Así lo dijo

Después de una presentación fría, donde las generalizaciones y anécdotas consumieron el poco tiempo disponible, todo hacía pensar que estábamos ante un foro que necesitaba un buen nivel de agitación para que la segunda parte fuera provocadora y forzara al candidato a respuestas más de fondo y comprometidas.

La segunda parte contó con una mesa de conversación interesante, integrada por un dirigente estudiantil de la Facultad de Ingeniería (Mario Vela), la decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales (Ligia García) y el director del Instituto de Investigaciones y Gerencia Política (Fernando Valdez). Esa etapa fue más cercana a los objetivos previstos. Las preguntas fueron precisas y agudas, las temáticas planteadas fueron específicas obligando al candidato patriota a asumir compromisos que no han sido planteados en ningún otro evento electoral. Lo destacable: impulsará la renegociación de los contratos mineros, reconoció que las regalías  que el Estado recibe por concepto de las explotaciones mineras son bajas y se comprometió a impulsar la Ley Antimonopolio para fomentar el libre mercado y la competencia sana. También afirmó que en su gobierno no se removería a los puestos medios de la administración pública para pagar favores políticos, siempre que hayan realizado bien su trabajo y previa evaluación. Aceptó presentar en un evento similar a realizarse dentro un año, los avances de su agenda de seguridad. ¿Esos planteamientos corresponden con su plan de gobierno? Seguramente sus principales asesores se hubieran ruborizado e incluso molestado por semejantes salidas del guacal, ya que no corresponden con el ideario económico que preconizan los patriotas.

¿Fueron intervenciones de diente al labio? Eso está por verse. Dependerá que el recordatorio esté presente de forma permanente, que los sectores de sociedad civil más cercanos a esos temas sean vigilantes y asuman el papel de Pepe Grillo para recordar que los tres ámbitos de compromisos son torales en la agenda de país. La propia URL de ha comprometido en no dejar esas declaraciones en el aire, más si el equipo naranja gana las elecciones.

Aceptar compromisos durante el período electoral es fácil para los candidatos; sería políticamente incorrecto asumir la negación. Lo importante consiste en llevar registro de esas palabras lanzadas al viento, para proceder durante una previsible gestión de gobierno, a contar las debidas costillas, tanto al candidato como a quienes le acompañen en los equipos de conducción.

La historia nacional está plagada de lamentos tardíos, de llamadas de atención que ya no caben después de episodios penosos. A lo largo de las elecciones, las promesas se desenvuelven entre el descaro, la burla social, las fantasías y lo inviable por la falta de recursos. En forma intermitente aparecen propuestas más elaboradas y con sentido de viabilidad. Lo planteado por el candidato Pérez está dentro de lo deseable, lo que es posible concretar si logra dejar de lado a los sectores a quienes esas tres promesas les viene muy mal y quienes hasta este momento se enterarán de que su principal dirigente adquirió semejantes compromisos.

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