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“Yo cambio”, dicen los reos

“Si bien es cierto la mayoría que estamos acá hemos cometido delitos, y mucha gente cree que nos hagan talleres es perder el tiempo, muchos de los que estamos acá agradecemos estos proyectos, nos enseñan a valorar nuestro trabajo y capacidades que tenemos”, expresó Caín Gutiérrez, reo que trabaja en el área de carpintería del penal.
Hasta la fecha los únicos sectores que no están inmersos en el programa son el sector uno, que es sólo de mujeres; el sector ocho, que es de pandilleros y el sector once en el que están aquellos reos que han cometido alguna falta dentro del penal.
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“Yo cambio”, dicen los reos

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Desde diciembre de 2011 la administración del Centro Penal de Apanteos, en Santa Ana, en El Salvador, ejecuta el programa “Yo Cambio”, en el cual participan cerca de 2.573 prisioneros.

Por Gloria Morán.

De acuerdo al inspector Ángel Ayala, uno de los impulsores y coordinadores del proyecto “Yo Cambio”, a diferencia de otras cárceles, Apanteos cuenta con una estructura física apta para que dentro de ella existan espacios amplios en los que los reos aprenden diferentes oficios.

La edificación carcelaria permite que los internos se dediquen actividades avícolas, en una granja que alberga a 1.836 aves, entre pollos de engorde y gallinas ponedoras de huevos. También llevan a cabo la labor de acuicultura, actividad realizada en unos estanques en los que hay cerca de 3.104 tilapias; este proyecto se lleva a cabo desde abril de 2011; además se dedican a la siembra de hortalizas.

Otra de las actividades a las que se dedican los internos es a la carpintería, dentro del taller hacen muebles, juguetes, cuadros, entre otras cosas las cuales, comercializan dentro y fuera del penal. En el mismo proyecto los internos reciben clases de matemática, inglés o francés.

¿Quiénes dan las clases a los internos? “Son los mismos reos quienes enseñan a otros, escogemos a quienes tienen conocimientos en ciertas áreas ya sea en oficios o en las materias que impartimos y son ellos los que enseñan a los demás”, dijo Ayala.

Por ejemplo, uno de los internos que imparte matemática es el ex presidente de la Asociación Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA), Carlos Perla, acusado por delitos de corrupción.

En total son 24 actividades las que forman parte del programa que se implementa en el penal de Apanteos, según el director del recinto, Orlando Molina, el programa es para dotar de herramientas a los internos de cara a su reinserción social y acabar con el ocio carcelario que hasta hace unos años existía.

Apanteos alberga más de 4.000 internos, cuando su capacidad es para un poco más de 1.000 personas, según el director del penal de Apanteos, la mayoría de los reos han participado o están participando en el programa.

El programa “Yo Cambio” se ha ido realizando sector por sector del recinto, “no todos los internos pueden participar a la vez, se dividen para entrar al programa”, señaló Ayala.

Los reos no solo son los que aprenden oficios u otro idioma, sino que también son los que mismos que coordinan ciertas áreas de los proyectos, enseñan a los demás, producen, venden y compran lo que hacen.

Ayala dijo que a los internos del penal de Apanteos se les permite que sus familiares les ingresen 50 dólares al mes, los cuales los usan para comprar “lo que les parece a ellos, muchos los invierten y de lo que ganan le dan a sus familias”.

Marta Mejía, madre de un reo, destacó que el programa “Yo Cambio” no es solo de beneficio para los internos sino para ello como familiares porque, además de poder tener un poco de ingresos económicos, les brinda seguridad al pensar que están ocupando su tiempo en algo productivo y no “haraganeando” o “pensado debilidades”.

El proyecto, dijo Ayala, pretende ser ejemplo de lo que se puede hacer, con esfuerzo y voluntad, para preparar a los presos para la hora que se tengan que reintegrar a la sociedad.

“Si bien es cierto la mayoría que estamos acá hemos cometido delitos, y mucha gente cree que nos hagan talleres es perder el tiempo, muchos de los que estamos acá agradecemos estos proyectos, nos enseñan a valorar nuestro trabajo y capacidades que tenemos”, expresó Caín Gutiérrez, reo que trabaja en el área de carpintería del penal.

Kaffember Galindo, otro interno, aseveró que los programas les ayudan pasar el tiempo ocupados y “no seguir pensando en cómo hacerse daño entre nosotros mismos o como hacer mal a los de afuera, en algo nos ayuda”.

Hasta la fecha los únicos sectores que no están inmersos en el programa son el sector uno, que es sólo de mujeres; el sector ocho, que es de pandilleros y el sector once en el que están aquellos reos que han cometido alguna falta dentro del penal.

Ayala señaló que para ellos se está ideando otro tipo de proyectos que les permita aprender diversas cosas que les beneficie en su futuro, sobre todo en el presente para que no sean víctimas del ocio carcelario.

*El anterior es reproducido con la autorización de Contrapunto.

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