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Casáte conmigo

Ahí las iba llamando. Una por una contando su historia, que tiende a ser la misma: una radiografía de la ausencia del cariño.
Tipo de Nota: 
Opinión

Casáte conmigo

27 de Febrero de 2012
Palabras clave

Entramos al bar. Los policías bajaron de las patrullas y rodearon la casa, una construcción de dos niveles, iluminada por rótulos de neón. Dentro, el ambiente estaba pesado. Era viernes y día de pago. Nada que impidiera salir a las manadas de borrachos hacer de las suyas, en uno de los prostíbulos más populares del sur de la ciudad.

Cerca de la entrada estaba la cabina donde se controlaba el sistema de sonido. Uno de los agentes lo apagó y de inmediato la muchedumbre gritó enfurecida. Alzaban sus vasos de cerveza. Otros las botellas oscuras, derramando líquido y espuma sobre las mesas de vinilo rosa.

Los encargados vestían de vaqueros. Era una noche de evento especial. Por eso la habíamos escogido. Cinco días de seguimiento policial, con agentes al tanto de cada movimiento, habían dado frutos. Sabíamos que los pec...

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