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Cómo provocar un enfrentamiento desde el gobierno central

Alrededor de los camiones del ministerio, entre Nebaj y Kambalam, había grupos de personas que afirmaron estar allí para "permitir que los trabajadores puedan reparar la carretera". "Agradecemos a las autoridades por esta importante obra", indicó uno de sus integrantes. Aunque negaron con vehemencia tener vinculación política, eran obviamente personas afines al candidato del PP, Virgilio Bernal Guzmán.
Cuando Miguel de León dijo que se iba, fue atacado por las mujeres. Primero, una lo abofeteó. Luego, le agarró la vara de mando, máximo símbolo de autoridad en las comunidades indígenas. Inició un forcejeo feroz por hacerse con la vara. Miguel de León y dos policías tiraban de un lado, mientras una, y luego dos, y hasta tres fortísimas mujeres jalaban del otro.
Mujeres ixiles se presentaron al Tribunal Supremo Electoral a verificar su empadronamiento.
Varios elementos de la Policía Nacional Civil están presentes en el municipio por las elecciones.
Varias mujeres y otros hombres despojaron de su vara a Miguel de León Ceto.
Miguel de León Ceto presentó una denuncia ante el Ministerio Público contra quienes le arrebataron la vara edilicia.
Las mesas y las urnas fueron colocadas en los puestos de votación de Nebaj.
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Cómo provocar un enfrentamiento desde el gobierno central

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Amalia Catalina Melendrez tiene un golpe en la ceja y la blusa manchada de sangre. LLora, está nerviosa, pero aún así, logra contar lo que le sucedió en la aldea Kambalam, a 15 minutos de Nebaj: Un enfrentamiento entre su familia y un grupo de mujeres afines al Partido Patriota. Una escaramuza que tuvo como saldo dos mujeres heridas, una de cada bando. Un altercado que refleja la tensión que vive el municipio de Nebaj en estos días en que se repiten las elecciones municipales; tensión alimentada imprudentemente desde el gobierno central.

Todo empezó por la llegada de camiones y maquinaria para reparar la carretera de terracería que une Nebaj con la aldea Salquil Grande. En el Ministerio de Comunicaciones entendieron que el momento más propicio para emprender una obra como esta, era el de las elecciones municipales. Para el alcalde en funciones, Pedro Raymundo Cobo, afiliado ahora al partido Todos, pero obligado, por decisión de la Corte de Constitucionalidad, a presentarse por la alianza UNE-GANA, la inauguración de la obra es un intento del gobierno patriota de favorecer al candidato Virgilio Bernal. Raymundo Cobo indicó que la llegada de la maquinaria había sido una sorpresa para la municipalidad, ya que en ningún momento el ministerio se puso en contacto con ellos.

El conductor de uno de los tractores del Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (Micivi) declaró: "Nosotros estamos aquí ahora. Mañana, si gana uno de los candidatos nos quedamos, y si gana el otro, nos vamos", antes de ser llamado al silencio por un supervisor. El buen estado de la red vial parece ser lo de menos. Difícil, en efecto, imaginar otra razón para la presencia de la maquinaria pesada justo a un día de las elecciones, que no sea la de influir en ellas. De la misma manera, cuatro días antes de los comicios, el Ministerio de Desarrollo emprendió la repartición de "bonos seguros" a mujeres de Nebaj.

Alrededor de los camiones del ministerio, entre Nebaj y Kambalam, había grupos de personas que afirmaron estar allí para "permitir que los trabajadores puedan reparar la carretera". "Agradecemos a las autoridades por esta importante obra", indicó uno de sus integrantes. Aunque negaron con vehemencia tener vinculación política, eran obviamente personas afines al candidato del PP, Virgilio Bernal Guzmán. Se pudo constatar que el candidato se comunicaba con ellos por teléfono, y que ellos le informaban sobre la presencia de periodistas, movimientos de patrullas policiales y de miembros de la alcaldía indígena.

Desde hace 20 años, la política nebajense ha tenido dos contendientes: Bernal Guzmán y Raymundo Cobo. Que se han venido disputando la alcaldía y han intercambiado denuncias indiscriminadamente. Divididos, también, los seguidores de ambos líderes, sin lealtades con algún partido político. Las elecciones de 2011 y un error en las papeletas generaron un entuerto que se resolverá el domingo 11, después de dos años de pulsos y tensiones.

Uno de esos grupos afines al PP, compuesto en su mayoría por mujeres particularmente belicosas, se enfrentó con los habitantes de una casa donde colgaba una bandera del UNE. Allí es donde fue herida Amalia Melendrez. Según contó, entre sollozos, las mujeres del PP descolgaron la bandera. Luego, empezaron a insultarla. Tras un intercambio de pedradas, las patriotas entraron en su casa y la atacaron. Luego se retiraron a unos cien metros, en donde aún estaban cuando llegó un nutrido grupo de periodistas.

Mientras Amalia Melendrez y sus familiares relataban el suceso a los reporteros, una mujer del grupo "patriota" se acercó para dar su propia versión. Indicó que las agredidas eran ellas, y que tenían una compañera herida. Negó tener motivaciones políticas o que el incidente tuviera que ver con las elecciones. Aseguró que venían a evitar que se detuviera la reparación del carretera. Cuando un periodista le preguntó su nombre, contestó: Ana Brito.

Inmediatamente, familiares de Amalia Melendrez, la mujer herida, empezaron a gritar que era mentira, que su apellido era Uríz, y que venía de otra aldea. Agregaron que tenía un machete escondido bajo el corte. Entre insultos, la mujer se retiró.

Las autoridades ancestrales de Nebaj, un grupo político fundado por el excomandante del Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP) Pablo Ceto, y que mantiene buena relación con el alcalde en funciones, Pedro Raymundo Cobo, se hicieron presentes acompañadas por la Policía Nacional Civil (PNC). Miguel de León Ceto, secretario ejecutivo de este grupo, conocido también como alcaldía indígena, se acercó intrépidamente a las mujeres del PP, con el fin, afirmó, de saber cómo se encontraba la persona herida. Sobre el suelo estaba, en efecto, acostada una mujer. No presentaba golpes visibles, ni sangre, pero sí parecía sufrir.

Copiosos insultos recibieron al secretario de las autoridades ancestrales. En vez de retirarse y evitar males mayores, Miguel de León y sus acompañantes permanecieron allí, aguantando en silencio los improperios de las mujeres y de un hombre enardecido que se identificó como Domingo Melendrez. Se les acusó de corruptos, de guerrilleros. Una mujer afirmó que ellos eran responsables de que le hicieran un juicio a Rios Montt, "quien ha ayudado mucho a la población de Nebaj". Domingo Melendrez, a gritos, declaró que no podían existir las alcaldías indígenas puesto que allí todos eran indígenas, y no ingleses ni cubanos.

Cuando Miguel de León dijo que se iba, fue atacado por las mujeres. Primero, una lo abofeteó. Luego, le agarró la vara de mando, máximo símbolo de autoridad en las comunidades indígenas. Inició un forcejeo feroz por hacerse con la vara. Miguel de León y dos policías tiraban de un lado, mientras una, y luego dos, y hasta tres fortísimas mujeres jalaban del otro. Una anciana aprovechó la trifulca para sustraerle el sombrero al líder ixil. Los primeros en darse por vencidos, fueron los policías. Enseguida, Miguel de León se vio desbordado y tuvo que soltar la vara y retirarse custodiado por los agentes. Las mujeres lo celebraron golpeando la vara contra el suelo.

Poco después, los bomberos trasladaron en camilla a la herida. Uno de los socorristas explicó que probablemente tenía lesiones internas.

Miguel de León Ceto, sin vara y sin sombrero, exigió por teléfono al comisario de Nebaj que enviara refuerzos para capturar a las mujeres que se apropiaron de su vara. Recordó que el ministro de Gobernación, Mauricio López Bonilla, había asegurado días antes que toda persona responsable de disturbios, sería aprehendida. Se le preguntó al líder si esto no provocaría incidentes más graves, a lo cual contestó que era necesario "sentar un precedente", para que no volviera a ocurrir esto el domingo, día en que se repiten las elecciones. Ningún contingente policial se presentó en el lugar.

Los sucesos de Kambalam son el mayor incidente registrado los días previos a las elecciones de Nebaj. Los rumores que hablan de grupos organizados, dispuestos a provocar disturbios, vuelan de boca en boca, a la vez que se multiplican los llamamientos a la calma por parte del Tribunal Supremo Electoral, que se encarga también de distribuir las urnas y organizar el que ha sido un tortuoso proceso. La trifulca preocupa porque parece haber sido premeditada: primero con la entrada de camiones enviados por el gobierno central en muy mal momento, y luego con la movilización de grupos de pobladores. El saldo, afortunadamente, es leve: dos mujeres heridas, un sombrero robado y una vara de autoridad extraviada.

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