Después de “huir” pienso que puse mi vida en peligro por un celular, pero sigo adelante. Ni modo que uno se va a paralizar por la violencia…
Ya estamos acostumbrados y resignados a vivir en este irrespeto a los derechos fundamentales. Y es ante esta situación que se tiende a pensar que más leyes son la solución a nuestros problemas. ¿Cuántas veces escuchamos la promoción de leyes que parecen ser buenas pero nunca nos tomamos el tiempo para cuestionarlas o si quiera leerlas?
Excusas hay muchas: que uno no es abogado, que no hay tiempo o bien que no se logra encontrar la iniciativa. Sin embargo, esto tiene que cambiar si queremos vivir en un país democrático, donde los diputados sean verdaderos representantes del pueblo. Para eso tenemos que estar al tanto de lo que hacen, cuestionarlos y criticarlos.
La ley de moda en las redes sociales es la iniciativa de Ley de Registros Móviles para la prevención del robo de celulares y la extorsión. Haga una búsqueda en Facebook e inmediatamente tendrá acceso a la misma. La iniciativa ha sido apoyada de forma rotunda por la “sociedad civil” y, por mi parte no conozco a nadie que la critique o cuestione.
Lo que busca esta iniciativa es crear una obligación para los usuarios de teléfonos móviles de registrar su número, nombre completo, edad, nacionalidad, número de cédula o DPI y dirección. Para cumplir con este último dato la propuesta ley exige presentar un recibo de agua, luz o teléfono de línea fija. Además, el usuario deberá dejar impresa su huella dactilar (Artículo 4). Los operadores de telefonía móvil deberán llevar estos registros y son responsables de la confidencialidad de estos datos.
Yo tengo ciertas consideraciones respecto de esta iniciativa. Primero considero que una regla que debería imperar en la conciencia de los diputados en cuanto a la creación de normas referentes a tecnología es la neutralidad con la que se debe de abordar el tema. Es decir, el problema no es el robo de celulares, es el robo de todo. El robo es un delito y no importa si se trata del celular, la computadora, la cartera o cualquier otro objeto, este delito debe ser castigado, al igual que debe ser castigada la venta de objetos robados, no importa qué sea lo que se haya robado.
¿Cómo es posible que el “flasheo” sea un delito, pero que todos leamos en el periódico de personas que ofrecen este “servicio”? Se da cuenta que esto es como si se anunciaran servicios de sicariato. No obstante, los funcionarios del Ministerio Público parecen no percatarse de la OBLIGACIÓN que tienen de investigar y acusar.
En el 2007 se emitió la “Ley de registro de terminales telefónicas móviles robadas o hurtadas”, Decreto 09-2007, en la cual se creó un delito especial llamado “Alteración fraudulenta” (Art. 275 bis Código Penal), esto no se cumple. Si empezaran por hacer que esta ley se cumpla las cosas serían distintas.
Es necesario luchar porque se cumpla la ley.
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