Consensos, socialización, bien común y educación

La mesa técnica establecida para el efecto desde hace unos años ha estado analizando el pensum, si debe ser a nivel diversificado o universitario y el enfoque que debe tener esta formación.

La Ministra de Educación, los representantes técnicos del ministerio, los representantes de los maestros y los equipos de asesores han consensuado estos temas. El Secretario General del Sindicato de Maestros y la Asamblea Nacional del Magisterio, Joviel Acevedo, no solo coincide sino atribuye a los representantes de magisterio la propuesta de la profesionalización. Incluso se siente responsable del programa de profesionalización que lleva 24 mil maestros actuales incorporados al proceso. Por cierto, quedó electo nuevamente para el cargo el pasado fin de semana con el 98% de los votos de los delegados a la Asamblea Nacional de Magisterio para un nuevo período de 3 años.

Mientras tanto, algunos estudiantes de algunas de las escuelas normales (11 de 86)  siguen estando en contra de la propuesta técnica acordada como producto de este proceso.  Siguen tomadas instalaciones y están retrasando el año escolar para miles de estudiantes. Hay voces que insisten en que este cambio debe ser consensuado con los estudiantes, mientras el ministerio utiliza el término “socializar” la propuesta. Hay diferencias conceptuales, consensuar implica proponer, discutir y llegar a acuerdos. Socializar implica compartir el contenido de la propuesta con el propósito de informar.

Me pregunto; ¿Habrá que consensuar con los estudiantes de pre-primaria, primaria, bachillerato, secretariado, peritos, etc. los pensum de sus carreras también? ¿Cuándo las universidades (públicas o privadas) modifican un pensum deben buscar consensos con sus estudiantes actuales?

Soy partidario de la democracia participativa, pero no todo se puede consensuar. Por ejemplo; si EMETRA hará un cambio de vía, o instalar un semáforo debe consensuarse con todos los vecinos? ¿Con los que circulan por esa calle frecuentemente? ¿Con los que viven o trabajan en esa cuadra o esa manzana? ¿Con todos los vecinos de la ciudad?

El bien común debe prevalecer sobre el bien individual y si acá analizamos el FID nos damos cuenta que el bien común no es el de los actuales estudiantes de magisterio. El bien común es el de los miles de estudiantes futuros que serán preparados por los futuros maestros. Además debemos tomar en cuenta que los beneficiados no serán solo los futuros estudiantes sino la población en general por la mejoría en la calidad de la educación.

Los argumentos de un posible impacto negativo directo a los estudiantes actuales es exactamente el mismo argumento de los empresarios que buscan una protección para su bien particular en vez de mejorar la competencia para el bien común de todos los consumidores guatemaltecos. El cortoplacismo y egoísmo de esta posición son inconsistentes con los grupos que dicen respaldar el bien común por encima del bien particular. La formación inicial del docente no se trata de los estudiantes actuales de magisterio; se trata de los millones de niños a quienes les darán clases y del futuro del país.

Guatemala necesita que la generación que está naciendo en este momento tenga más y mejor preparación que las anteriores para poder competir en un mundo enfocado en la tecnología, la información y el conocimiento. Si no comprendemos esto y no nos preparamos para ese mundo, nuestro nivel de competitividad se verá disminuido sustancialmente y la ventana de oportunidad que tenemos pasará de largo. Necesitamos una generación que vea hacia el futuro con esperanza y no con temor ni rencor ni amargura.

Dios los bendiga y siempre les recuerdo que toda la gloria, la honra y el honor son siempre para Jesús.