Esos son los juegos de la dominación en los cuales intervienen diversos actores, desde el Gobierno de los Estados Unidos, pasando por el papel central de la Cicig y el intento autonómico del MP. Las movilizaciones, eso que ahora llamamos el poder ciudadano, son una de las partes de un entramado mayor. Cada pieza tiene cierta vida propia, pero sus efectos mayores solo son posibles cuando la totalidad se mueve en el mismo sentido. Entonces, si la sola presión para la renuncia de la otrora ...
Esos son los juegos de la dominación en los cuales intervienen diversos actores, desde el Gobierno de los Estados Unidos, pasando por el papel central de la Cicig y el intento autonómico del MP. Las movilizaciones, eso que ahora llamamos el poder ciudadano, son una de las partes de un entramado mayor. Cada pieza tiene cierta vida propia, pero sus efectos mayores solo son posibles cuando la totalidad se mueve en el mismo sentido. Entonces, si la sola presión para la renuncia de la otrora todopoderosa vicepresidenta fue diseñada con detalle, se comete un desliz cuando se cree que ahora se puede ir por una totalidad.
Cuando una sociedad está amarrada por décadas a una maliciosa realidad, resulta natural que guarde y acumule ansias por salir de la olla de presión. La búsqueda de respuestas maximalistas es una tentación en contextos en los cuales se han cerrado los espacios de oxigenación. Si no leemos adecuadamente el contexto, las dinámicas del poder y los actores visibles y no visibles, podemos creer que ostentar el trofeo de Baldetti en las estanterías es suficiente para envalentonarnos y ahora querer la cabeza del presidente, la depuración del Congreso, la suspensión de las elecciones, la creación de un gobierno de transición sin partidos y una asamblea constituyente para dar cara vuelta a los artículos torales relativos a los derechos humanos y los derechos individuales. ¿Es eso lo que en realidad queremos?
La historia de los movimientos sociales indica otro tipo de ruta. Forzar un tornillo más de la cuenta solo resultará en su quiebre o que se sobe. Los procesos de cambio social han sido posibles cuando cada uno de los hitos ha sido irreversible. Los elefantes se comen a mordiscos. La energía que se está acumulando debe ayudar a que la temperatura no sea efímera y se distribuya, lo mejor posible, a lo largo de varios momentos desafiantes. ¿Por qué no pensar en utilizar este tiempo y las sinergias que se están construyendo para crear una agenda de leyes básicas, como reformas a la Ley Electoral, a la Ley de Compras y Contrataciones, a la Ley del Servicio Civil y a la Ley de la Carrera Judicial, de manera que se cuente con propuestas de consenso para ir con todo en la siguiente legislatura —algunos piensan que aún se puede hacer algo con el actual Congreso aprovechando su interés en lavarse la cara, cuando muchos de sus integrantes quieren la reelección y son conocidos (a diferencia de los próximos, a quienes no conocemos y pueden resultar envalentonados para actuar por la libre)—? Al paquete de leyes agrego el rediseño de la SAT y de la Contraloría General de Cuentas. En el marco electoral, ¿por qué no presionar al TSE para la aplicación del artículo 21, inciso g, de la Ley Electoral para la suspensión de los partidos que violen normas sobre el financiamiento como superar el techo de campaña? Esta agenda puede resultar insuficiente para unos, pero más concreta y con resultados tangibles para otros.
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