Representaban la mecanización de la hegemonía militar romana, hegemonía que se había visto construida a lo largo de muchísimas batallas.
La estructura militar romana adquirió su dominación completa en el Mediterráneo luego de derrotar a Pirro, y puntualmente, al mostrarse superior en estilo de combate frente a la famosísima y notable falange helénica. Ningún otro pueblo –antes que Roma− había mostrado tal capacidad para defender su tierra y sus libertades que los ´griegos´: Recuérdese aquí las tantas referencias al Sagrado Ejército de Tebas o el ejército de los amantes, quienes luchaban ´por amor´. Tebas, la referencia a las Termopilas, la batalla de Maratón y la palabra ´nike´ están en boca de aquellos que recuerdan las grandes hazañas griegas.
Pero el estilo militar romano barrió con la resistencia griega en el 275 AC, supo también aniquilar a Cartago y supo ponerle fin a las tantas afrentas bárbaras. Cayo Julio aseguró la última frontera de la República en el 49 AC, sometió las Galias y con ello, cada niño romano de buena cuna sería enseñado a repetir: ¿Quién sometió las Galias? Cayo Julio César Divi Filius Gálico. … entre varios de sus títulos.
Pero Roma tuvo también derrotas bochornosas. En el 380 AC ya los bárbaros habían saqueado Roma. No por nada la victoria de la Legio XII Fulminata en las Galias en el 49 AC fue el camino a la apoteosis de Cayo Julio.
Sin embargo, en el 66 DC, la Fulminata fue emboscada y derrotada por una de las tantas revueltas zelotes que conformaron la primera Guerra Judeo-Romana. La Legión había sido enviada para reprimir una revuelta judía pero, se le consideró limitada. En su camino de vuelta Simon Ben-Eleazar, rebelde judío zelote la embosca y roba el Aquila. Eventualmente, Roma resuelve el problema de las recurrentes revueltas judías destruyendo completamente Jerusalén. El desprecio romano hacia la causa judía rebelde y su pensamiento ´revolucionario pastoril´ era tanto que Tito declinó recibir el título de ´Judaico´ luego de acabada la campaña y ser aclamado por sus Legiones.
Pero la victoria de Ben-Eleazar sobre Roma tiene un significado interesante. Dice Georges Dumezil que Roma se enamoró de las tragedias y los cuentos griegos, pero nunca así de los griegos, si bien Grecia conquistó culturalmente a Roma. Pero, fuera de ello, el desprecio romano por el restante conjunto de pueblos pastoriles y salvajes (incluidos los judíos) de su Imperio era notable. Roma significaba no sólo poder sino también, la invención del acueducto, el drenaje, los baños públicos, el agua potable llevada en tuberías, los foros, calzadas empedradas para conectar el Imperio, consulados, embajadas, la defensa pública, los anfiteatros, las annonas (dar de comer a los pobres por política del Estado), cementerios públicos, arte público, academias de oratoria, el Circo, …. y, el mundo romano debió tragar la derrota a manos de pastores salvajes cuyos mitos e historias poco podían competir con las tragedias de los super-hombres. Para no pocos romanos, esta afrenta sobre la gloriosa Fulminata se interpretaba como la victoria que el pensamiento rebelde-sectario había sobre la posición hegemónica o el discurso hegemónico.
No es extraño que las posiciones sectarias y nutridas de pensamiento mágico sigan dando batalla. Citemos algunos casos contemporáneos.
Estadounidenses radicales neopentecostales que se inmolan esperando el fin del mundo (con arma en mano); el Islam Radical que se opone a la secularización del Estado; la derecha evangélica en Estados Unidos supone el origen divino de su Constitución y se opone a cualquier eje de política pública que intente profundizar los mecanismos de Estado; los judíos ultra-ortodoxos en Israel secuestran a un país moderno, mayoritariamente democrático y secular; el estamento evangélico en Guatemala presiona (Biblia en mano) para retirar el reconocimiento otorgado a Palestina; ¿Qué decir de los grupos de extrema derecha que niegan el calentamiento global y consideran todo esfuerzo supranacional como ´conspiraciones comunistas? ¿O los sectarios de la izquierda formal que ven en todo tipo de liberalismo político al Departamento de Estado o a las transnacionales? … en fin, que hay para todos los gustos.
Sigue siendo ésta nuestra historia, una guerra contra el fanatismo, el sectarismo y el pensamiento mágico. Y, en algunas ocasiones –y no pocas− este último ha sabido ganar la batalla e influir en los espacios públicos.
Allí está, cual Annibal ante las puertas, esperando para asustarnos.[1]
[1] Frase usada por las madres romanas, Annibal at portas, para que los niños se portaran bien. Annibal a las puertas, los salvajes a las puertas.
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