Acto 1. El 5 de mayo, los profesionales de la salud que trabajan en el hospital temporal desde el 23 de marzo y atienden a pacientes con diagnóstico positivo de covid-19 enviaron una carta al ministro de Salud, doctor Hugo Monroy, y a la directora del hospital temporal, doctora Dania Hernández, para pedirles suministros, equipos de protección adecuados y un contrato legal que incluyera el bono de riesgo.
Acto 2. El 12 de mayo, en horas de la mañana, al no tener respuesta oficial del Ministerio de Salud, algunos de esos médicos ofrecieron una conferencia de prensa para dar a conocer a toda la población las peticiones detalladas en la carta del 5 de mayo. Además, en dicha conferencia expresaron su temor de ser contagiados por no contar con el equipo de protección adecuado.
Acto 3. El 12 de mayo, en horas de la tarde, el doctor German Scheel, viceministro de Hospitales, y la doctora Hernández, entre otros, publicaron una carta y convocaron a una conferencia de prensa para reaccionar a las peticiones de los médicos. Aclararon que la falta de equipos de protección se debe al uso excesivo de estos. También aseguraron que el hospital está abastecido y que el Ministerio de Salud está comprometido con «el bien común con un sentido humanitario». En la conferencia de prensa, el doctor Scheel criticó la actitud de los médicos y les pidió que dejaran de quejarse y que buscaran el diálogo para solucionar los problemas.
Acto 4. El 23 de mayo, alrededor de 24 integrantes del equipo médico abandonaron el hospital temporal indicando nuevamente que los insumos eran insuficientes, que no habían firmado ningún contrato y que no habían recibido remuneración económica alguna. El Ministerio de Salud dijo que respetaba la decisión de los profesionales de la salud y que lamentaba que estos no recurrieran al diálogo para encontrar soluciones.
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Acto 5. El 30 de mayo, pasados 68 días de iniciadas las labores del hospital temporal, un grupo de médicos hizo público un listado de peticiones dirigidas a las autoridades del Ministerio de Salud para que les resolvieran, nuevamente, el desabastecimiento de medicamentos y la falta de equipos de protección adecuados, así como para que se agilizaran los procesos de contratación junto con la remuneración económica correspondiente.
Acto 6. El 8 de junio, el personal sanitario se declaró en sesión permanente tras exponer, de nuevo, falta de personal, de insumos y de claridad en los contratos de más de 40 médicos que llevaban tres meses prestando servicios profesionales.
Acto 7. El 9 de junio, el presidente Giammattei y el vicepresidente se reunieron con el ministro de Salud, el director ejecutivo de la Comisión Presidencial de Atención a la Emergencia de Covid-19 (Coprecovid) y la dirección del hospital temporal para dar solución a las reiteradas peticiones de los médicos.
Acto 8. El 11 de junio, los infectólogos Eduardo Arathoon y Hugo Pezzarossi abandonaron la Coprecovid. Dicha comisión, según el acuerdo gubernativo 65-2020, artículo 5, literal d, tiene por objetivo «asesorar y recomendar acciones, mecanismos y medidas para la prevención, contención y mitigación del covid-19». Ese mismo día, el doctor Asturias, director ejecutivo de la Coprecovid, les pidió a todos los guatemaltecos: «A las 8 de la noche demos gracias con sonido de cacerolas, pitos y matracas a los #médicos, #enfermeras, #laboratoristas, #bomberos y trabajadores que nos cuidan en esta epidemia #COVID19. ¡Necesitan nuestro apoyo! Gracias».
Acto 9. El 13 de junio se hizo pública la renuncia del doctor Manuel Sagastume, jefe de Epidemiología del Ministerio de Salud, porque consideraba que el ministro de esa cartera estaba ocultando las cifras reales de muertes por coronavirus.
Acto 10. El 13 de junio, los médicos del hospital temporal levantaron la sesión permanente para asegurar «el bienestar de las personas que se encuentran internas en el hospital» y porque el Ministerio de Salud les prometió resolver —después de 3 meses— sus peticiones estableciendo una mesa de diálogo.
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