Ir

¡Boicot! ¿Y luego?

Hace dos semanas leímos en esta Plaza Pública una invitación por demás seductora. Se nos pedía no votar, por amor a la vida. Una argumentación feroz que, seguramente, convenció a muchos. Pero la maña de alumna terca todavía no se me ha olvidado y, por más que traté de dejarme tentar por el boicot electoral, decidí compartir mis inquietudes en esta columna (porque no tengo Facebook).
Tipo de Nota: 
Opinión

¡Boicot! ¿Y luego?

01 de Junio de 2011
Palabras clave

Es cierto que nuestro intento de democracia no es más que eso, un ensayo bastante defectuoso que cobra caro en vidas humanas. Pero es un régimen político muy útil para aquellos que le saben sacar raja al negocio de los partidos políticos.

Existen, como bien se dijo en ese artículo de opinión, herramientas científicas como la estadística, que son interpretadas por analistas y luego legitiman un resultado, algunas veces aludiendo perversamente al acto de votar de miles de ciudadanos y sin preocuparse de cuál es realmente la motivación de su voto. Es verdad también que a estos últimos se les llama “ciudadanos conscientes y responsables” y a los otros, “apáticos, haraganes y pobres”, sin preocuparse de ir más allá en definir las c...

Autor



Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad exclusiva del autor. Plaza Pública ofrece este espacio como una contribución al debate inteligente y sosegado de los asuntos que nos afectan como sociedad. La publicación de un artículo no supone que el medio valide una argumentación o una opinión como cierta, ni que ratifique sus premisas de partida, las teorías en las que se apoya, o la verdad de las conclusiones. De acuerdo con la intención de favorecer el debate y el entendimiento de nuestra sociedad, ningún artículo que satisfaga esas especificaciones será descartado por su contenido ideológico. Plaza Pública no acepta columnas que hagan apología de la violencia o discriminen por motivos de raza, sexo o religión
Autor