Cuando la tierra tiembla en Cuilapa, Santa Rosa, sus habitantes cierran las manos y sus fuerzas la contienen ahí dentro. Se quedan estáticos, tratando de sentir esa ansiedad que experimenta y sacude a la tierra. Luego, vuelven a respirar.
Cuilapa fue reconstruída luego del terremoto de 1913. Las casas fueron fabricadas de adobe y habían soportado los repentinos temblores que se habían dado durante años en esa región. Fueron las casas hechas en esa época las que, en su mayoría, cayeron ...
Cuando la tierra tiembla en Cuilapa, Santa Rosa, sus habitantes cierran las manos y sus fuerzas la contienen ahí dentro. Se quedan estáticos, tratando de sentir esa ansiedad que experimenta y sacude a la tierra. Luego, vuelven a respirar.
Cuilapa fue reconstruída luego del terremoto de 1913. Las casas fueron fabricadas de adobe y habían soportado los repentinos temblores que se habían dado durante años en esa región. Fueron las casas hechas en esa época las que, en su mayoría, cayeron a causa de los sismos del pasado 19 de septiembre.
Además de la intranquilidad provocada por los temblores, los habitantes se enfrentan a los rumores, uno de ellos anuncia un posible terremoto. Lo cierto es que no hay certeza del día en que la tierra dejará de moverse, y por lo tanto, no la hay del día en que la vida del pueblo vuelva a la normalidad.
Según la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), los temblores son causados por la recarga hídrica y seguirán registrándose si continúa lloviendo. Mientras, la población de Cuilapa se resguarda en albergues, oficiales e improvisados, a la espera de que el peligro deje de ser latente.
Ante la impotencia de verse sometidos a los fenómenos naturales, doña Siomara decide pedir perdón y ayuda a Dios. Al fin y al cabo, se trata de “quien tiene la autoridad sobre la naturaleza”, dice.