Ir

Cuando los jugadores eligen a sus árbitros

“Caemos de nuevo a la Corte de Constitucionalidad. El gran árbitro es la Corte. Nadie más puede obligar al TSE a corregir sus propios errores”, dice Soberanis.
Una característica de los participantes es la cercanía al ejercicio del poder, ya sea desde la representación gremial o de las organizaciones políticas.
Estuado Gálvez entrega el listado al presidente del Congreso de la República, Arístides Crespo.
Los miembros de la Comisión presentan el listado de candidatos al representante del Congreso.
El listado de los 40 aspirantes.
Los 40 aspirantes para llegar al Tribunal Supremo Electoral presentaron sus propuestas de trabajo.
Tipo de Nota: 
Información

Cuando los jugadores eligen a sus árbitros

Historia completa Temas clave

Los partidos políticos con representación en el Congreso tienen claro que la conformación del Tribunal Supremo Electoral (TSE) requerirá de negociaciones entre los principales bloques de diputados. La aritmética legislativa obliga al entendimiento entre dos de las tres más grandes fuerzas en el Congreso: Partido Patriota (PP), Libertad Democrática Renovada (Lider) y la alianza de partidos en torno a Todos. La configuración entre los actores determinará la conformación de una planilla única que reúna a los próximos magistrados del TSE. La cancha está lista. Inicia el juego.

Si el sistema de partidos políticos fuera una liga y los partidos, equipos, la Ley Electoral y de Partidos Políticos sería el reglamento del juego. Los árbitros de esta competencia son elegidos por los mismos jugadores. 

En la arena electoral, los futuros magistrados del Tribunal Supremo Electoral (TSE), cinco titulares y cinco suplentes, serán durante seis años los árbitros de esta  liga en la que están en disputa los comicios de 2015 y 2019.  El resultado de los procesos electorales, tras la consolidación del sistema hace casi 30 años, no es determinado por los magistrados, reconocen los jugadores en el campo consultados en el PP, Lider, Todos y la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE). Si bien no esperan amaños ni goles fantasmas, los protagonistas tienen claro que es necesario un tribunal menos parcializado para evitar los conflictos derivados del juego rudo que en ocasiones ha permitido el TSE y tener un árbitro que garantice un mínimo de imparcialidad en el trato a los participantes.

El TSE fue una de las tres instituciones creadas luego de promulgarse  la Constitución Política en 1985, junto con la Corte de Constitucionalidad (CC) y la Oficina del Procurador de Derechos Humanos (PDH). La selección de los magistrados no ha estado exenta de controversias por las presiones de “los grupos de interés ilegítimos” para cooptar este proceso, según lo han señalado la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) y agrupaciones de la sociedad civil.

En esta partida, los jugadores, los diputados, deben aprobar a los árbitros y escribir el reglamento, la Ley Electoral y de Partidos Políticos. En esta liga, sin embargo, parten con ventaja los bloques legislativos más grandes, los partidos con más integrantes en el área de juego. La correlación de estas fuerzas determina la elección de los magistrados, los cuales, en el pasado, según lo señalan congresistas y ex magistrados del TSE, han mostrado cierta afinidad con algún grupo, al menos en decisiones controversiales.

El exmagistrado suplente del TSE, Rodolfo Pérez Lara, señala que es inevitable la influencia de los partidos políticos en el proceso de selección, pero que las promesas de imparcialidad de los aspirantes hacia los partidos no siempre se sostienen.

Juego a varias bandas

El proceso de negociación de 2008 en el Congreso, para integrar el actual TSE, da pistas de cómo podría ser esta elección. En aquella oportunidad se recurrió a la conformación de una planilla única con diez nombres, cinco titulares y cinco suplentes, seleccionados entre los 40 candidatos presentados por la Comisión de Postulación.

Los diputados Arístides Crespo (PP), presidente del Congreso; Edgar Ajcip (Lider), secretario general adjunto; Orlando Blanco (UNE) jefe de bancada, y Ovidio Monzón (Todos) coinciden en señalar que en aquella ocasión se dieron rondas de negociación en donde fuerzas como la UNE, en aquella época partido de gobierno, la Gran Alianza Nacional (GANA) y el Partido Patriota (PP) fueron los principales articuladores de la planilla única consensuada.

En ese tiempo, la estrategia incluía sólo a los grandes: el partido de gobierno (UNE), su aliado de conveniencia y anterior partido gobernante (Gana), y un nuevo fichaje en ascenso, la opositora bancada del PP. La solidez de este acuerdo queda en evidencia con el hecho de que cinco días antes de la votación final, que logró la conformación del actual TSE, ya habían trascendido, en una publicación de elPeriódico, cuatro de los cinco nombres de quienes luego serían electos como magistrados, agrupados en planilla única: María Eugenia Villagrán,  Mirtala Góngora Zetina, Patricia Eugenia Cervantes Chacón de Gordillo y Marco Tulio Melini Minera, con la única ausencia de Helder Ulises Gómez. Varios de ellos con vínculos familiares con los partidos que los llevaron al cargo.

En esta planilla, los fichajes tenían patrocinadores de peso, según fuentes del TSE, como Rodolfo Pérez Lara, y de bloques legislativos: la presidenta del Tribunal, María Eugenia Villagrán, candidata de consenso de la UNE y PP, que según algunos congresistas de la UNE luego tuvo un sesgo hacia el PP. Villagrán es esposa del general retirado Roberto Letona Hora, que ocupó el primer lugar en la promoción de 1969 seguido por el fundador del PP, Otto Pérez Molina, vínculo que se mantuvo con el actual Presidente durante su participación en el conflicto armado interno según un telegrama confidencial de la Agencia de Inteligencia de Defensa de los Estados Unidos.

Helder Ulises Gómez habría tenido respaldo del partido Victoria de la municipalidad de Mixco, vía el PP. En dicha municipalidad fue “asesor jurídico en materia penal, administrativa, financiera y laboral” entre el 16 de enero de 2004 y el 19 de marzo de 2008. Su renuncia a la Municipalidad se produjo justamente seis días después de la votación en el Congreso que le daba la magistratura, y su último cargo en la comuna fue “Gerente de Compras y Contrataciones y Asuntos Jurídicos”. Helder Ulises Gómez, también compitió este año para la reelección, pero quedó fuera de la actual selección de 40 nombres.

Les siguieron en aquella lista, Patricia Eugenia Cervantes Chacón de Gordillo, quien fue propuesta por la Gana, en aquella época un aliado de la UNE según fuentes del TSE y del partido oficial de esa época. Cervantes Chacón es esposa de Mario Gordillo, quien en esa fecha era Procurador General de la Nación, el abogado del Estado electo por el Presidente. Gordillo fue designado durante el gobierno de Óscar Berger con la Gana. Días después del nombramiento de Cervantes Chacón, el mismo presidente Álvaro Colom le pidió la renuncia aduciendo “falta de confianza” y posible conflicto de interés por la elección de su esposa, salida que fue adversada por Álvaro Aguilar, secretario general de la Gana.  

En la lista de candidatos a magistrados de 2008 también apareció otro nombre pintado de verde, Mirtala Góngora de Trujillo, quien recibió el apoyo de la UNE y del Frente Republicano Guatemalteco (FRG) que aglutinó a algunos de los pequeños partidos que permitieron obtener los 105 votos necesarios, según relatan congresistas de esa legislatura.  Góngora de Trujillo es esposa de Héctor Trujillo, quien fuera mandatario legal del ex presidente Colom y magistrado suplente de la Corte de Constitucionalidad, electo por sorteo para conocer el caso de la participación de Sandra Torres en el anterior proceso electoral. Según una investigación de elPeriódico además era primo de Torres y fue su representante legal en 2010. Trujillo fue parte de los cinco magistrados que votaron por unanimidad en contra de la inscripción de Torres para competir por la Presidencia.

La elección de magistrados del TSE implica la búsqueda de un balance político en la toma de decisiones electorales. Hay un balance en el perfil de los candidatos; algunos con recorridos en la rama penal o mercantil, ex jueces o ex magistrados de otras cortes. Algunos con cercanía al sector privado –con experiencia en derecho privado- y  otros con carrera en lo público. A menudo, con años de labor docente en la estatal Universidad de San Carlos o universidades privadas. Una característica de los participantes es la cercanía al ejercicio del poder, ya sea desde la representación gremial o desde las organizaciones políticas. Pérez Lara, sin embargo, ríe de todo ello, “En realidad este proceso es una gran feria del empleo, se abre la convocatoria y todo el mundo quiere ir a dejar su currículum”, simplifica.

La pifia de la votación anterior

“En el Congreso cualquier cosa puede pasar”, repite el presidente del Congreso, Arístides Crespo, oficialista, electo por primera vez en 1990 por la Democracia Cristiana  (DC), luego pasó al Partido de Avanzada Nacional (PAN) y tuvo cuatro reelecciones en su distrito de Escuintla al frente del Frente Republicano Guatemalteco (FRG) y una más con el PP.

“Cualquier cosa puede pasar, no descartamos nada” reitera el congresista. En un frase que recuerda a “el fútbol es así”, acuñada para describir los resultados improbables, las predicciones auto cumplidas y los marcadores adversos. Crespo atiende la entrevista en la antesala de la oficina de la presidencia un viernes luego de la aprobación de la creación de tres nuevos municipios: La Blanca, en San Marcos; San Jorge, en Zacapa; y El Chal en Petén.

-El próximo (municipio creado) será San José La Máquina, en Suchitepéquez- vaticinio que una semana después se cumplirá.

La estrategia para lograr una aprobación que requiera mayoría calificada de 105, como es el caso de la creación de municipios o la elección de los magistrados del TSE, se da por  intereses compartidos, o se cede para un futuro pago de favores. En el caso de los municipios, ejemplifica Crespo, coinciden factores como demostrar a la población que el Congreso se mantiene activo, después de dos años turbulentos pero poco productivos; y para dar réditos a todos los diputados distritales de la región donde se crea la nueva comuna.

-La política es sumar- repite Crespo como un mantra.

En 2008 la decisión fue crear una planilla única, lograr los consensos y concretar un paquete de cinco titulares y cinco suplentes, que reunieran el respaldo de los bloques mayoritarios. En un primer intento, UNE, Gana y PP se quedaron cortos: 84 votos a favor, 61 diputados votaron nulo y 13 se ausentaron.

En ese primer encuentro de las fuerzas, el 11 de marzo de 2008, los partidos minoritarios con el FRG a la cabeza, cerraron el paso a la triple alianza. Una crónica del diario La Hora detalló ese hecho:

“Los resultados causaron que se rompiera el quórum. El malestar en el rostro de la diputada Roxana Baldetti, del Partido Patriota, fue evidente y respaldado por declaraciones en las que acusaba a la bancada Encuentro por Guatemala de trabajar de la mano con el Frente Republicano Guatemalteco, 'un partido que tanto daño le ha hecho al paí­s', sentenció. En respuesta, Efraí­n Rí­os Montt, lí­der del FRG, dijo que la actitud de los parlamentarios durante la elección fue una muestra de la unidad de los bloques pequeños, 'ahora nos deben tomar en cuenta, porque somos mayorí­a', dijo el congresista. Asimismo, no escapó de la mirada de la oposición el hecho que se volviera a sentir el divisionismo en el bloque oficial”.

Consultado sobre el procedimiento para realizar la elección, Crespo confirma que la vía, tanto en la anterior elección como ahora, es una planilla única y sentarse a discutir con todos, incluso con el opositor Lider. “La planilla única es lo ideal, en este momento tan atípico del Congreso, lo aconsejable es buscar los consensos y que trabajemos para venir no a discutir el tema sino a votar”, asegura el presidente del Legislativo. Las siguientes semanas serán de negociación, el encuentro apenas empieza.

-Hablar, buscar los consensos- dice Crespo, para que no queden heridos en el pleno.

La decisión, en última instancia, la tomarán los secretarios generales de los partidos en el proceso de negociación y la comunicarán a los jefes de bancada, confirman fuentes en varios bloques legislativos. En el PP, señala el diputado Valentín Gramajo, ex jefe de bloque, la decisión final la tomará la dirigencia del partido, en este caso encabezada por la vicepresidenta Roxana Baldetti. En el caso de Todos, la decisión final la tomará Roberto Alejos, apunta el congresista Ovidio Monzón, aunque en consulta con el bloque. Una situación similar se producirá en el caso de Lider, precisó el diputado Édgar Ajcip, “la bancada conocerá a los aspirantes pero las decisiones las tomará el partido”.

Una tabla de posiciones

Las bancadas, por tanto, se moverán, negociarán, medirán la fuerza entre ellas para escoger a los nuevos magistrados del TSE. Pueden darse alianzas. Pueden también darse escaramuzas, pequeñas batallas, todo en función de los próximos procesos electorales. Y son varios los posibles escenarios.    

Para la analista, y ex presidenta del Congreso, Catalina Soberanis, se pueden producir varias configuraciones, tomando como base la manera en que han jugado los partidos políticos durante los últimos meses en el Congreso. Soberanis examina fuerzas, toma en cuenta el número de diputados que tiene cada partido político y, desde luego, anota las alianzas que se han dado últimamente para describir el tablero de posiciones. Así, aparece un equipo fuerte aliado con otros medianamente fuertes para vencer a otro fuerte, o los más fuertes aliados con otros de mediano peso en pugna, u otra posibilidad: en el que todos los equipos débiles logran incidir en uno de los equipos más poderosos.

“Un primer escenario es en el que el PP logra formar un paquete de alianza. Pensar en tener tres magistrados titulares y dos para sus aliados. Éste es el de concentración a favor del PP, con aliados, porque solito no puede”, explica Soberanis.

El PP en la actualidad tiene sólo 55 votos para jugar dentro de la cancha. En el primer escenario que propone Soberanis, el PP necesitaría otros 50 votos de sus aliados para llegar a los 105. Pero, ¿quiénes apoyarían al PP en la elección de los magistrados? Dentro del Congreso, diputados como Orlando Blanco, de la UNE, o Édgar Ajcip, de Lider, señalan que hay una alianza abierta entre PP, PRI, VIVA y UCN. Con ellos, sin embargo, el partido oficial sólo sumaría 59 votos.

Para lograr tres magistrados a su favor y dos para sus aliados, el PP necesitaría de otros 46 votos. Los diputados resaltan que los votos faltantes se lograrían con una alianza nueva con un partido “bisagra”, como Todos -aliado con la GANA, Partido Unionista y Victoria-, y con el voto de otras bancadas independientes o partidos como UNE, CREO y PAN, cuyo interés sería ejercer presión desde el TSE, con multas y fiscalización, al partido de oposición Lider. “En este primer escenario, la intención sería neutralizar a Lider. Es uno de los escenarios más probables ante la coyuntura de las próximas elecciones”, recalca Soberanis.

Una situación que el diputado Gramajo, del PP, también considera como la más probable contra la intransigencia de Lider en las negociaciones.

 

Un segundo escenario es el de distribución. Una repartición de candidatos que se muestren más sumisos ante los más poderosos en el Congreso. “A favor de los que tienen mayor número de diputados. En este escenario la posibilidad sería dos magistrados para un grupo, dos magistrados para otro, y uno para un grupo menor”, agrega Soberanis.

¿Y quiénes tienen tal poder en el Congreso en este momento?  Ciertamente, PP tiene 55 diputados. En la oposición, Lider cuenta con 41. Y Todos, como una tercera fuerza, cuenta con 15. Entre todos suman 97 votos –“la política es sumar”, en palabras de Crespo. Faltarían sólo ocho votos para que este panorama fuera posible, y con las alianzas que tiene PP (PRI, VIVA y UCN) y Todos (GANA, Partido Unionista y Victoria), fácilmente lo lograrían, pero la coyuntura actual que vive el Congreso torna este panorama difícil: Una interpelación todavía en marcha que requiere de la mayoría calificada de 105 votos cada vez que se quiere interrumpir para incluir otro tema en la agenda.

El analista Enrique Godoy también ha estado atento a esta posibilidad y la ve descartable: “Este acuerdo entre los más fuertes indicaría que se dio una alianza entre PP y Lider. Pero a como están las cosas, un pacto –incluso de amigos o momentáneo- entre estos dos partidos, parece imposible. Hay que recordar el tema de la Vicepresidenta, la harina, las acusaciones que el mismo Presidente hiciera en contra de Lider. Es algo que repercute en lo que se decide en el Congreso”.

 

Si no sucede que un fuerte dialogue con los débiles en contra de otro fuerte (PP y aliados contra Lider), ni tampoco que todos los fuertes se pongan de acuerdo (PP, Todos, Lider), Soberanis dice que hay una tercera posibilidad. “Una dispersión en la que la negociación sea voto a voto. En donde los cinco titulares se distribuyan entre los cinco más fuertes, y los suplentes se distribuyan entre otras fuerzas más pequeñas”, explica Soberanis. “Particularmente en estas elecciones del TSE, con dos procesos a regular, el interés de parte de todos los partidos políticos es grande”.

Los diputados consultados de la UNE, Todos, PP y Lider ven que en esta “dispersión”, el cabildeo es mucho más complejo. Los diputados apuestan más por la planilla única, como la del 2008. Armarla a partir de los 40 nombres que ha escogido la Comisión de Postulación para TSE desde el 19 de febrero de este año. Pero para que esto ocurra hay otros factores a tomar en cuenta, como las reformas a la Ley de Partidos Políticos, o las alianzas que se den en torno a las próximas elecciones del 2015, incluso las del 2019.

 

Una más remota posibilidad es la de una unión del PP, con sus aliados Viva, PRI y UCN,  con Lider. Aunque juntos se quedan a cinco votos de lograr la mayoría calificada, estos votos podrían ser buscados en congresistas independientes y pequeñas bancadas. En este escenario quedarían fuera de cualquier posibilidad de negociación los bloques con serias aspiraciones electorales –presidenciales- como la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) y Todos y sus aliados.

Una posible repartición de fuerzas en este escenario podría ser la de tres titulares para el PP y dos para Lider, con los suplentes sujetos a negociación entre estos dos bloques mayoritarios y los otros congresistas que “presten” sus votos. Sin embargo, el clima de confrontación hace  improbable este escenario, indican los analistas Godoy y Soberanis.

Ante la posibilidad de que Líder prefiera no figurar formalmente en la discusión, pero influir posteriormente en los magistrados como el partido con más posibilidades electorales, Ajcip prefiere no hacer comentarios y asegura que ya hay “40 nombres de personas con capacidad”, y que toca discutir en torno a los más idóneos.

 

Las reglas del juego

En este gran juego de ligas, equipos, y una cancha, la Ley Electoral y de Partidos Políticos es el reglamento de todos los procedimientos, el código de conducta dentro del campo, sin embargo está en un proceso de reforma de dudoso destino. Luego de ser aprobada en el Congreso, por ser una ley de rango constitucional, fue sometido a consulta ante la Corte de Constitucionalidad (CC). Los magistrados de la CC aún no se han pronunciado y una vez más son estos magistrados los que tienen el destino del sistema político en sus manos, inescrutable, autoridad máxima, como la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociado) que opera desde un inapelable Olimpo.

La reforma incluye requisitos más estrictos para el ingreso de nuevos partidos al campo, leves mejoras en los controles al financiamiento privado, la ampliación del financiamiento público y la incorporación de cuotas de género y étnicas en las listas de postulantes a cargos de elección popular. Sin embargo, algunos de estos cambios, apunta Enrique Godoy, son una fruta envenenada en el seno de la reforma, e implican inconstitucionalidades que podrían detener el intento de reforma. Al seno del PP, algunos diputados comparten este parecer y apuntan al “derecho a elegir y ser electo”, artículo 136 de la Constitución, como uno de los apartados a los que puede recurrir la CC para marcar la existencia de inconstitucionalidades.

Godoy señala otras debilidades como el hecho de que la reforma fije el número de diputados por distrito electoral, lo cual contradeciría a la Constitución que lo fija por número de habitantes. Seguir permitiendo el financiamiento privado y no dotar a los magistrados de capacidad para imponer sanciones más duras, es calificado por Godoy como un mal chiste.

Del análisis de Godoy se puede deducir que los magistrados, incluso con la reforma, con los magistrados idóneos para los partidos, podrían seguir pitando sólo las faltas más leves y se guardarían, una vez más, las tarjetas amarillas y rojas. ¿Cómo afecta la variable de la reforma electoral a la elección de los magistrados del TSE?

Ex congresistas y constitucionalistas como Catalina Soberanis , analistas políticos como Godoy, y protagonistas activos en la arena política como los diputados Crespo (PP), Valentín Gramajo (PP), Blanco (UNE), Carlos Barreda (UNE), Ajcip (Lider), Salvador Baldizón (Lider) y Monzón (Todos) coinciden en que afectará muy poco, pues la reforma todavía está en el aire y no ha vuelto al hemiciclo parlamentario.

Uno de los aspectos clave de la reforma, el otorgar la atribución al TSE de ser la única instancia facultada para contratar pauta en los medios de comunicación, gasto que representa hasta un 80 por ciento del presupuesto de campaña reconocido por los partidos, es otro de los factores que podría frenar la reforma por causas políticas y económicas. En la UNE, uno de los principales impulsores de ésta, son escépticos sobre las posibilidades de que la modificación se dé en esta legislatura.

Si bien actores claves tan dispares como el presidente del Legislativo, Arístides Crespo; o uno de los estrategas de la oposición, el diputado Édgar Ajcip, coinciden en que ésta es una reforma necesaria, pues permitiría mayor independencia a las agrupaciones políticas de los grandes financistas o del monopolio de la televisión abierta, pero el que esto se dé parece cada vez más improbable.

El componente de la reforma haría que en lugar de unas elecciones de dos o tres partidos a lo sumo, que ascienden, logran protagonismo y luego desaparecen, habría una liga más equilibrada en cuanto a financiamiento y exposición de los partidos políticos ante los electores. Con más partidos con posibilidades de ganar y de permanecer en el sistema, es decir continuar existiendo como partidos.

Unos comicios de esta naturaleza, sin embargo, tendrán que esperar. Según apunta Soberanis, si en el primer semestre del año no hay opinión de la CC  y ratificación del Congreso, la reforma puede darse por muerta.

Árbitros de los árbitros

Por segunda vez en la etapa democrática de Guatemala, como sucedió en 2003 y 2007, un Tribunal Electoral se encargará de dos procesos electorales -debido al traslape que provoca los seis años de periodo constitucional del carto. Determinar si este detalle es un factor que haga que las decisiones y negociaciones varíen dentro del Congreso, es difícil de medir.*

Tanto Soberanis como Godoy sostienen que los intereses partidarios nunca son planteados a un futuro tan lejano como 2019. No obstante, Godoy, se arriesga y afirma: “Lider gana las elecciones del 2015. Luego PP gana en 2019”. Este análisis, explica Godoy, se basa en lo que ha sucedido en años electorales. “Es difícil que Manuel Baldizón, de Lider, no gane. Las únicas formas de que él pierda es ya sea porque esté muerto, o lo inhabiliten para correr, o que esté preso”.

¿Pero encargarse de dos procesos electorales afecta trascendentalmente la elección de magistrados a TSE? Godoy dice que no, los diputados señalan que este factor no ha sido contemplado. En el partido Todos, sin embargo, insisten en que se debe poner especial atención a lo que significa dos elecciones para un TSE. “Es de tomarlo en cuenta, pero no es esencial para el Congreso justo ahora”, explica el diputado Ovidio Monzón.

Si bien se pensará en estas dos elecciones, la del 2015 y la del 2019, señala Soberanis, es poco probable que viéramos una alianza entre el PP y Lider. “Desde el punto de vista de los resultados de la época democrática no ha habido tanto problema, los votos que se cuentan son los mismos que se reflejan en los resultados. Creo que en ese sentido no es previsible que el Tribunal pueda inclinarse de un lado al otro mediante el fraude”, dice la ex congresista.

Godoy analiza también otros obstáculos, el los interesados en que ni Lider ni el PP ganen la presidencia. “Si ves el valor de inversión de campaña, desde antes, desde seis años previos, Sinibaldi no quería ser alcalde. Está construyendo marca, o imagen. Las elecciones acá se basan en dinero. Basado en la cantidad de inversión, él está en un 70 por ciento de posicionamiento. Quiere llegar a 90 por ciento en la contienda de 2015 para llegar fuerte en la próxima. Con sólo el 70 por ciento de reconocimiento de nombre, está igual o arribita de Sandra Torres. Y Torres ya tiene un 90 por ciento de reconocimiento de nombre. Torres no puede crecer salvo que caiga Baldizón. El único modo de nuevos votos para Sandra es que caiga Manuel Baldizón. Si ella sube perjudica a Sinibaldi. La caída de Baldizón a la única que beneficia es a Sandra”.

No obstante, Godoy es enfático en que este análisis no es un factor que impacte las elecciones a magistrados del TSE. No, pues los partidos políticos ven que el TSE en realidad no tiene fuerza jurídica por la cual preocuparse. Hay árbitros más arriba de este tribunal: “El TSE tiene un impacto, pero en lo administrativo. De logísticas, de llevar a cabo las elecciones. En ese sentido no logra hacer un cambio tan trascendental como un efecto importante en las elecciones. El TSE tiene una estructura tan firme, y una fiscalización ciudadana tan fuerte, que no logra ser manipulada para que gane alguien. Ni siquiera a nivel de una alcaldía. Pero pueden ser tan malos como los de ahora, que incluso así, no logran tener incidencia. No afectan el resultado. Tienen tanta fiscalización en cada proceso, de partidos, de observadores, que no pueden robarse una elección. Es complicado. La clave de la institución en sí no son los magistrados”.

Soberanis piensa lo mismo que Godoy. En cuestión de árbitros, a los partidos políticos les interesa sobre todo, la manera en que se puedan manejar los amparos o apelaciones en torno a los procesos electorales y sus resultados. “Caemos de nuevo a la Corte de Constitucionalidad. El gran árbitro es la Corte. Nadie más puede obligar al TSE a corregir sus propios errores”, dice Soberanis. 

Godoy explica, además, que todo este proceso sería más sencillo si sucediera como en otros países, “Ojo, hay países como Nicaragua o Colombia, donde los magistrados son representantes de los partidos. O sea, no es malo, per se, que los magistrados sean representantes de los partidos. Pero mejor que lo digan de una vez, que se van a poner el color de la camisa de un partido y ya nosotros sabemos a quién obedece, y juzgue así cuando le corresponda intervenir; a decir, como sucede en Guatemala, que son imparciales, y que no obedecen a nadie. Cuando en realidad es mentira, porque un partido los condicionó en su puesto a cambio de algo”. Es decir, la apuesta por un sistema más transparente.

Sin embargo, en el Congreso, en la actualidad, la elección de los magistrados del TSE sirve para que cada equipo pueda negociar otras partidas. En tanto la liga de partidos políticos se concentra en este torneo, el del TSE, ya hay otros torneos próximos que pueden ajustarse a las decisiones que se tomen en este proceso. Los diputados saben que este año también serán los encargados de escoger a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, además de los jueces de las cortes de apelaciones, otras elecciones en las que los votos del partido oficial pueden ser usados como moneda de cambio, como trueque al apoyo por la conformación del TSE.

  

* Nota de edición: Se había publicado erróneamente que por primera vez en la era democrática, unos magistrados estarían a cargo de dos elecciones, pero esto ya había sucedido con anterioridad en las elecciones de 2003 y 2007. Se realizó la corrección en el texto para evitar confusión a los lectores.

Autor
Autor