Ir

Cuando mi abuela me enseñó a leer

Tipo de Nota: 
Opinión

Cuando mi abuela me enseñó a leer

14 de Julio de 2016

Era yo un chirís viviendo con mis padres en la casa de mi abuela cuando un día me aparecieron letras unidas, escritas en papeles, adheridas a muchos objetos. Mesa, silla, reloj fueron los primeros símbolos con los que aprendí a construir esa relación palabra-cosa para espontáneamente empezar a nombrar, a construir un lugar donde las palabras se ligaran a la realidad para nunca separarse.

Por las tardes yo escuchaba en las piernas de mi abuela lecturas como las de El Barco de Vapor, la del mismo Quijote y otras, pero la que me impresionó fue la de El principito, que me abrió una ventana hacia los mares misteriosos. Este libro es un lugar común (para niños y adultos), pero, como dice Borges de los lugares comunes, estos son ciertos y por eso conviene repetirlos.

También ella me compartió un poco del q’eqchi’ que conocía, ya que durante su juventud fue maestra en...

Autor



Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad exclusiva del autor. Plaza Pública ofrece este espacio como una contribución al debate inteligente y sosegado de los asuntos que nos afectan como sociedad. La publicación de un artículo no supone que el medio valide una argumentación o una opinión como cierta, ni que ratifique sus premisas de partida, las teorías en las que se apoya, o la verdad de las conclusiones. De acuerdo con la intención de favorecer el debate y el entendimiento de nuestra sociedad, ningún artículo que satisfaga esas especificaciones será descartado por su contenido ideológico. Plaza Pública no acepta columnas que hagan apología de la violencia o discriminen por motivos de raza, sexo o religión
Autor