Costa Rica: Entre izquierda y descontento

Costa Rica amaneció sorprendida el pasado jueves 15 de enero. La noticia no se vivía desde 1942. A menos de dos semanas de celebrar elecciones presidenciales (serán el 2 de febrero, igual que en El Salvador), un partido de izquierda, el Frente Amplio, se colocó a la cabeza en la encuesta divulgada por el principal diario, La Nación. En más de medio siglo, un partido socialista nunca había llegado tan cerca.

La agrupación solo tiene diez años y un diputado en la Asamblea Legislativa actual (el también candidato José María Villalta). La noticia mantiene en vilo a la ciudadanía, a los empresarios, y especialmente inquieta las intenciones de las otras dos opciones electorales, Liberación Nacional (oficial, centro derecha) y el Movimiento Libertario (derecha).

Los resultados son evidencia de que los ticos gritan por un cambio. ¿Ascendió la izquierda en Costa Rica? No precisamente. Creo que hay cuatro razones para la pérdida de apoyo a la opción oficial:

 1.       Los electores no se sienten representados

Los partidos políticos dejaron de ser un puente entre los intereses de la gente y el poder. Desempolvan las banderas cada cuatro años y salen a pedir votos. No es así como funciona. Los ticos no son partidarios fieles a una ideología, y los partidos no son un órgano de credibilidad.

 2.       Desgaste de la figura oficialista

Entre los escándalos de la administración de Laura Chinchilla, que entrega el poder en mayo, figuran un viaje a Perú en un avión de un empresario con supuestos vínculos con el narcotráfico; dos proyectos de infraestructura frenados por corrupción y/o mala gestión; y una situación fiscal que tiene al país con uno de los mayores déficits del continente, entre otros. La corrupción y la incapacidad de gobernar pasan de ser una percepción a un castigo del pueblo en contra de la opción oficial.

 3.       Aumento creciente de la desigualdad

Cuando una clase aspirante siente que se hace más pobre, que el costo de la vida es desproporcionado con el ingreso, que el empleo y la demanda interna no son suficientes… en fin… cuando percibe que el Gobierno dejó de velar por sus intereses, se entiende que quiera un cambio. Según el Estado de la Nación 2013, el 2% más rico, recibe un ingreso 42 veces mayor al del 2% más pobre.

 4.       Un electorado joven sin arraigos ideológicos

La incursión de un elector más joven y menos maleable, que ya ve de lejos la Guerra del 48 y que los próceres son solo para los Estudios Sociales, también explica por qué crece la izquierda, en esta, quizás, la elección con mayor contenido ideológico que yo recuerdo.

El partido gobernante, PLN, subestimó a los costarricenses. El Frente Amplio coincidió en la tormenta perfecta de un gobierno saliente desprestigiado, y un candidato oficial al que le ha quedado grande la camisa. Y no es que la izquierda sube precisamente. La gente está cansada de promesas.

* Periodista. Analista independiente. Centroamericano por convicción. Costarricense. Licenciado en Mercadeo y profesor universitario. Política, Economía y Social Media. Director Editorial de Mercados & Tendencias.*.