecto´se levanta cubierto de sangre. A decir, ´la República´ nace luego de ser desvirgada por una fuerza superior. Derridá abre una vena de erotismo y de referencia a un cuerpo penetrado y poseído por la violencia de un acto aparentemente racional.[1]
De la misma forma como Derridá juega famosamente con los términos différence y différance, juguemos con el décadence de Nietsche y el décadanse de Gainsbourg (salvando distancias) en términos de la violencia, la posesión, la racionalidad y el erotismo.
El primero, décadence, la crítica al racionalismo y su incapacidad de ser posibilidad dado su carácter permanente de duda: Para conocer lo que es respirar, en realidad, ahógate primero un poquito. La otra, la décadanse, la que afirma que… ´oui c´est bien… bouge tes reins, lentement devant les miens… Reste là… la décadanse. Bueno, véala usted mismo y decida con cuál se queda.
Al final, si los procesos revolucionarios intentan poseer la mente y los cuerpos, queda claro que el apelativo a la racionalidad produce más violencia que la apertura del erotismo.
[1] Foucault en su libro ´Los anormales´ inunda la lectura con referencias puntuales a los actos ´de locura´ cometidos durante los años de la Francia pos-revolucionaria. No se trata de los excesos revolucionarios, sino de un destape brutal del juego de la sexualidad prohibida de la época (masturbación, necrofilia, canibalismo…) en un contexto histórico aparentemente, devoto de la racionalidad.
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