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Protagonistas del primer juicio a ETA por delitos en Portugal

Andoni Zengotitabengoa, de 32 años, ha sido descrito por especialistas policiales lusos como el "cerebro químico" del comando que ETA
El proceso se desarrolló en medio de unas medidas de seguridad poco vistas en Portugal
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Protagonistas del primer juicio a ETA por delitos en Portugal

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 El primer juicio celebrado en Portugal contra un miembro de ETA por delitos graves cometidos en este país concluyó hoy con la condena del acusado, Andoni Zengotitabengoa, a 12 años de cárcel.

Estos son los protagonistas del proceso:

 EL ACUSADO

Andoni Zengotitabengoa, de 32 años, ha sido descrito por especialistas policiales lusos como el "cerebro químico" del comando que ETA mantenía en Portugal para fabricar explosivos listos para cometer atentados en España.

Llegó a este país en la primavera de 2009 y vivió junto a Oier Gómez Mielgo primero en una vivienda alquilada en Lousa y luego en la casa de Obidos donde fueron encontrados los cerca de 1.500 kilogramos de explosivos que le han llevado a la cárcel.

El 11 marzo de 2010 fue detenido cuando pretendía escapar con un pasaporte mexicano falso hacia Caracas en el aeropuerto de Lisboa. Desde entonces permaneció en prisión preventiva en el centro penitenciario de alta seguridad de Monsanto.

Antes del juicio, pidió que no se le extraditara a España y luego se negó a declarar -la única vez que recurrió al español-, pero luego siguió atento y con la ayuda de una traductora las declaraciones de los cuarenta testigos del proceso.

En España la Audiencia Nacional mantiene cargos contra él por delitos relacionados con la violencia callejera en el País Vasco, algo que el acusado negó al comienzo del juicio.

 

LOS FISCALES

La Fiscalía lusa acusó a Zengotitabengoa de asociación y apoyo a una organización terrorista, un cargo con una pena de ocho a quince años de cárcel, que fue tipificado en Portugal a raíz de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York.

Al principio del juicio, el Ministerio Público presentó contra el acusado cargos por un total de trece delitos orientados a la práctica del terrorismo: uno por tenencia de arma prohibida, dos por robo, nueve por falsificación de documentación y uno por resistencia a la autoridad.

Sin embargo, al final del proceso sustituyó el de tenencia de arma prohibida por el mas grave de asociación y apoyo a una organización terrorista.

Además, retiró los delitos de robos de furgonetas, por la imposibilidad de probar que el acusado se encontraba en Portugal cuando ocurrieron.

El tribunal aceptó los cambios, mantuvo los delitos de falsificación de documentación, que agrupó en un solo cargo conjunto, y descartó el de resistencia a la autoridad.

Durante el juicio, el fiscal Rodrigues Tacha llamó a declarar a treinta y cuatro personas, y se opuso por considerarlas irrelevantes a otras peticiones de más testigos que hubieran alargado el juicio, entre ellos altos mandos de las fuerzas policiales lusas.

 

LA DEFENSA

El abogado José Galamba basó su estrategia en buscar contradicciones en los testimonios e irregularidades y defectos de forma en la investigación para intentar invalidar el hallazgo de los explosivos como prueba de cargo contra su cliente.

Las ocho sesiones del juicio se alargaron con los minuciosos interrogatorios del letrado -que llegó a prolongar un mismo testimonio durante tres horas y media- y con los varios requerimientos de testigos efectuados durante el proceso.

Fuera del juzgado, Galamba amenazó con denunciar a un testigo por "mentir" en la sala y criticó una supuesta presión de las autoridades españolas en el proceso, así como la falta de competencia de la policía portuguesa en el análisis de los explosivos.

Con especial insistencia, cuestionó la inspección de la casa de Obidos y las explicaciones sobre a qué horas y quiénes entraron en la vivienda antes de que fuera emitido el mandato judicial para autorizar la entrada.

También descalificó el trabajo de la Fiscalía por acusar a Zengotitabengoa de hechos de los que, en su opinión, es responsable Oier Gómez Mielgo, otro supuesto miembro del comando de ETA detenido en Francia.

 

LOS TESTIGOS

Un total de cuarenta testigos -la mayoría de ellos llamados por la Fiscalía- relataron en la sala los movimientos de Zengotitabegoa y Gómez Mielgo en Portugal, la huida de ambos en una furgoneta tras toparse con un control policial rutinario, así como el hallazgo e inspección de la casa de Obidos.

Más de una decena de los testimonios, de empleados y vecinos, identificaron en la sala al acusado como inquilino de la casa y acompañante de Gómez Mielgo en las visitas a inmobiliarias y en sus escasas actividades públicas en Obidos, donde apenas se le vio paseando en bicicleta, de compras o sacando la basura.

También testimoniaron peritos y especialistas en explosivos y agentes de los principales cuerpos de seguridad portugueses para reconstruir los hechos y la investigación.

 

LOS EXPLOSIVOS

El informe de la Fiscalía y los testimonios revelaron el poder mortífero que tenía el arsenal de Obdos, uno de los mayores incautados a ETA.

Había bombas "listas para ser utilizadas en atentados de gran escala" y un total de catorce bidones y siete sacos con 1.398 kilogramos de sustancias explosivas, como el nitrato de amonio, la nitroglicerina y el aluminio en polvo.

Estos materiales estaban acompañados de tubos de plástico, detonadores, temporizadores y otros artefactos que servían para montar bombas artesanales.

Uno de los especialistas que compareció en el juicio estimó que un pequeño incendio podría haber provocado una terrible explosión capaz de arrasar una manzana de casas.

 

EL TRIBUNAL

El presidente del tribunal de la localidad lusa de Caldas da Rainha, Paulo Coelho, y otros dos magistrados, Isabel Batista y Arlindo Crua, formaron el colectivo de jueces que dirigió las ocho jornadas del juicio y emitió hoy la sentencia.

El proceso se desarrolló en medio de unas medidas de seguridad poco vistas en Portugal, con la sede del juzgado rodeada de un férreo cordón policial de seguridad y dispositivos que impedían las comunicaciones electrónicas.

 *La Agencia EFE, por medio de la Fundación EFE, ha suscrito un convenio con Plaza Pública y la Universidad Rafael Landívar para poder utilizar la información que produce sin costo alguno. Las notas y el contenido de EFE no son parte del contenido bajo la licencia de Creative Commons de Plaza Pública. 

 

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