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Pobreza, haraganes y pescados

Brindarles un incentivo (el pescado) a estas familias para que sus hijas vayan a la escuela (aprendan a pescar) genera la posibilidad de romper esa trampa demográfica.
Tipo de Nota: 
Opinión

Pobreza, haraganes y pescados

17 de Mayo de 2012
Palabras clave

Una de las frases que más escuchamos cuando se generan programas sociales o proyectos que proveen alguna asistencia a beneficiarios es: «No hay que regalarles el pescado, sino enseñarles a pescar».

Suena muy bien y tiene mucha lógica. Muchas personas la repiten y la creen fervientemente.

Lo que sucede es que muchos de los que la repiten fervientemente aprendieron a pescar mientras alguien les regalaba pescado. Algunos aprendieron a pescar (con licenciaturas, maestrías o doctorados) mientras su familia tuvo la oportunidad de darles el pescado a diario. Frito, a la plancha, a la parrilla o con diferentes tipos de salsas, condimentos y platos complementarios. Así es muy fácil decir ...

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