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Bodas de Plata

Llevaba en mi mochila, recuerdo, un fólder con mi artículo sobre Luis Cardoza y Aragón, y por los nervios, además de temblarme las manos, me temblaban las piernas y me dolía el estómago.
Tipo de Nota: 
Opinión

Bodas de Plata

02 de Noviembre de 2013
Palabras clave

Solo si se es importante, o es una situación histórica, se dice que vale la pena recordar los aniversarios. Si la persona famosa es coetánea, debe estar muerta y enterrada para que los compatriotas, amigos y familiares, puedan hablar sin tapujos sobre sus virtudes y defectos, sin que nadie la critique por auto-promoverse, que eso en nuestro medio no sea mal visto ni sea censurado por los otros.

Pero hoy, conocedora de todos estos avatares, he decidido auto-felicitarme. Y no es para menos en mi historia de vida. Resulta que estoy celebrando mis Bodas de Plata, no en la profesión que elegí para estudiar y la cual me ha producido por cierto muchas alegrías, amistades y satisfacciones, sino en otra, más solitaria, más exigente, menos reconocida, pero a la vez más mía. Y es que hace exactamente 25 años publiqué en el Diario El Gráfico, mi primer artículo periodístico.

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