Ir

Aprender a domar los miedos

El poder del miedo radica en que fulmina la razón y potencia la emoción. El mundo actual padece de hiper-angustia y la angustia es un sentimiento muy apreciado por el sistema capitalista y algunos regímenes políticos.
Tipo de Nota: 
Opinión

Aprender a domar los miedos

10 de Febrero de 2013
Palabras clave

Los miedos de mi infancia ocupaban la habitación y me amilanaban de noche. El movimiento de las sombras, el canto del búho o el de aquel gallo despistado que solía cantar desafinado y a deshoras, me ahogaban el corazón. Bajo las sábanas, sólo asomaban los ojos abiertos. Ni un solo movimiento. Sólo el del agitado pecho y el tenue parpadeo.

Con el paso del tiempo, este miedo mutó. Pronto fue sustituido por el temor a la muerte y luego, por el incomprensible fantasma del comunismo que atormentaba a la abuela Raquel. Sufrí por espantos propios y ajenos. Me inquietaba lo desconocido, la idea de sufrir.

Los miedos también han escoltado mi tránsito por la vida adulta. El miedo al fracaso, al rechazo, a la pérdida, la enfermedad, la pobreza y la vejez. El desasosiego llega a veces en enormes oleadas instigando mis decisio...

Autor



Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad exclusiva del autor. Plaza Pública ofrece este espacio como una contribución al debate inteligente y sosegado de los asuntos que nos afectan como sociedad. La publicación de un artículo no supone que el medio valide una argumentación o una opinión como cierta, ni que ratifique sus premisas de partida, las teorías en las que se apoya, o la verdad de las conclusiones. De acuerdo con la intención de favorecer el debate y el entendimiento de nuestra sociedad, ningún artículo que satisfaga esas especificaciones será descartado por su contenido ideológico. Plaza Pública no acepta columnas que hagan apología de la violencia o discriminen por motivos de raza, sexo o religión
Autor