Según el Diario La Nación, en Costa Rica, el porcentaje de ciudadanos “muy” orgullosos de vivir bajo el sistema político vigente cayó del 55% en el 2006 al 36% en el 2012 Y si eso ocurre en Costa Rica un país de cultura cívica respetable ¿Como piensan realmente en otros lugares de america latina?
En el estudio “Sobre la Democracia en America Latina” del PNUD del 2004, en capitulo: “La crisis de la politica en America Latina”, Rosario Green indica que; “si la desigualdad, la injusticia y la marginación no se combaten con urgencia, la democracia formal que se expresó en el retorno a los gobiernos civiles se evaporará”. Tambien indica: “En este sentido, las encuestas muestran un aumento del numero de latinoamericanos que señalan que, bajo ciertas circunstancias, un gobierno autoritario puede ser preferible a uno democrático.”
Crece el escepticismo sobre democracia. El populismo se pone de moda aun en países que se creían inmunes a ese vicio político. Populismo deteriora la democracia. Pero, no habría populistas sin necesitados que no tienen a nadie más a quien recurrir. Los mesianismos movilizan las masas para destruir los principios fundamentales democráticos, sin embargo la democracia carece de defensas para evitarlo. Lo más triste es que la gente entrega sus esperanzas a populistas, estos no resuelven y generalmente la posible cura sale peor que la enfermedad. Gran dilema de los pueblos en rebusca de gobernabilidad y justicia.
La ignorancia sobre democracia es obvia. Nadie educa democracia, y como con la religión, no la entienden. Con tantos predicadores, santos y dogmas, en religión y en politica, se termina practicando superstición.
Cada cabeza es un mundo, y en cada cabeza existe definición diferente de democracia. La democracia presente está lejos de parecerse a la de Solón o Clístenes en la Grecia clásica. La democracia inglesa es diferente a la de USA. La de Brasil diferente a la Argentina y a la venezolana ¿Cuál es la correcta?
Y como ciertas religiones, con cada vez menos adeptos, en democracia pasa igual. La gente es menos creyente, abrumada por la civilización del espectáculo recibiendo a diario electrónicamente chorros de diversión visual. Nadie sabe en que o en quien creer. La cultura de picotazos en Internet es superficial. Las iglesias recurren a evangelistas y curas Popstars que cantan y bailan en los altares, los artistas de Hollywood, cantantes, futbolistas y actores de telenovelas, en las encuestas, aparecen como lideres de influencia mundial.
La democracia en norte, centro y sur america, es cada vez más incongruente. En la izquierda, centro y derecha, en vez de promoverse una democracia transparente, se implementan vicios y malas prácticas políticas. La corrupción se impone desde el lago Michigan a Tierra del Fuego. La democracia queda como un sistema manipulable de competencia de intereses donde el menos representado es el ciudadano que elige.
Estados Unidos de Norteamérica no se salva de corrupción democrática. Cada vez hay más críticas sobre la manipulación del sistema electoral y crece el número que considera obsoleto el voto electoral para elegir presidente. De que los muertos votan, no es invento Nica, Richard J. Daley, del Partido Demócrata, alcalde corrupto de Chicago, hizo votar a los muertos para favorecer la elección de John F. Kennedy en 1960. A la hora de votar, el votante no entiende qué está votando, ponen las preguntas de tal forma que si vota SI, quiere decir NO, y si vota NO, quiere decir SI. Una boleta de votación tiene hasta seis paginas. Difícilmente alguien podría asegurar que la mayoría que vota entiende qué vota.
En USA termina superando quién tiene mas dolares para comprar propaganda y establecer red de activistas. Por ejemplo: La campaña de Obama, con más recursos económicos, gastó un 20% más que Romney en propaganda para el sector hispano y en el Estado de Ohio la campaña Obama con mayores recursos tuvo 65 oficinas de propaganda y Romney solo 14. Según El Miami Herald (11-07-12), “la T.V. es la gran ganadora de las elecciones” en USA, en las pasadas elecciones se gastó más en propaganda que en ninguna anterior. Se trasmitieron, 1,015, 615 anuncios entre el 1 de junio y el 29 de Octubre según la dirección de Proyectos de Medios de la Universidad Wesleyana que rastrea publicidad de campañas. Según analistas en datos a The Associated Press se invirtió a partir de Abril mas de $1,080 millones de dolares en comerciales. Renace la interrogante: ¿es la democracia actual un instrumento manipulable en la competencia de intereses?
La civilización del espectáculo, con los sistemas de comunicación ultramodernos despliega ante la opinión pública, antipatía por los valores y principios tradicionales, todo se banaliza, es difícil leer en los medios comentarios que no sean triviales, superficiales y carentes de ideas.
Las redes sociales se convierten en asambleas. Es grave la manipulación de los expertos cibernéticos en escenografía, efectos y sonido en la cultura del espectáculo. Un mensaje de texto moviliza masas con resultados imprevistos. Se manipula los sentimientos de los desamparados de principios sólidos, se tergiversa la verdad y maquilla la mentira. Mediatizada, la gente se despersonaliza, es reducida a instrumento de “votar”, carece en su mayoría de opinión propia, los medios informativos “endosan” candidatos de su interés e inducen como elegir con su voto a gente automatizada. Como en 1984 la novela de Orwell, “el ciudadano” ve en las pantallas de T.V. o teléfono las instrucciones.
En la tarde del 6 de Noviembre 2012 dia de elecciones en USA, radios hispanas preguntaron a la gente como votó. Escuchamos contestar que votaron por Obama, el locutor preguntó por qué votó por Obama y la gente respondió porque escuchamos esa radio (con cobertura nacional) todos los dias y el periodista fulano explicó había que votar por Obama. Lo que vemos no es el pueblo tomando una decisión y votando según su libre albedrío, lo que ocurre es una manipulación de la democracia induciendo según el interés de gigantesca corporación propietaria a nivel nacional de empresas de Radio y T.V. Y eso pasa en USA y en todas partes. El ciudadano cada vez es menos dueño de sus sentimientos y acciones que son inducidos. Vota porque le dicen como votar.
Se descosen las frágiles puntadas del tejido democrático bajo promesas de bienestar asistencial de profetas de carne y hueso que elevan banderas de redención colectiva sin más sustento que la esperanza fútil que se apodera de la multitud protagonista virtual en el escenario de un futuro ilusorio.
Pero hay realidades que debieran hacernos meditar sobre la democracia. Según el diario La Nación de Costa Rica, de acuerdo con encuestas realizadas por Unimer para ese diario, en 2006 y 2012, la democracia tica va en picada, baja la satisfacción de los ticos con su sistema político democrático que ha sido su orgullo nacional. Y lo que se aplica a los Ticos se aplica a cualquier país, aún a USA, donde las elecciones presidenciales recién pasadas fueron record de votación, pero generalmente el abstencionismo es cada vez más alto. En encuesta los Ticos satisfechos pasaron del 55% al 35% en los últimos seis años y duplica la cantidad que estaría de acuerdo con un sistema autoritario.
Y para mayor desdén democrático, los Ticos que consideran que la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno bajaron en número, pasaron del 78% al 57%. El mismo estudio publicado por La Nación explica caída de simpatía en la democracia: el 40% de los encuestados cree que no sirve para resolver los problemas del país, ese grupo en el 2006 era solo de 12%. Y algo que es muy familiar en la idiosincrasia Nica, según la encuesta, aunque la mayoría ciudadana dijo “no” a tener un presidente que irrespete la institucionalidad se redujo el porcentaje a esa resistencia.
Y es que el aparente sistema democrático en América latina no es acompañado de progreso evidente en formación ciudadana ni en materia de justicia social. ¿Cómo hacer para que la igualdad que proclaman las elites sobre las urnas electorales de la democracia como sistema político deseable, se traduzca en igualdad de oportunidades para todos? En su angustia los pueblos se rinden ante la manipulación de quien les ofrece bienestar inmediato con el peligro de ceder ante intereses desconocidos y superiores.
La validez y vigencia del sistema democrático depende de los ciudadanos, pero extrañamente vemos tambien el fenómeno que los emigrantes, en vez de exigir en sus países de origen sus derechos civiles y sociales, son más enérgicos reclamando y demandando derechos en los países que los acogen.
Nadie es profeta en su tierra.
* Publicado en Confidencial, 8 de noviembre
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