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Ríos Montt es condenado por genocidio contra ixiles

"Este tipo de hechos no deben de volver a repetirse. El pueblo de Guatemala desea vivir en paz", subrayó la jueza.
José Efraín Ríos Montt luego de la sentencia que lo condenó a 80 años por genocidio y delitos de lesa humanidad.
El Tribunal que preside la jueza Yasmín Barrios.
La forma de decir gracias de pobladores ixiles que asistieron a la sentencia.
Llora por sus familiares muertos.
Mujeres ixiles celebran el fallo del tribunal frente a la Corte Suprema de Justicia, lugar donde se desarrolló el juicio.
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Ríos Montt es condenado por genocidio contra ixiles

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El exdictador guatemalteco José Efraín Ríos Montt, quien gobernó de facto el país entre marzo de 1982 y agosto de 1983, fue condenado hoy a 80 años de prisión por el genocidio perpetrado durante su gestión contra la etnia maya ixil.

La jueza Jazmín Barrios, presidenta del Tribunal Primero A de Mayor Riesgo, al leer la sentencia, dijo que "Ríos Montt tuvo conocimiento" de las matanzas perpetradas por las Fuerzas Armadas bajo su mando, y que "no lo detuvo a pensar de tener el poder para evitarlo".

En el histórico fallo, el tribunal aseguró que el anciano militar, de 86 años, es "responsable" del genocidio perpetrado en contra de los ixiles "en calidad de autor", el cual durante el período en que gobernó de facto el país, se cobró la vida del 5,5 % del total de la población perteneciente a esa etnia.

Ríos Montt, fue condenado a purgar una sentencia de 80 años de prisión, 50 por genocidio y 30 por delitos contra deberes de la humanidad, como la legislación guatemalteca tipifica los crímenes de lesa humanidad.

El tribunal también revocó la "detención domiciliar" de que gozaba el exdictador desde enero de 2012, y ordenó su inmediata detención y traslado a un cuartel militar que funciona como prisión preventiva para ciudadanos cuya integridad podría estar en peligro en una prisión regular, como ha sido el caso del expresidente Alfonso Portillo (2000-2004).

Los jueces consideraron que las Fuerzas Armadas "utilizaron el hambre como arma militar" para destruir a los ixiles, los cuales fueron declarados "enemigos internos del Estado", y que todas las acciones represivas contra los indígenas tenían como objetivo "la aniquilación" de esa etnia.

Ríos Montt, quien escuchó la sentencia del tribunal con aparente serenidad, fue acusado por la Fiscalía por la muerte de 1,771 indígenas ixiles a manos del ejército, durante los quince meses que gobernó de facto Guatemala.

Los crímenes por lo que el exjefe de Estado fue enjuiciado fueron perpetrados en el marco de la guerra interna de 36 años (1960-1996) que padeció este país centroamericano.

Por otra parte, el tribunal absolvió al general retirado José Rodríguez Sánchez, exjefe de Inteligencia Militar, quien fue enjuiciado junto a Ríos Montt o por los mismo delitos, al considerar que "no tuvo injerencia" en las operaciones contra los indígenas ixiles.

El tribunal también ordenó a la Fiscalía investigar a las demás personas que pudieron haber participado en los hechos juzgados, sin precisar sus nombres.

Con la sentencia emitida, explicó la jueza Barrios, "se reconoce la verdad" de los hechos ocurridos, que "deberá ayudar a sanar las heridas del pasado" y "fortalecer la democracia del país".

"Este tipo de hechos no deben de volver a repetirse. El pueblo de Guatemala desea vivir en paz", subrayó la jueza.

La defensa apelará la sentencia, que se espera que llegue hasta la máxima instancia, la Corte de Constitucionalidad.

El presidente de Guatemala, el general Otto Pérez Molina, cambió el tono de sus declaraciones. Hace dos años, en campaña electoral, en una entrevista a este medio que alguien le demostrara que hubo genocidio. Este mes negó que hubiera genocidio y aseveró que el juicio amenazaba la paz. Esta mañana, no obstante, aseguró hoy que su Gobierno respetará el fallo. "Nosotros somos respetuosos. Vamos a respetar lo que digan los tribunales" cual fuera que sea su sentencia, dijo el mandatario en escuetas declaraciones a los periodistas durante una actividad pública en la periferia oeste de la capital. El juicio demuestra que "en Guatemala se han dado cambios importantes", añadió Pérez Molina, porque hace 15 años, pensar en un proceso judicial de ese tipo "era imposible".

Esta es la primera vez en la historia de Guatemala que un exjefe de Estado es procesado por las graves violaciones a los derechos humanos ocurridas durante la guerra interna. EFE

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