[field_foto_galeria_portada]
Ir

Cero rastro de 80 migrantes desaparecidos

Un total de 3,706 guatemaltecos fueron secuestrados en 2009 y 2010, el segundo grupo más grande después de los mexicanos, que son el 32.2 por ciento.
Sólo por los secuestros frustrados entre 2009 y 2010, las autoridades mexicanas capturaron a 2,143 traficantes y sus cómplices (entre ellos, al menos 21 funcionarios públicos, según la PGR).
Tipo de Nota: 
Información

Cero rastro de 80 migrantes desaparecidos

Palabras clave
Historia completa Temas clave

Poco se conoce del desenlace del 76 por ciento de los migrantes guatemaltecos que viajaron a México entre 2006 y 2011, y fueron reportados como desaparecidos, salvo, quizá, la última llamada que hicieron desde ese país a su familia para reportar que estaban bien.

Se teme que fueron secuestrados, o hasta asesinados cuando su familia no pudo pagar el rescate. Sin embargo, en muchos casos, al ser liberados optan por permanecer en suelo mexicano o seguir su camino hacia Estados Unidos. Sólo entre 2009 y 2010, las autoridades de México rescataron con vida a 3,706 migrantes guatemaltecos que estaban en manos de traficantes, algunos de los cuales estaban vinculados a los Zetas.

Un total de 105 casos de migrantes desaparecidos entre México y Estados Unidos, entre 2006 y julio de 2011, está registrado en la Dirección de Asuntos Consulares, del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINEX). De esta cifra, 14 fueron hallados muertos en Tamaulipas, México, entre agosto de 2010 y abril de 2011. Otros 11 aparecieron vivos, algunos deportados (ocho); otros, viviendo o trabajando en México (dos) o EE.UU. (uno), de acuerdo con reportes que sus familiares proporcionaron a la Cancillería. Pero de 80 migrantes guatemaltecos, el 76 por ciento de los casos, hay cero rastro.

Al menos la mitad de los 105 casos corresponden a desapariciones ocurridas después del 24 de agosto de 2010, es decir, en un lapso de 11 meses, según Andrea Furlán, vocera del MINEX. Las personas reportadas como desaparecidas han sido buscadas en hospitales, centros de detención, cárceles, morgues, y albergues, entre otros, de acuerdo con Furlán.

La Cancillería también recibe denuncias formuladas ante la Defensoría del Migrante, de la Procuraduría de Derechos Humanos, que entre enero y el 31 de mayo asegura haber recibido el reporte de 50 desapariciones.

La esperanza del ADN

Desde 2010, se ha tomado muestras biológicas para la prueba de ADN a los familiares de 95 personas reportadas como desaparecidas, una tarea que el MINEX coordina con el Ministerio Público (MP). Esta medida se adopta en los casos en que, “de acuerdo con las fechas de desaparición, la última comunicación con sus familiares, entre otros”, las autoridades consideran que los desaparecidos pudieran figurar entre las víctimas de las masacres ocurridas en México. Se presta especial atención al lapso desde el 24 de agosto del año pasado, cuando 72 migrantes fueron hallados asesinados en San Fernando, Tamaulipas. Docenas de víctimas más han sido halladas en fosas comunes.

Sin embargo, el proceso de reconocimiento es lento dado el número de víctimas las halladas muertas. Existe un registro del descubrimiento de al menos 193 cuerpos en 47 fosas, desde agosto de 2010. Los resultados de las muestras de ADN se obtienen aproximadamente en tres o cuatro semanas, según la PGR. Este proceso ha involucrado el trabajo de la PGR en Guanajuato, Michoacán, Tamaulipas, Oaxaca y Tlaxcala, que también ha recibido asistencia jurídica internacional.

También “se han realizado los perfiles genéticos de familiares de tres posibles desaparecidos [guatemaltecos] en Sonora”, reveló Furlán. La vocera informó que el gasto de los exámenes corre por cuenta del MINEX, así como el envío de resultados a las respectivas fiscalías estatales para la posible identificación de las víctimas.

Después del hallazgo de 116 cadáveres en Tamaulipas, en abril pasado, la PGR pidió a las personas con familiares que desaparecieron, y que originalmente se dirigían a la frontera norte de México aproximadamente entre el 19 y 31 de marzo de 2011, que reporten estos casos en las delegaciones de la PGR y Procuradurías de Justicia, para recabar muestras de ADN que faciliten la identificación de las víctimas. Esta denuncia también se puede hacer por medio del MINEX o la Defensoría del Migrante, de la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH), en Guatemala.

Sub-registro de secuestros

Sólo entre 2009 y 2010, la Procuraduría General de la República (PGR) de México rescató 11,767 migrantes secuestrados, de varias nacionalidades, según información proporcionada por Rocío Torres, de la oficina de prensa de la PGR. De esa cifra, el 31.5 por ciento son guatemaltecos. Es decir, 3,706 guatemaltecos fueron secuestrados esos años, el segundo grupo más grande después de los mexicanos, que son el 32.2 por ciento.

Pese a las cifras de la PGR, el MINEX afirma que sólo recibió información en el caso de dos guatemaltecos, por quienes se exigía rescate por su liberación. Ambos fueron rescatados por la Policía Federal y el Ejército mexicano en Tamaulipas, y regresaron a Guatemala. “Se ha asistido a más guatemaltecos, a cuyos familiares les exigían dinero para liberarlos, pero fueron rescatados por autoridades mexicanas”, agregó Furlán. “Sin embargo, los familiares no habían reportado estos hechos a este Ministerio (MINEX)”. La vocera informó que muchas de estas personas deciden aplicar a la visa humanitaria que otorga México a las víctimas de crímenes, para permanecer regularmente en ese país.

La Defensoría del Migrante no tiene un registro exacto de cuántas de las personas reportadas como desaparecidas fueron víctimas de secuestro, aunque sí recibe el reporte de numerosos casos. Flora Reynosa, quien dirige de la Defensoría, sostiene que muchas familias tienen temor de reportar los hechos. 

Sólo por los secuestros frustrados entre 2009 y 2010, las autoridades mexicanas capturaron a 2,143 traficantes y sus cómplices (entre ellos, al menos 21 funcionarios públicos, según la PGR); el mayor grupo fue detenido en Baja California, 932, donde hay pocos reportes sobre el hallazgo de víctimas.

Cuatro de los capturados, presuntos sicarios de los Zetas, fueron sorprendidos el 3 de septiembre pasado en los alrededores de San Fernando, Tamaulipas (donde se hizo el primer hallazgo masivo de migrantes asesinados). En el lugar de las detenciones, las autoridades hallaron tres personas secuestradas, a quienes liberaron, y dos cadáveres en una fosa clandestina. Durante el operativo, hallaron una cédula de vecindad de Guatemala, una cédula de identificación salvadoreña, un pasaporte hindú y dos brasileños.

En abril pasado, varios miembros del Cartel del Golfo cayeron en manos de las autoridades mexicanas cuando éstas liberaron a 68 secuestrados (de diversas nacionalidades). Ese mes, la PGR divulgó que los secuestradores pedían entre US$1 mil y US$2 mil de rescate para liberar a los migrantes, así como para llevarlos ilegalmente a través de la frontera con EE.UU. Esta exigencia es replicada por otros secuestradores activos. Algunas víctimas, cuyas familias consiguen pagar el rescate, llegan hasta el territorio estadounidense y permanecen ahí; otras—como indicó Fulán—optan por quedarse en México. Este es el desenlace que los familiares de los 80 guatemaltecos, de quienes no se tiene rastro, anhelan contra toda esperanza.

Autor
Autor