«Uno no escoge el país donde nace, pero ama el país donde ha nacido», dice el poema de Gioconda Belli. En mi caso, ese país es Costa Rica. Yo no lo escogí, pero lo amo. Hace algunos años, por decisión propia, adopté la nacionalidad guatemalteca. Nadie me lo exigió. Lo hice enamorada de esta tierra de contrastes y no me arrepiento.
Aclaro este punto porque haré comparaciones entre ambos países y de primera mano conozco que eso va a molestar a unos cuantos. Ya saldrán los que me manden de vuelta a Heredia y me traten de malagradecida e ignorante. Para mi fortuna, tengo doble nacionalidad, tan tica como el gallopinto y tan chapina como un pache.
El primer caso del covid-19 en Costa Rica fue detectado el 6 de marzo. Una semana después Guatemala anunciaba al paciente cero con nombre y apellidos. Desde ese arranque ya se marcaba una diferencia. Fue un grave error no salvaguardar la identidad del paciente. Pero ya eso quedó en el pasado. Ahora hay temas más importantes, que nos quitan el sueño.
Desde ese 6 de marzo Costa Rica inició un plan nacional de combate del coronavirus. El Ministerio de Salud asumió el control de la crisis, y las demás entidades públicas y privadas se alinearon. Allá no hay ejército, pero las instituciones funcionaron con disciplina militar. Todos los días a las 12:45 p. m. hay una conferencia de prensa en la cual los ministros informan a la ciudadanía la situación de la crisis y las medidas adoptadas. He visto muchas de estas conferencias, y en todas me sorprende positivamente el manejo político y técnico de las autoridades. Es inevitable sentir confianza, aun cuando las noticias no sean buenas. Muestra de esta confianza de los ticos a sus autoridades quedó reflejada en una encuesta a finales de abril, en la cual el 70 % de la población expresó que confiaba en el Gobierno y un 94 % apoyaba las medidas sanitarias que se estaban tomando.
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La receta de Costa Rica es simple: un Estado fuerte. Los funcionarios públicos tienen capacidad y control de lo público y las instituciones funcionan. Y aunque no todo es color rosa, los datos siguen dando la razón para seguir confiando en el Gobierno. Al 30 de junio, y habiendo comenzado ya a reabrir la economía, Costa Rica registraba un total de 3,459 casos confirmados (651 por millón de habitantes) y solo 16 muertos, con una tasa de letalidad del 0.46 %, la más baja de la región. Esta tasa no se debe a que los ticos tengan un sistema inmunológico más fuerte, sino que es el resultado de un sistema de salud pública universal.
Costa Rica cuenta, desde hace más de 20 años, con Equipos Básicos de Atención Integral en Salud (Ebais), ubicados por todo el territorio nacional y que constituyen la primera línea en la prestación de servicios de salud. Están compuestos por al menos un médico, una auxiliar de enfermería y un asistente técnico en atención primaria (ATAP), que se encarga de la visita domiciliar (porque el control sanitario es casa por casa). Los Ebais son el bastión central en la lucha contra el coronavirus.
En Guatemala, durante décadas nos han vendido el cuento de que el Estado no sirve y de que hay que dejar que el mercado sea el encargado de redistribuir la riqueza. Lo cierto es que la teoría del derrame solo ha servido para que los más ricos sean más ricos mientras los pobres viven en la miseria y el hambre.
El coronavirus nos agarró desnudos: sin salud pública, sin funcionarios capaces y sin institucionalidad. Por eso hoy Guatemala registra un total de 18,096 casos confirmados, con una tasa de letalidad del 4.29 %, es decir, por cada 100 casos confirmados mueren 4. Ayer se reportó el fallecimiento por covid-19 de un niño de tres años que llegó al hospital con deshidratación severa. Este niño murió porque no tuvo acceso rápido a salud. Él y muchos otros no son víctimas del virus, sino de la falta de Estado, que se refleja en un sistema de salud precario, desfinanciado y olvidado.
Costa Rica ha demostrado que tener un Estado fuerte y robusto es una apuesta al futuro. Cuidar la vida de los ciudadanos no debe ser un lujo para unos cuantos, sino un derecho de todos.
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