Karl Rahner, (1904-1984) teólogo jesuita discípulo de Heidegger, desarrolló toda una teología sistemática al respecto del fenómeno de la muerte. No quiero sonar cursi, pero aprovecharé para citar una de las frases más conocidas de Rahner: ´La muerte es lo más trágico de la vida humana… si no queremos sufrir la muerte en torno a nosotros y en nosotros pasivamente, con inerte resignación… debemos… más bien enfrentarnos con el destino de la muerte como hombres que no sólo somos materia, sino también espíritu, y esperarla con corazón alerta y ojos abiertos…´.
Algunas cuestiones interesantes.
La expresión ´esperar con ojos abiertos a la muerte´ es la frase final de Adriano en la obra de Margarita Yourcenar ´Memorias de Adriano´. Pero en la forma cómo Adriano entiende el arribo de la hermana muerte (así le llamaba cariñosamente San Francisco) no hay esperanza cristiana, más bien, un sentido estoico de afrontar con areté aquello de lo cual nada sabemos y los rituales poco pueden explicarnos. Para todo el mundo antiguo, ya sea que hablaran del Seol, el Hades, el Averno… la única certeza era perdernos en un mundo de sombras y esperar que los vivos cumplieran con los rituales fúnebres.
Rahner en definitiva no transita por esta percepción. Rahner, Heidegger y todas las variables de Platonismo han sido influidas pro el principio Tomista Conversio ad phantasma. A decir, (en una explicación silvestre): El intelecto humano, en el contexto de tabula rasa es capaz de conocer esencias ajenas a lo físico pero que son parte del Mundo. El intelecto humano puede conocer aquello que es físico y aquello no físico que se manifiesta en el Mundo. Si se manifiesta en ´nuestro mundo´, ergo, se manifiesta ante nuestra conciencia.
Demás esta decir que aquí encontramos arqueología de términos interesantes. El concepto φαινόμενoν o phenomenón (del cual deriva la palabra fenomenología) hace en griego referencia a los fenómenos que ocurren, pero en filosofía propiamente son fenómenos perceptibles por nuestra conciencia. El término latino visium equivalente en griego a phantasma, usado comúnmente en contextos oníricos según nos dice Jean Claude Schmitt: El phantasticæ Illusiones, también llamado ´sueño falso´ era provocado por el diablo a los santos y los justos. Aquí lo interesante, si recordamos a Fustel de Coulanges, es el hecho de la transformación del alma del muerto (phantasma) en el daimón (primitivo) si los ritos funerarios no eran llevados a cabo propiamente. Estamos hablando, en suma, de la percepción de aquello que trasciende lo físico.
A lo que voy. Esta conexión de conceptos presenta el dilema sobre lo que sucede al momento de morir y la forma de enfrentarlo, ya sea la creencia o la aspiración de no solamente ser materia o, aceptar sin ninguna muletilla, el carácter fatalista de la existencia.
Releyendo la Ilíada, apareció de nuevo el concepto griego de Therapón. En el inglés, y en algunas obras modernas, el concepto de Therapón se usa como amigo o confidente. También se entiende como alguien que sin ser esclavo o inferior, sirve a otro por amor.
La idea del Therapón presentada por Homero muestra la dinámica entre Aquiles y Patroklos al momento de la batalla contra Troya. Patroklos sirve a Aquiles, tomará inicialmente su lugar en batalla. Patroklos se pone la armadura de Aquiles, ´el Therapón se viste de su superior ´ y eso les provee de un lazo muy especial. Con dicho acto, Patroklos se hace Aquiles. Cuando Héctor mata a Patroklos, está matando a Aquiles. Cuando Héctor se pone la armadura de Patroklos, se hace Aquiles. Cuando Aquiles enfrenta a Héctor, es ´Aquiles contra Aquiles´ y se nos presenta entonces una versión del sacrificio personal o de la negación del yo. Algo muy propio de la tradición católica en la lógica del mártir.
Si somos afortunados, nuestro Therapón estará a nuestro lado. Esta es la promesa medular del cristianismo: Aquel Therapón que lavó los pies de quienes amaba y prometió no abandonarles nunca. Aquel Therapón que al irse envió al Paracleto (término griego en referencia al Espíritu Santo o el ´perfume de Cristo´) para consolar a quienes amaba.
Por donde se vea, la idea es evitar morir solos. Pero ello es imposible. Es la muerte: El paso solitario.
Podemos esperarla con ojos abiertos, pero siempre será deseada la mano del Critón para cerrar nuestros ojos en el último momento.
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