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Todo cambia, para que nada cambie

Dormía, muy bolito y elástico él, sobre el congelador del que una mujer y los niños sacaban la cerveza que despachaban por la ventana.
Tipo de Nota: 
Opinión

Todo cambia, para que nada cambie

07 de Octubre de 2011
Palabras clave

“Vamos a ‘El Corralazo’. Te quiero mostrar ese lugar”, me dijo el Gato esa noche que nos encontramos en Nebaj. Era tarde y a puras penas nos permitieron entrar a la cantina (poderes felinos de persuasión).

Mientras tomábamos algo y conversábamos, yo observaba al hombre que dormía, muy bolito y elástico él, sobre el congelador del que una mujer y los niños sacaban la cerveza que despachaban por la ventana. Me preguntaba qué poder lo sostenía para no haberse dado ya un buen somatón desde ahí. El Gato me contaba mientras, que participaba en esos días en el rodaje, en Nebaj y en “El Corralazo”, de algunas escenas de Distancia, una película que Sergio Ramírez dirigió y que están por estrena...

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