En el caso de los instrumentos de la planificación pública, es un hecho que existen 56 políticas públicas en el portal virtual de SEGEPLAN, divididas en las siguientes categorías:
Tipo
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Número
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Culturales
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3
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Defensa
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1
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Derechos Humanos
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2
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Desarrollo Agropecuario
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2
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Desarrollo Rural
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3
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Energía y Minas
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1
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Grupos Vulnerables
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4
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Recursos Naturales
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13
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Salud
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3
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Transversales
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7
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Seguridad Alimentaria y Nutricional
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1
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Vivienda
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1
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Turismo
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2
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Históricas
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7
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Sin clasificar
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6
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Total
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56
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Un somero análisis de las mismas, determinará que muchas de ellas padecen, al menos, de siete vicios muy recurrentes:
- Objetivos muy generales que se vuelven casi irrealizables.
- Políticas Públicas que no consideran una temporalidad de vigencia –31 de ellas parecen haber sido establecidas como indefinidas.
- Muy pocas veces cuentan objetivos concretos, y con un set de indicadores precisos de avance.
- La mayoría de las mismas no tienen ningún respaldo legal, es decir, no han sido sancionadas por acuerdo gubernativo, ni tampoco han sido respaldadas en Consejo de Ministros –solamente nueve de estas políticas cuentan con este respaldo.
- La mayoría de las políticas reproducen mecanismos de coordinación al infinito (42 políticas públicas vigentes establecen coordinaciones, gabinetes, comisiones o figuras similares, para la coordinación interinstitucional).
- Muchas políticas consideran indispensable realizar cambios institucionales –que por cierto, nunca se realizan– para garantizar su efectiva puesta en marcha, 38 de ellas así lo especifican.
La suma de los aspectos determina que la mayor parte de dichas políticas públicas nunca se implementan realmente, o en su defecto, tienen acciones de implementación que son aisladas y desconectadas de todo el objetivo que supuestamente las orienta. Por ello, no es de extrañar que tampoco existan en el país, esfuerzos serios por sistematizar, recopilar información y monitorear la marcha de las políticas públicas, y que por supuesto, no contemos con mínimos criterios técnicos para evaluar el impacto positivo o negativo que dichas acciones están teniendo en la práctica.
Analizar el juego de intereses y actores, por lo tanto, debe considerar el hecho de que pese a que muchas de tales políticas han surgido en ejercicios de articulación de intereses y de discusión con la sociedad civil –al menos, 33 de ellas han contado con amplios procesos de formulación de las mismas–, en la práctica las decisiones reales de la política (politics) se la reservan unos pocos actores, lo que explicaría por qué, pese a que se cuenta con tantas políticas públicas formuladas, cada gobierno enfatiza acciones fuera de las mismas; para muestra un botón:
- Cohesión social, en el Gobierno de Álvaro Colom.
- Los tres pactos, en el gobierno de Otto Pérez Molina.
La conclusión fiable de este somero análisis nos determina que lo que está vigente realmente en Guatemala es la política de la NO POLÍTICA: Decimos lo que no hacemos, hacemos lo que no decimos.
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