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Con o sin Waivers, lucha contra narcotráfico continúa

“No estamos apostando a perder la lucha contra el narcotráfico”, asegura General de brigada Adolfo Zepeda.
Ejército de Nicaragua tiene definido objetivo, a pesar de señalamientos de Arce.
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Con o sin Waivers, lucha contra narcotráfico continúa

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Mientras el asesor económico de presidencia, Bayardo Arce, dijo hace un par de semanas que si la presión de Estados Unidos con los Waivers continúa, la lucha que Nicaragua mantiene contra el narcotráfico podría cesar, el Ejército de Nicaragua dejó bien clara su postura respecto al tema: “Es una lucha de interés nacional, en la que se han invertido mucho esfuerzos, los cuales no estamos apostando a perder”.

Lo anterior lo dice el General de brigada Adolfo Zepeda, jefe Inteligencia Nacional del Ejército de Nicaragua, quien “se reserva los comentarios” respecto a las declaraciones que brindó Bayardo Arce, luego que la nueva embajadora estadounidense en Managua, Phyllis M. Powers, en su primera comparecencia pública, explicara que la aprobación de los Waivers “sería muy difícil”.

Sin embargo, lo que sí afirma Zepeda es que la disposición del Comandante en Jefe del Ejército, es decir Daniel Ortega, es la de no permitir que el narcotráfico “corroa y penetre las instituciones”, a pesar de que ya existe el caso de el exmagistrado del CSE Julio Cesar Osuna, relacionado con el narco costarricense “El Palidejo” y el empresario de clubes nocturnos Henry Fariñas, otro tema del que Zepeda guarda distancia.

Aparte de eso, el general explica en esta entrevista la estrategia de defensa que su institución ha implementado para combatir el narcotráfico desde las fronteras, lugares claves para la proliferación de células de grupos delincuenciales.

Esta estrategia, sostiene Zepeda, se asemeja a un “muro de contención”, que necesita de todas las instituciones públicas como la Policía Nacional, el sistema judicial entre otros, para mantenerse en pie y reforzar la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado.

Mientras tanto, asevera Zepeda, “el Ejército ya sea por aire, mar y tierra” seguirá enfrentando al narcotráfico, aliado con fuerzas de seguridad vecinas como las hondureñas.

Nicaragua se encuentra entre la violencia del triángulo del norte, y por otro lado la droga que viene del sur y pasa por nuestros mares. Hay una cierta actitud de complacencia, es decir tenemos los índices de seguridad ciudadana mejores que otros países de Centroamérica. ¿Existe el riesgo que esta situación pueda cambiar? 

Nosotros compartimos con Honduras una extensa frontera a lo largo del norte de Nicaragua. Esta frontera ha sido densamente patrullada por nuestras tropas y tropas hondureñas.

En el marco de la conferencia de fuerzas armadas centroamericanas, tenemos coordinaciones y patrullajes conjuntos con las fuerzas de ambos países en territorio fronterizo en el Segundo Comando, Sexto Comando y el Destacamento Militar Norte (DMN). Estas tres grandes unidades con grandes unidades hondureñas, se ponen de acuerdo y patrullan, cada cual en su territorio pero de manera coordinada, el borde fronterizo y de esa manera enfrentamos.

Últimamente hemos estado involucrados en una operación que se denomina “Wanki”, en la cual en Honduras  habían detectados más de 70 pistas aéreas clandestinas en la zona de la Mosquita hondureña; han desarrollado esa operación “Armadillo”, en la cual se están dedicándose a destruir estas pistas. Nosotros por nuestro lado contenemos a las bandas delincuenciales que se originan luego de las destrucciones, a manera de muro de contención, para evitar que traspasen la frontera y se refugien en territorio nicaragüense.

¿La información que han brindado algunos sectores vinculados a la Diócesis de Estelí, en particular de que en la zona norte del país podrían existir grupos armados por motivaciones políticas que se habrían alzado después de las elecciones del 2011, y que algunos podrían estar en Honduras tienen fundamentos, ustedes han podido verificar algo sobre eso?

Esas son unas acusaciones que han sido reiteradas a lo largo de los últimos años de parte de algunas personalidades nacionales. Nosotros hemos reiterado también que esas informaciones no tienen base ni fundamento. No hemos conocido elementos delincuenciales de carácter político en nuestro territorio. Lo que sí hemos enfrentado son elementos narcotraficantes que han cometido delitos en nuestro territorio, que han querido irse a refugiar a Honduras y luego han sido objeto que son consecuencias de sus mismas acciones delincuenciales.

Usted hablaba con un muro de contención en la frontera con Honduras, pero cuando los carteles fueron golpeados y atacados en México, bajaron hacia Guatemala, hacia Honduras y El Salvador. ¿Qué garantías tiene Nicaragua de que no se va a reproducir eso mismo que algunos llaman el efecto cucaracha, golpear los carteles y luego intentarían entrar al país?

Efecto cucaracha, así le definen en México efectivamente. Lo que pasa es que nosotros lo estamos haciendo, consideramos oportunamente. Es decir, estamos un poco adelantados a que eso nos ocurra. Estamos haciéndolo con el recurso que tenemos, con la disposición que tenemos, estamos conscientes de que ese fenómeno puede ocurrir y entonces desde este análisis que tenemos y la decisión que nos ha transmitido el presidente de la República, de que el fenómeno del narcotráfico y el crimen organizado constituyen la más grave amenaza para nuestro territorio.

Desde ese punto de vista hemos ido tomando ya acciones, hemos desplazado tropas a los bordes fronterizos norte y sur, porque también del lado sur tenemos otros fenómenos que después te lo voy a contar. Pero en el lado norte tenemos la cooperación con las autoridades hondureñas que es bastante intensa. Vamos ampliar puestos fronterizos en las zonas del Primer Comando, densificando más nuestra presencia. Recordemos que el Río Coco es frontera entre Honduras y Nicaragua, también los medios navales van desplazarse por esta zona.

Estamos trabajando en esta idea para evitar el efecto cucaracha.

¿Esto es un problema de estrategia militar o una cuestión más bien de orden institucional? Hace poco por ejemplo incluso salió vinculado un magistrado del Consejo Supremo Electoral (CSE), con crimen organizado.

Acá en el Ejército, hemos definido la estrategia de lucha contra el narcotráfico partiendo de una conceptualización que Nicaragua se transforme en un muro de contención al narcotráfico.

Este muro de contención conlleva la participación de todas las instituciones, no sólo del Ejército, sino de las otras instituciones para desarrollar la lucha más fuerte. Pero también están otras instituciones como la misma Policía Nacional, los tribunales, etc., que es un esfuerzo nacional en que el Ejército y la Policía van a la vanguardia.

¿Cómo se relaciona esta política con la cooperación con Estados Unidos? Le menciono esto porque hace poco el asesor presidencial Bayardo Arce dijo a propósito por la presión de Estados Unidos al Waiver, “bueno si nos presiona con el Waiver no vamos brindar la cooperación que estamos dando en la lucha contra el narcotráfico”, como que si una cosa pudiera relacionarse con la otra.

Vea, la lucha contra el narcotráfico es de interés nacional. La lucha contra el narcotráfico es evitar que todos sus males se apoderen de nuestras instituciones y corroan y destruyan lo que tenemos ya construido, que es bastante; es un esfuerzo que hemos gastado los nicaragüenses.  

Nosotros no estamos apostando a perder este esfuerzo. Nosotros estamos apostando a que si tenemos un real para la lucha contra el narcotráfico, con ese real vamos a trabajar. Lo ha dicho el Comandante en Jefe que tenemos plena conciencia que no vamos a permitir que el narcotráfico penetre y corroa nuestras instituciones.

¿Lo que dijo entonces el señor Arce no puede considerarse como un punto de vista oficial de la política de Estado?

Bueno, yo respeto las opiniones de todos los nicaragüenses. Todos tienen derecho a opinar y yo no quisiera emitir ningún comentario al respecto. Lo que sí te dejo bien claro es la posición del Ejército en la lucha contra el narcotráfico. 

¿Qué tan grave es la situación de Nicaragua? Hay mucha gente que dice, “bueno nosotros estamos mejor que la parte norte de Centroamérica” y por lo tanto son problemas que nunca se van a presentar aquí.

En Nicaragua como te decía al inicio, es el puente entre el sur y el norte. Por el lado sur nosotros hemos detectado que Costa Rica y que Panamá se han venido constituyendo en bodegas de droga que sale de la parte de Colombia o de la parte sur y viene a ser ocultada y almacenada en estos países, para ser luego trasladada a saltos de Colombia a Panamá, de Panamá a Costa Rica o a Nicaragua o a El Salvador, o por el Caribe a la Mosquitia Hondureña, luego a Belice… y así sigue su ruta.

¿En Nicaragua no hay bodegas de narcotráfico?

No hemos detectado. Pero si hemos detectado intenciones de crear bases logísticas en nuestros litorales del pacífico y caribe. Sin embargo, han sido oportunamente destruidas.

Y esta red que está siendo procesada, asociada a Fariñas a “El Palidejo” donde han aparecido también sectores empresariales, sectores del Estado a quiénes se dice eran una red que estaba moviendo droga e incluso dinero…

Sobre ese caso esperemos que concluyan las investigaciones que se están llevando a cabo en los tribunales, y ya veremos que arrojan las investigaciones judiciales. Sin embargo, no podemos negar, ni taparnos los ojos, de decir que en Nicaragua no podría darse un fenómeno de tránsito de droga.

Por esa razón es que creamos ese muro de contención, para evitar en lo mayor posible que esta droga penetre, porque si lo hace, detrás del narcotráfico grande pueda venir el narcotráfico pequeño o narco menudeo, entonces corrompería a nuestra sociedad. Puede ser que ocurra tránsito por mar, por tierra, por aire, pero lo estamos enfrentando.

Te decía al sur detectamos que pueden haber pasos ilegales por donde pueda ingresar droga y querer usar nuestro lago, ya la naval, por ejemplo, estará desarrollando prontamente un destacamento de aguas interiores para controlar lo que pueda pasar por los lagos.

La pregunta de fondo es la parte institucional. La gente está clara que el Ejército está cumpliendo su labor, la policía también, la pregunta es ¿y las otras instituciones, la parte de la justicia, de la fiscalía?

De los datos que tengo, en los últimos 10 años hemos capturado aproximadamente unos 14 mil narcotraficantes de todo tipo. Algunos habrán cumplido sus sentencias, algunos ya podrían estar libres. Entiendo que en las cárceles hay algunos narcos pagando condena por los delitos que han cometido, así que yo creo que ha habido efectividad por todas las instituciones en esta lucha.

*Este artículo es parte de Confidencial y es reproducido con su autorización por Plaza Pública.

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