Ir

Cuestión de dignidad

Tipo de Nota: 
Opinión

Cuestión de dignidad

19 de Junio de 2015

Hace muchísimos años, en magisterio, tuve una maestra con quien nunca logré ningún tipo de empatía. Es más, hasta la fecha, cuando la veo a lo lejos miro hacia otro lado y me hago la disimulada. Y hasta donde sé, ella, incluso antes que yo, siempre ha actuado así conmigo. Claro, yo era adolescente, y lo que queda de adolescente en mí sigue reaccionando igual. Pues esta maestra, a pesar de ella y de mí, me dejó una lección. En una de sus clases dijo: «Recuerden que lo último que se pierde es la dignidad, porque la vergüenza se pierde muy rápido».

Y vaya si no.

Lo comprendí entonces y lo veo ahora. Es increíble cuánta razón hay en estas palabras. Me impactaron a tal punto que quedaron plasmadas en mi mente como uno de esos principios básicos a los que no se puede renunciar.

Claro, he vivido situaciones en las cuales mi dignidad ha sido vulnerada por otros, incluso quizá por mí misma. Pero este principio ha prevalecido tanto que su fuerza es la que me ha permitido sobrevivir en los momentos difíciles, especialmente en aque...

Autor



Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad exclusiva del autor. Plaza Pública ofrece este espacio como una contribución al debate inteligente y sosegado de los asuntos que nos afectan como sociedad. La publicación de un artículo no supone que el medio valide una argumentación o una opinión como cierta, ni que ratifique sus premisas de partida, las teorías en las que se apoya, o la verdad de las conclusiones. De acuerdo con la intención de favorecer el debate y el entendimiento de nuestra sociedad, ningún artículo que satisfaga esas especificaciones será descartado por su contenido ideológico. Plaza Pública no acepta columnas que hagan apología de la violencia o discriminen por motivos de raza, sexo o religión
Autor