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Teoría (irónica) y manual para desvalijar un país

Una última recomendación: para no ensuciarte las manos puedes contratar a militares retirados.
Claro, no cualquiera logra formar una sociedad con semejantes joyas, pero puedes intentarlo. Es recomendable que en tus inicios no interfieras con redes pesadas. Estarás condenado a perder. Mucho. Todo, probablemente. Aprende a calcular los riesgos.
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Teoría (irónica) y manual para desvalijar un país

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Fracciones y otras operaciones…

Fracciones…

Una fracción es una parte del total; por ejemplo, la mitad, un cuarto, o tres octavos. Y en las ciencias matemáticas, una expresión fraccionaria se compone por un numerador y un denominador.

A propósito de las recientes informaciones publicadas sobre la red de corrupción en la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), —denominada La Línea—, esta conceptualización matemática resulta útil.

Una red que implica a más de una veintena de personas —de acuerdo al avance actual de las investigaciones de la CICIG y el MP—, ha sido capaz de operar sistemáticamente una cadena de corrupción. Veintiún personas detenidas. ¿Es el total? ¿Son tres cuartos? ¿Es apenas un décimo?.

¿Cuánto de la verdad somos capaces de ver? En todo caso es un avance importante, pues, los rumores y la vox populi se han convertido en acusaciones judiciales y capturas concretas. Sin embargo, queda abierta la interrogante sobre otros alcances de la red: ¿Quiénes fueron los corruptores que se beneficiaron del impago de impuestos? ¿Cuáles son los alcances horizontales y verticales de esta estructura criminal?

Y cuidado. Habrá quienes afirmen que vemos la mitad, otros que aseveren que son cuatro octavos, y alguien más que son dos cuartos. Al final insisten en lo mismo. Ocultar. Impunidad. Continuidad (una vez más). Utilizarán fracciones equivalentes para confundir, enredar, enmarañar.

Factorización…

En efecto, estamos ante una fracción de polinomios, y no hay solución simple. Pero el conocimiento de las leyes matemáticas ofrece otra herramienta útil: la factorización, que consiste en extraer factores comunes para encontrar las raíces.

Uno de los elementos que conforma el polinomio es la continuidad en el tiempo de algunas personas claves: Juan Carlos Monzón, Luis Mendizábal y Francisco Ortiz Arriaga.

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En El legado de la inteligencia militar en el Caso SAT, Rodrigo Véliz escribe: “El capitán retirado Juan Carlos Monzón, secretario de la vicepresidenta Roxana Baldetti, era el que manejaba desde el Ejecutivo la estructura... y desde los años noventa formaba parte de una banda de robacarros, junto con Byron y José Moreno, hermano y sobrino respectivamente del militar y narcotraficante Alfredo Moreno Molina, jefe de la Red Moreno…”

Otro personaje es Luis Mendizábal, a quien, según Fernando Penados, “no solo se le involucró en lo que se denominó la oficinita, sino también fue uno de los operadores para desvirtuar los hechos de la que fue víctima monseñor Juan Gerardi, también artífice de la caída de Carlos Quintanilla y del complot alrededor de la muerte de Rosenberg…”

Y por su parte, “la CICIG señala a Ortiz, alias el Teniente Jerez, de pertenecer a la red de contrabando dirigida por Alfredo Moreno en la década de los noventa.”

Otra variable frecuente —que resulta de la abstracción de la larga lista de conspiración, muerte, crimen, corrupción, fraude, intriga y enriquecimiento— es el poder; producto de posiciones y atribuciones antañas y actuales en lo militar, lo político, lo económico y lo criminal.

Y un último factor habitual refleja las formas de operación de La Línea. “El término red”, se lee en un reportaje de Plaza Pública, se ajusta a su definición, detalló [Iván] Velásquez, “ya que no son una entidad gubernamental, ni estrictamente privadas, son transicionales, se desplazan entre lo público y lo privado, lo gubernamental y lo empresarial. Buscan obtener poder político y económico, impunidad para sus acciones ilícitas y enriquecimiento indebido” .

De esta forma, la factorización permite encontrar elementos estructurales de la raíz de la problemática: la continuidad de diferentes actores/sectores de poder, que articulan complejas redes e interactúan en lo público y lo privado, lo político y lo económico, y lo lícito y lo ilícito. Es el denominador común de las fracciones complejas de la realidad guatemalteca.

Estas articulaciones e interacciones entre poderes fácticos y demás actores de poder presentan una enorme flexibilidad, conscientes de que el poder ya no reside en la fuerza militar, ni en el aparato de inteligencia como tales [ni en ningún otro actor único y aislado], sino en redes horizontales de intereses, cuyas motivaciones se hallan en beneficios muy variados: económicos, políticos, criminales, judiciales, y legitimidad social, entre otros… En este sentido, una categoría útil para nombrar el fenómeno sistemático de articulación (oculta) y de interacción lícita e ilícita de poderes fácticos en búsqueda de un interés común —o al menos compatible—, en los distintos ámbitos económico, social, político, criminal o religioso, es Red subyacente de poder.

Denominador común… ejercicios prácticos

Muchas veces los ejercicios matemáticos resultan ser una tarea tediosa. Igual de latoso puede ser el repaso de ejemplos de redes subyacentes de poder. Quizá una buena porción de ironía logre fomentar la lectura sobre algunos de los ámbitos de interacción. Veamos. ¿Qué quieres?

¿Quieres ser diputado?

Para convertirse en diputado y luego —ocasionalmente— escalar hacia una candidatura presidencial se recomienda iniciar la carrera política en forma de un grupo de poder a nivel departamental.

“Los grupos de poder regional son redes de familias y personas que a partir de su inserción en la política partidista han logrado construir una base material y financiera – generalmente asociada al control de la obra pública – que les permite reforzar su posicionamiento político y ampliar su radio de influencia de lo local a lo nacional...”, dice el informe Grupos de poder en Petén: territorio, política y negocios. “La movilidad política y partidista de estos grupos de poder que pasan sin titubeos de un partido a otro(s) – en el caso de los diputados incluso en una misma legislatura – hace pensar que no se trata de la existencia de una adscripción o identificación ideológica al proyecto político o al partido, sino de una relación instrumental que busca ampliar los recursos económicos y políticos del grupo en cuestión... En el actuar de los grupos de poder regional y en su interacción se difuminan las fronteras entre las actividades lícitas e ilícitas.”

Los casos de los peteneros Manuel Barquín y Manuel Baldizón representan lecciones paradigmáticas para cualquier “aprendiz de diputado”, y en la lista bibliográfica no debe faltar el documento Grupos de poder en Petén: territorio política y negocios. Pero puedes recurrir al representante legislativo de tu distrito electoral. No tendrás problemas de encontrar algún diputado que haya pasado por dos o tres periodos legislativos y por un número aún mayor de partidos. Si quieres saber el meollo del asunto, habla con él.

Lo difícil es el inicio, pues, si no tienes financiamiento propio, tendrás que vender tu alma para comprar el “puesto” y para costear tu campaña. Lo bueno es que los controles del TSE no llegan a los departamentos, y no hay que preocuparse por el origen lícito o ilícito del dinero. Una vez que eres diputado, la falta de dinero ya no te quitará el sueño, pero tienes que cuidar lo que te toca en el listado geográfico de obras, apuntar bien las plazas fantasmas, cobrar puntualmente tu salario, y mantener un registro detallado de los diezmos que te corresponden. No te compliques con fracciones y polinomios, dedícate a sumar.

¿Quieres proteger tu empresa minera o tu hidroeléctrica?

Cementos Progreso es la empresa más experimentada, pero no te van a ayudar. Ellos cuidan celosamente su monopolio. Es más fácil que platiques con los dueños de la mina de níquel en El Estor aunque no sepas bien quienes son. De hecho, esa mina se ha vendido al menos tres veces hasta 2012: Skye Resources, Hudbay Minerals y Solway Group.

Esta mina fue abandonada en los 80s, y ahora “el hecho de retomar la labor implicó dos estrategias”, como escribí en otra parte: “Por un lado, tres compra-ventas especulativas de la mina Fenix —sin haber procesado un gramo de níquel—. Y por otro lado, “proteger” la licencia minera “contra los indios invasores”… A través de los hechos violentos —asesinatos, desalojos y violaciones, entre otros—, se evidencia que “la acción violenta contra la población indígena en el contexto de disputa de territorios estratégicos, sigue siendo ejercida tanto por el Estado de Guatemala como por grupos paramilitares locales, por empresas privadas de seguridad al servicio de las casas matrices, poderes ocultos y grupos ligados al crimen organizado”.

Este conjunto de actores construye una compleja red que ejecuta intencional y sistemáticamente violencia:

  • La integración de estructuras de seguridad que involucran explícitamente a la “casa matriz”, empresa de seguridad privada y redes de inteligencia locales. Se utilizan formas de subcontratación para encubrir estas estructuras y evitar/dificultar vinculaciones legales con hechos de violencia ejecutadas por las mismas.

  • Se produce una vinculación de estas estructuras de seguridad con poderes ocultos, especialmente a través de las empresas de seguridad privada y/o militares en retiro.

  • Las estrategias de seguridad tienen un enfoque político-represivo, cuya coordinación está a cargo de ex militares.

  • El ámbito represivo refiere a la garantía de la seguridad física del proyecto, mediante el uso de elementos armados.

  • El ámbito político se materializa, entre otros formas, en alianzas con grupos de poder, terratenientes locales, el paramilitarismo y/o el crimen organizado.

  • Los ciclos de violencia requieren de impunidad.

Como habrás notado, tener una mina o hidroeléctrica es difícil, al menos que tengas una finca que preste todas las condiciones y puedas defender a capa y espada la alteración del entorno natural en nombre de la propiedad privada. De lo contrario, tendrás que enfrentar la muchedumbre, como está pasando también en Santa Cruz Barillas, La Puya o Santa Eulalia.

Una última recomendación: para no ensuciarte las manos puedes contratar a militares retirados. Un ejército de desempleados o desempleados del ejército. Lo que necesites. En todo caso, necesitarás también buenos abogados. Con todo eso, has logrado inmiscuirte en el mundo de los números irreales, la especulación y la negación.

¿Quieres tener éxito como empresario de la construcción?

Antes que nada, necesitas información. Y aunque la Cámara Guatemalteca de Construcción (CGC) sigue siendo un referente de poder, es mil veces mejor que visites a alguien más dinámico. Para ello, solo tienes que abrir la página web de Guatecompras y buscar los constructores más exitosos. Claro, aquello de las empresas de cartón hace más difícil que se logre encontrar una oficina real. Si ya eres diputado, no tendrás ese problema.

Ahora con el escandalo en la SAT, hay menos dinero en las arcas del Estado para pagar a las empresas constructoras: en aproximadamente 630 millones de quetzales ha bajado la recaudación fiscal en las tres aduanas (Puerto Quetzal, Aduana Central y Santo Tomás) desde 2013. Pero, gracias a Dios, el sistema tributario guatemalteco es mayormente indirecto y regresivo. De lo contrario las finanzas del Estado estarían en peor situación. Claro, es la mayoría —desposeída, pobre, marginal— la que carga con el mayor peso económico; pero eso es el simple reflejo de la oposición de larga data de las élites cuando de reformas tributarias se trata. En fin, no te ha de importar de donde viene el dinero, ¿estamos?.

De todas maneras, una cosa importante es la creatividad. Vas a tener que dar el 40% para las cuotas, desde abajo hasta arriba. Ya sabes: los alcaldes, los gobernadores, la chusma del Consejo de Desarrollo, los diputados, y hasta el gobierno central cobra una parte. Entonces, la inventiva consiste en construir barato —para que te quede ganancia— y en encubrir las mordidas.

Pero más importante es el conecte. Desde las privatizaciones y la descentralización ha crecido la cantidad de empresas constructoras; sobre todo en el interior del país. Pero, sin conecte no hay lana. “Este sector emergente de nuevos contratistas en Guatemala, si bien atomizado en empresas y ONG pequeñas y con acceso a contratos casi exclusivamente en el ámbito local, en conjunto puede que hoy cuente con un capital acumulado que exceda al de los empresarios grandes y formales agremiados a la CGC. Pero más que poder económico, hoy gozan de mayor influencia y poder político, ganados vía el financiamiento de campañas electorales de candidatos a cargos en gobiernos locales o diputaciones distritales: invertir capital económico para ganar cuotas de poder político”. La cita es de Política fiscal: expresión del poder de las élites centroamericanas, del Icefi.

Las operaciones de costo-beneficio requieren de la simple resta matemática: para averiguar tu ganancia tienes que restar las mordidas y el costo de construcción del total del contrato. Simple.

¿Quieres iniciar tu propio emporio criminal?

En las últimas dos décadas del siglo pasado se recomendaba la cercanía hacia alguna frontera en el Oriente para asentar las empresas criminales más exitosas. Claro, las conexiones político-militares eran indispensables; en especial desde “puestos en las aduanas de las fronteras con Honduras y El Salvador, desde donde podían controlar el flujo de mercancías, y aprendieron los gajes del rentable negocio del narcotráfico”, según escribe Matilde González en el libro Territorio, actores armados y formación del Estado. Entre los más conocidos se encuentran Arnoldo Vargas y Waldemar Lorenzana. Ésos eran patriarcas hechos a mano. Pero, ¿sabes?, mucho joden con las extradiciones.

Actualmente, se recomienda una estrategia de diversificación: desde la prisión, la cúpula del gobierno central y al menos una diputación distrital.

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Por lo tanto, en primer lugar tienes que encontrar los socios perfectos. Si perteneces a alguna promoción de la Escuela Politécnica, solamente tienes que retomar contacto con los más temerarios de tu clase. Así, se reencontraron Byron Lima, Juan de Dios Rodríguez y Estuardo Galdámez.

Este trío reúne una larga lista de cualidades: destacados en el área ixil e Ixcán en los años 80s; kaibiles y oficiales de inteligencia; vínculos al desfalco de Q82 millones en el Congreso en 2007; condena por la participación en el asesinato de monseñor Gerardi en 1998; contratistas del Estado (constructores); nexos con grupos y negocios del narcotráfico; y una red paralela en el sistema penitenciario, entre otras.

Es el trío perfecto, con capacidad de dirigir redes de influencia desde las altas esferas de la institucionalidad guatemalteca, pasando por los corredores del Congreso y el submundo criminal del sistema penitenciario, hasta los tentáculos de las redes políticas y criminales en el departamento de Quiché.

De este modo, el preso, el presidente del IGSS y el diputado se constituyen, según escribió Álvaro C. Corvo, “en la cabeza de una estructura criminal novedosa: “La 108”; pues los tres se graduaron en esta promoción de la Escuela Politécnica. Esta red tiene su origen en las estructuras del genocidio, y ha articulado también sus tentáculos en Quiché y el área ixil en la actualidad.”

Claro, no cualquiera logra formar una sociedad con semejantes joyas, pero puedes intentarlo. Es recomendable que en tus inicios no interfieras con redes pesadas. Estarás condenado a perder. Mucho. Todo, probablemente. Aprende a calcular los riesgos.

¿Quieres saquear un banco y el presupuesto militar?

Primera lección: si cometes un crimen grande, también debes incurrir en otro pequeño. De esta forma puedes declararte culpable por el segundo, sin que te afecte el primero. También tienes la opción de convertirte en testigo eficaz.

Segunda lección: pide perdón cuando regreses al país. Serás un héroe.

Tercera lección: si no quieres lo anterior, debes permanecer en las “sombras” o ser más ágil para fugarte de la justicia.

Nuestros maestros son Alfonso Portillo y Armando Llort Quiteño, quienes formaron parte de una red ilícita compleja “orientada a la corrupción y al lavado de dinero, [que] permitió legalizar al menos 20 millones de dólares… La organización operó en torno a José Armando Llort Quiteño entre enero de 2000 y abril de 2001, y empleó como instrumento financiero al banco semiestatal Crédito Hipotecario Nacional (CHN) de Guatemala”, según escribieron Edgar Gutiérrez y Claudia Méndez en La red de blanqueo Llort Quiteño. En este tiempo, Llort ocupó el cargo de presidente de la Junta Directiva del CHN.

Los implicados son varios y diversos, según el libro Narcotráfico, corrupción y Estados. Además de Alfonso Portillo y de Llort Quiteño, hijo de una familia cafetalera con problemas financieros y vinculado a redes del narcotráfico, en la estructura participaron las siguientes figuras claves:

Alvarado MacDonald: Propietario de los bancos comerciales el Metropolitano y el Empresarial, y probablemente el principal financista de la campaña de Portillo.

Francisco Ortega Menaldo: ex director de Inteligencia y ex jefe del EMP, y pese a ser pieza clave de la red, ha sido casi invisible. Muestra astucia para mantener una baja exposición.

Coronel Jacobo Salán Sánchez y Mayor Napoleón Rojas Méndez: en ese entonces ya estaban fuera de la estructura del ejército, pero Portillo los llevó como asesores y en la práctica mandaron al EMP; fueron su gente de confianza. Son quienes trasladaron el dinero del Ministerio de la Defensa hacia las bóvedas del CHN.

Byron Berganza: narcotraficante guatemalteco, enjuiciado en EEUU.

Eduardo Arévalo Lacs: ex ministro de Defensa y de Gobernación durante el gobierno del FRG. “También fue acusado de complicidad para defraudar al Instituto de Previsión Militar (IPM) por Q171 millones”.1

Manuel Hiram Maza Castellanos: ex ministro de Finanzas, sindicado “de ser el responsable de autorizar la modificación presupuestaria 16—2001, la cual permitió que se trasladaran de forma anómala Q120 millones del Ministerio de Finanzas al Ministerio de la Defensa. Según las pesquisas, los recursos fueron a parar después a cuentas personales”.2

Entonces, tómese un banquero, un supuesto banquero, tres ex oficiales de inteligencia militar, un narcotraficante, dos ministros de Estado y el propio presidente de la República, y organice un festín. Si no te mueves en estos círculos de poder, abandona tu propósito. Y no te preocupes por tus conocimientos matemáticos, con saber contar basta y sobra.

¡Necesitas impunidad!

Si estás en alguno de los embrollos anteriores, ¡necesitas impunidad! ¡Tienes que invertir en la “libertad de la arbitrariedad”! No tienes alternativa.

Tienes varias opciones. Te ofrecemos dos: desviar la investigación, e infiltrar el sistema de justicia.

Para la primera, tienes que engrosar tus lecturas obligatorias con el libro El arte del asesinato político ¿Quién mató al obispo?, de Francisco Goldman. Te ofrecerá un importante repertoire de maniobras de encubrimiento: perros, homosexuales, amenazas, bandas criminales, etc.

Por otra parte, la cooptación del sistema de justicia es palabra mayor. Es una guerra con múltiples frentes y contendientes. El sistema de pactos, alianzas y contradicciones se parece a la vieja Europa en las inmediaciones de la Primera Guerra Mundial. Los diversos sectores de poder no dan tregua. Los resultados son inciertos, y los sacrificados son muchos.

Aprende de tácticas y estrategias; y lee la colección La guerra por las cortes en Guatemala de Insight Crime. Divide y vencerás.

Epílogo

La ironía es el armamento del humor surrealista, y en este caso, un método retórico para el acercamiento a casos concretos de redes subyacentes de poder. La paradoja no consiste, por tanto, en la contradicción entre el surrealismo y la ciencia matemática, sino en lo absurdo de la realidad misma. Lo grisáceo de los ámbitos de interacción y la brutalidad de los desequilibrios de poder son producto de complejas continuidades y rupturas de estructuras de poder que se han conformado a la luz de la guerra y la transición del régimen político en Guatemala.

Precisamente la continuidad, muchas veces inadvertida, de estructuras y redes de poder sigue marcando el presente, en una forma compleja y fragmentada en lo económico y militar, y casi caótica en lo político y criminal.

Y sin duda, en una coyuntura tan inestable, la sistematicidad del denominador común puede convertirse fácilmente en un apuro casi mortífero para el futuro inmediato de la democracia y la paz.

 

1 El Periódico, Eduardo Arévalo Lacs: El pasado del hombre fuerte de Portillo, 29 de junio de 2009

2 El Periódico, Ex Ministro de Finanzas enviado a prisión por desvío de Q120 millones, 13 de marzo de 2010

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